Bizkaia. La Diputación ampliará la planta de compostaje para tratar más residuos

1 July, 2017 Zabalgarbi Zabalgarbi Noticias EN

DEIA

La Diputación ampliará la planta de compostaje de Artigas para hacer frente al incremento que, previsiblemente, se va a producir en el futuro en la recogida de materia orgánica. Las instalaciones de Konpostegi se reformarán para tratar hasta 8.000 toneladas de biorresiduo y restos de poda de una forma más rápida que actualmente, además de poder aceptar también residuos de origen animal y no solo vegetal como ocurre actualmente. El departamento foral de Sostenibilidad y Medio Natural acaba de sacar a concurso el servicio de asistencia técnica para la redacción de este proyecto de adecuación.

En funcionamiento desde 2011, Bizkaiko Konpostegi se ubica en el antiguo vertedero de Artigas, en Bilbao. Hasta sus instalaciones llegan cada año algo más de 2.000 toneladas de biorresiduos, principalmente procedentes de poda pero también de la separación que realizan miles de hogares que se han adherido voluntariamente en los últimos seis años al contenedor marrón y los residuos que generan las grandes empresas, como Mercabilbao.

Gracias a la promoción que ha realizado la Diputación de la recogida selectiva del residuos orgánicos mediante la instalación del quinto contenedor a través de una línea de subvención para los ayuntamientos, la presencia de estos contenedores ha crecido notablemente en Bizkaia, hasta estar presente ya en 79 municipios. Consecuentemente, también la cantidad de materia orgánica recogida en ellos se ha multiplicado, pasando de las 3.428 toneladas que se depositaron en 2012 a las 6.613 del año pasado, duplicándose en este último lustro.

Ahora, la Diputación quiere realizar una serie de actuaciones en la plata, para adecuarla a las nuevas necesidades. Por una parte, el previsible crecimiento de la cantidad de residuos con la entrada de nuevos municipios y mancomunidades al sistema de recogida selectiva de materia orgánica y, de otra, la posible aceptación del residuos animal en los contenedores de recogida selectiva, ya que hasta ahora única se permite depositar en ellos residuos vegetales. Se pretende así reformar las instalaciones para poder tratar hasta 4.000 toneladas de biorresiduo y otras tantas de estructurante (restos de poda como ramas, troncos, hierba, hojas…) al año, y hacer en un tiempo inferior al proceso actual de compostaje, con el que se acerca a los seis meses e incluso se supera en ocasiones.

Hoy en día, la capacidad de la nave de recepción, donde llegan los residuos, se ve sobrepasada principalmente en época de poda, como invierno, dado que la recogida de este material tiene un marcado carácter estacional. El biorresiduo que llega desde los domicilios y las grandes empresas, por su parte, presenta un flujo de entrada más o menos homogéneo a lo largo de todo el año.

Se pretende que la solución que se plantee sea modular, es decir, que permita ir aumentando la capacidad de tratamiento de las instalaciones mediante la adición de módulos independientes.

Además de incrementar la capacidad de compostaje de la planta, el departamento de Sostenibilidad y Medio Natural quiere introducir algunas mejoras en todo el proceso. Así, por ejemplo, en la actualidad los operarios seleccionan el residuo y rompen las bolsas que trasladan los camiones de recogida selectiva del contenedor marrón de forma manual. Los pliegos señalan que la apertura de las bolsas se podría realizar de forma manual, de modo que los operarios solo realizarían la selección y criba manual de impropios. Para solucionar el problema de almacenaje de los restos de poda en invierno, se propone habilitar parte de las antiguas naves que constituyeron la antigua planta de triturado que el Ayuntamiento de Bilbao construyó sobre el vertedero. Los camiones descargarían el material en este punto, donde también se trituraría, llevando a la planta el material ya triturado, que ocupa un volumen sustancialmente inferior. Finalmente, también se plantea habilitar un nuevo espacio dedicado a la venta y exposición del nuevo compost producido en la planta, de forma que los posible compradores no tengan que entrar en las zonas de trabajo. Este mismo espacio contará con una oficina dedicada al control remoto de la planta.