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La tasa de recogida selectiva para reciclaje crece un 4,65% en Bizkaia durante 2017
DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA
La diputada de Sostenibilidad y Medio Natural ha agradecido a la ciudadanía el esfuerzo que ha realizado tras el llamamiento realizado por el Diputado General para comprometerse con el reciclaje para mejorar los resultados de los últimos años y acercarse a los objetivos marcados por Europa. El año pasado se generaron 637.728 toneladas de residuos. La recogida selectiva de residuos orgánicos, papel-cartón, vidrio y envases ha crecido. La fracción resto continúa descendiendo, manteniendo la tendencia de los últimos cinco años. La cantidad de los residuos que se llevan a vertedero se ha reducido en un 2,61%; en este sentido, además, cabe destacar que el porcentaje de estos residuos que se depositan en vertedero en Bizkaia sin tratamiento previo es del 1,88%, muy cerca del objetivo marcado de vertido crudo cero.
La tasa de recogida selectiva para reciclaje ha crecido un 4,65% en Bizkaia a lo largo de 2017, situándose en el 48,43% de los residuos que se trataron en nuestro territorio, según los datos recogidos por la Diputación Foral a través del Observatorio de Residuos de nuestro territorio.
La diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Elena Unzueta, ha agradecido a la ciudadanía el esfuerzo que ha realizado tras el llamamiento realizado por el Diputado General, Unai Rementeria, el año pasado para reciclar más y mejor. “Las vizcaínas y los vizcaínos han asumido el reto y han demostrado su compromiso con el reciclaje. Y eso nos ayuda a acercarnos un poco más a los objetivos marcados por Europa. Tenemos aún camino por hacer, sí, pero con este nuevo empuje al reciclaje estamos demostrando que somos capaces de avanzar por él. Si seguimos así, el próximo año podremos cumplir lo establecido por la normativa estatal, que fijaba que la tasa de recogida selectiva para reciclaje debía ser de un 50% para el año 2020. Cuantos más pasos demos en esta dirección, más nos acercaremos a los objetivos que marca Europa. Unos objetivos que persiguen impulsar un modelo economía circular que impulsará la competitividad, el crecimiento económico sostenible y ayudará a crear nuevos puestos de trabajo. Cumplir los objetivos de Europa, ya en el ámbito más local, contribuirá también a reducir el gasto de los ayuntamientos y comunidades. Y menos gasto en estas cuestiones significa más dinero para otros servicios públicos. Por eso el reciclaje es una apuesta inteligente y necesaria, imprescindible para ser un territorio moderno y responsable”, ha indicado Unzueta.
El porcentaje de residuos que se llevan a vertedero se ha reducido en un 2,61%, situando este porcentaje en el 16,47% del global de los que se trataron en nuestro territorio. La reducción de la cantidad de residuos que se llevan a vertedero es uno de los objetivos que se ha marcado la Diputación Foral de Bizkaia, que también tiene entre sus prioridades el vertido crudo cero (no llevar a vertedero residuos que no hayan sido tratados previamente). A este último respecto, el porcentaje de residuo crudo que se ha depositado en vertedero en Bizkaia se ha situado en 2017 en un 1,88%, una cifra no muy alejada del objetivo marcado por la Institución foral, el 0%.
La cantidad de residuos que se destinan a valorización energética se ha reducido a lo largo del año pasado en un 2,04%.
En conjunto, la cifra total de generación de residuos ha crecido, situándose en 637.728 toneladas frente a las 605.232 toneladas de 2016, pero este incremento ha sido inferior al crecimiento de la cantidad global de residuos que se han recogido selectivamente para su tratamiento, que ha sido de 37.913 toneladas.
Del total de residuos generados, 355.363 toneladas corresponden a la fracción resto (aquellos que no se recogen selectivamente), lo que supone un descenso con respecto a 2016 y mantiene la tendencia a la baja de los últimos cinco años.
Según los datos de la recogida selectiva, la mayoría de las fracciones han crecido. La de mayor volumen de toneladas vuelve a ser la de papel-cartón, de la que se recogieron 84.947 toneladas, 8.339 más que en 2016. Por detrás de ella se sitúan el vidrio (25.655 toneladas frente a las 25.355 del año pasado), los envases ligeros (16.913 toneladas, que suponen 952 toneladas más que en 2016) y residuos orgánicos (8.139 toneladas frente a 6.613 en 2016).
Los resultados en esta última fracción se han traducido en un aumento de la recogida selectiva para compostaje del 0,21%, ya que pasa del 1,14% de 2016 al 1,35% en 2017. La Diputación Foral de Bizkaia tiene entre sus prioridades incrementar aún más este porcentaje y para ello que viene desarrollando un importante esfuerzo en forma de ayudas a la implantación del quinto contenedor, que suman 4,6 millones de euros entre 2012 y 2017 y que han permitido que el contenedor marrón esté ya en 95 municipios. Este fomento de la recogida de orgánico se persigue también a través de iniciativas como la prueba piloto iniciada a finales del pasado año en Lea Artibai. Esta prueba piloto consiste en incluir en la recogida de orgánico restos de pescado y carne crudos y cocinados.
Por otro lado, los garbigunes de Bizkaia han recogido a lo largo de 2017 un total de 26.632 toneladas, depositadas por 265.263 personas usuarias.
Equivalencias
Teniendo en cuenta el balance de 2017, puede decirse que:
- Con los tratamientos realizados a la fracción resto, se consigue producir el 40% de la energía doméstica consumida en Bizkaia.
- Gracias al biorresiduo recogido y a la cantidad de compost generada, podrían abonarse 1.000 campos como el de San Mamés.
- Gracias a los envases ligeros recogidos en nuestro territorio, ahorramos el equivalente a 5,8 millones de litros de combustibles fósiles en un año.
- Gracias al vidrio reciclado en Bizkaia durante un año, se producen 20,3 millones de botellas, lo que equivale a 10 años de producción de txakoli en nuestro territorio.
- Sólo los residuos de construcción y demolición recogidos en los garbigunes durante un año podrían generar 5.000 focos de vertido incontrolado en el caso de no haber sido reciclados.
Elena Unzueta: “Alava y Gipuzkoa envidian nuestra gestión de residuos y playas”
EL CORREO
No es la voz del diputado general, pero sí de la Diputación. Y además lleva las riendas de un departamento que antes eran dos: Sostenibilidad y Medio Natural. Elena Unzueta repasa los retos de su negociado a punto de cruzar el ecuador de la legislatura.
Montes, playas, agricultura, ganadería, flora, fauna… Y portavoz foral. Un cóctel difícil de digerir.
Es un reto interesante. La fusión de los dos departamentos tiene mucho sentido, porque Agricultura y Medio Ambiente comparten el espacio que necesitamos cuidar.
¿Es la voz de Unai Rementeria?
No, soy la voz de la Diputación. La que traslada el trabajo de los equipos humanos de cada departamento. El trabajo oculto, no visibilizado y casi no reconocido del día a día.
¿Cuál ha sido la mejor noticia que le ha tocado dar como portavoz?
Han sido muchos los martes de sonrisa por hablar de proyectos en los que visibilizas el efecto que van a tener en la ciudadanía.
¿Y la peor?
La muerte de un trabajador de la sociedad pública Basalan. Fue un momento muy doloroso, muy duro.
¿Cómo es su relación con los portavoces de los grupos junteros?
Por encima de las siglas políticas están las personas. No existe una mala relación.
¿Y con los de las diputaciones de Álava y Gipuzkoa?
Coincidimos en eventos, y cuando nos encontramos los tres somos los del gremio, los que tenemos la antena abierta y una relación más cercana con los departamentos. Lo bueno de ser portavoz es que tienes acceso a todo lo que pasa en la Diputación.
¿Hay una lucha entre territorios por demostrar cuál es el mejor?
No. Te lo digo desde la vivencia de mi propio departamento, que también en las otras diputaciones está desdoblado. Tenemos algo que nos une, el programa de desarrollo rural a nivel europeo, y estamos siendo capaces de llegar a acuerdos. No es una cuestión de competir. Euskadi es muy pequeñito, pero la realidad de Bizkaia en ciertos temas es muy diferente a Álava o Gipuzkoa.
¿Qué problemas de medio ambiente preocupan en Bizkaia?
El tema estrella son los residuos. El objetivo era habilitar entre 2005 y 2016 infraestructuras que no había en Bizkaia, y ya tenemos las cuatro que marca Europa: la planta de tratamiento mecánico biológico, la de valorización energética, compostaje, vertedero… Pero hay margen de mejora. El reto es consolidarlas, aunque estamos en situación ventajosa, y así lo reconocen los territorios vecinos. Cuando te vienen a ver de Álava y Gipuzkoa siempre dices «tenemos que mejorar». «Sí, pero tenéis y nosotros no tenemos», contestan ellos.
¿Es lo único que reconocen?
En tema de playas tenemos un modelo que también en Gipuzkoa es algo a envidiar, y no es una competencia foral. «¡Qué suerte!», te dicen. Pues sí, pero es que la Diputación invierte 5,5 millones cada año que deberían pagar los ayuntamientos. El sistema está muy bien valorado, y queremos mantenerlo. No dar ni un paso atrás. Decreto para zonas naturales
En materia de reciclaje, lo dijo Rementeria, nos hemos relajado.
Cada vez hay más gente que tiene los cinco contenedores en casa. La cuestión está en que se usen bien. Espero que el llamamiento del diputado general dé sus frutos.
¿Piensa realmente que los vizcaínos se van a implicar?
Para motivar a la población lo mejor es que sepan que si yo, como ciudadano, reciclo perfectamente, mi ayuntamiento, al que estoy pagando muchos impuestos, obtiene beneficios por eso que deposito. Y si lo hago bien voy a echar mucho menos en el contenedor de restos, y así mi ayuntamiento tendrá que pagar menos por el tratamiento. Vamos a pensar con la cabeza y el corazón. Hay que cambiar el chip.
Con el verano las áreas recreativas se saturan.
Las 70 áreas naturales del territorio precisan de una gestión similar a las playas. Los ayuntamientos nos transmitían situaciones que podían poner en peligro o generar conflictos personales e incluso ambientales. Estamos trabajando en un nuevo decreto que va a regularlas. Por ejemplo, para limitar la entrada de vehículos a motor o a tracción, impedir que se haga fuego fuera de las barbacoas…
Sólo tres playas vizcaínas –Ereaga y Arrigunaga, en Getxo, y la de Ea– tienen bandera azul. ¿Es cuestión de dinero?
Esta Diputación no apuesta por las banderas azules, sino por una gestión de la calidad en esas playas.
La huelga de la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) impidió en 2016 lograr el objetivo de tratamiento de basuras. ¿Se han tomado medidas contra la UTE?
No se cumplió al 100% por la huelga, que es un derecho de los trabajadores. Por una cuestión ajena.
¿Cómo va la ampliación del vertedero de Artigas?
Bien. Este año podrá recuperar la actividad.
El sector lácteo está bajo amenaza por la macroexplotación lechera proyectada en Soria.
Las noticias son dudosas, pero es un riesgo para el sector. Tenemos que preocuparnos, pero también ocuparnos y hacer un llamamiento a la ciudadanía. Siempre insisto en que consumir leche de Bizkaia supone mantener el empleo.
Cada vez más jóvenes apuestan por la agricultura ecológica para llevar un sueldo a casa.
La gente que se incorpora al sector lo hace en agricultura ecológica y está llegando muy bien a los mercados. Lo que choca con los principios de agricultura son los huertos lúdicos. Si yo, no profesional de la agricultura, en mi tiempo de ocio tengo acceso a un terreno para cultivar voy a dejar de comprar al profesional. No es nuestro objetivo.
El dopaje en pruebas deportivas con animales les ha puesto en jaque. ¿Ha habido más expedientes?
En agosto de 2017 se aprobó un decreto para regularlo. Que un animal dopado pudiera llegar al matadero, a la carnicería y a las casas era un riesgo. Y luego estaba el maltrato animal. Desde que entró el vigor el decreto se han detectado cuatro casos de dopaje, y hay cuatro expedientes abiertos. El último en noviembre.
¿Qué opina del posible cobro de un peaje por entrar a Bilbao?
Por lo que sé es una idea que se baraja. Vamos a ver lo que se decide.
Desde el punto de vista del medio ambiente tiene sentido.
También que hagamos uso del transporte público. Me corresponde animar a la ciudadanía a que lo utilice. O que el que pueda vaya en bici o a pie a su trabajo. Eso sí que son medidas ambientales efectivas.
Un informe europeo alerta de la necesidad de clarificar conceptos sobre economía circular
RESIDUOS PROFESIONAL
El estudio fue publicado por el Centre for European Policy Studies (CEPS) el pasado 8 de abril y aborda las carencias de la UE para poder hacer de la Economía Circular más que un concepto y poderlo “aterrizar en la realidad”.
La Economía Circular supone un giro de 180ª a la cultura de economía lineal que se instaló con la Revolución Industrial, la cual generó y sigue generando una serie de impactos que aún nos cuesta asumir y asimilar. En realidad, la economía circular propone un modelo que asimila los límites biofísicos del funcionamiento de la economía lineal y es por esta razón que supone un cambio de paradigma.
El CEPS ha querido revisar lo escrito relativo al concepto de Economía Circular para comprender su evolución desde un punto de vista histórico, sus distintas dimensiones, las expectativas que genera, así como los procesos en que se ve implicada y sus distintas aplicaciones por sector.
El informe deja claro que la Economía Circular se ve fragmentada a través de distintas disciplinas y que por esta razón existen distintas perspectivas e interpretaciones del concepto, así como de los aspectos que requieren una evaluación. Esta fragmentación es evidente y llega incluso a suponer distintas aproximaciones sobre el cálculo de los impactos, lo cual dificulta también la comparativa de resultados provenientes de distintas fuentes. A su vez, se percibe que existe poca información sobre los efectos indirectos sobre la economía (por ejemplo, sobre la cadena de valor o sobre los cambios de patrones de conducta de los consumidores), así como los efectos sociales de los impactos que se generan en la transición hacia una Economía Circular.
Traducimos aquí las principales conclusiones del informe que ya hemos adelantado en parte de la introducción:
- La Economía Circular ha logrado un amplio atractivo entre los sectores académico, político y empresarial, pero su interpretación y aplicación han sido muy diversas. Aunque algunas definiciones e interpretaciones se centran en aspectos de recursos físicos y materiales, otros van más allá y discuten una importante transformación del sistema económico que involucra a varios sectores y temas que van más allá de los recursos materiales y los residuos.
- Los estudios disponibles adoptan diferentes enfoques al calcular el impacto, lo que dificulta la comparación de resultados de diferentes fuentes.
- Existe una necesidad a nivel de la UE de una mayor claridad sobre las áreas y sectores que entran en el ámbito de la Economía Circular. Esto puede ayudar a evitar la confusión, así como apoyar la preparación de estudios que proporcionen mensajes consistentes acerca de los efectos potenciales que podría generar la Economía Circular.
- Para evitar mensajes simplistas, para cada caso de aplicación de un proceso de Economía Circular a un sector, hay que considerar cuidadosamente todos los parámetros que pueden desempeñar un papel en la sostenibilidad global del proceso circular que ha de reemplazar un proceso lineal.
- Es importante proporcionar claridad sobre el impacto neto esperado en el empleo en los diferentes sectores. Esto también ayudaría a los responsables de la formulación de políticas a diseñar medidas de política transitorias bien dirigidas para gestionar los impactos negativos.
- Si bien los efectos sobre el empleo de la Economía Circular en términos del número de empleos han sido analizados en diversos estudios, las evaluaciones de otros impactos sociales y de empleo parecen estar menos presentes en la literatura.
- Es necesario comprender los efectos indirectos sobre la economía (por ejemplo, los impactos en la cadena de valor y/o los cambios en los patrones de consumo) para estimar los impactos globales a nivel de la UE o nacional.
Como ya hemos comentado anteriormente, en las últimas décadas se han desarrollado distintas disciplinas que han influido tanto en la comprensión como en la interpretación de la Economía Circular, como son, por ejemplo, la ecología industrial –también conocida como simbiosis industrial– el diseño de la cuna a la cuna (cradle-to-cradle), sistemas de producto-servicio (también conocido como servitización) o la economía azul.
Los procesos más claramente identificados dentro de la Economía Circular son:
- El reciclaje.
- La eficiencia en el uso de los recursos.
- El uso de las energías renovables.
- La remanufacturación, renovación y reutilización de productos y componentes.
- La durabilidad de los productos.
- La servitización.
- Modelos compartidos.
- Cambio de patrones de consumo.
En el informe, se aprecia que un mismo producto o servicio pueden darse a la vez varios de estos procesos.
Sin embargo, aún falta información sobre los distintos impactos que suponen estos procesos aunque, como indica la literatura estudiada en este informe, estos procesos tienen un potencial significativo para proporcionar beneficios económicos, ambientales y sociales.
La Economía Circular es un concepto complejo y, según los autores de este informe, es improbable que en el corto plazo pueda haber un consenso internacional sobre su significado. A pesar de ello, a nivel de la política de la UE, es posible que haya una mayor claridad sobre las áreas y sectores que pueden caber dentro del ámbito de la Economía Circular. Esto puede ayudar a evitar confusiones y apoyar la preparación de estudios focalizados y evaluaciones de impacto que proporcionarán mensajes consistentes sobre los efectos potenciales.
La industria medioambiental vasca factura 3.556 millones y ya representa el 5,3% del PIB
RESIDUOS PROFESIONAL
Las empresas pertenecientes a la asociación clúster de industrias de medio ambiente de Euskadi (Aclima) facturaron en 2016 un total de 1.818 millones de euros, lo que supone un 1,6% más que en el ejercicio anterior. Esta cifra supone más del 50% de la facturación de la industria medioambiental vasca, un sector en crecimiento que en 2016 facturó 3.556 millones de euros (frente a los 3.500 de 2015) y que representa ya el 5,3% del PIB de Euskadi.
“El momento de recuperación que vivimos gracias al incremento de la actividad industrial ha hecho que se alcance nuevamente el nivel de facturación de 2008″, señaló ayer en rueda de prensa Xabier Caño, presidente del clúster formado por 96 socios (71 empresas privadas, 16 entidades e instituciones públicas, 4 centros tecnológicos y centros de empresas, 4 universidades y una asociación empresarial) que trabajan en el sector ambiental.
Desde 2012 se han incorporado 35 nuevas empresas en Aclima, que han reforzado algunas áreas estratégicas como el ciclo integral del agua o empresas que trabajan por la Economía Circular.
En la actualidad, las empresas vascas asociadas cuentan ya con 4.700 profesionales en áreas medioambientales y los socios tienen presencia en 38 países, a través de delegaciones o por la ejecución de proyectos concretos. La actividad exportadora sigue creciendo y alcanza una media del 20% del total de la facturación. Este porcentaje se incrementa notablemente en las empresas fabricantes de equipos o los gestores de residuos que operan en el mercado de materias primas recicladas.
Por área geográfica, los países con una mayor presencia fuera de Europa son, México y Colombia. “Si bien los países latinoamericanos han sido el mercado natural para las empresas del sector a la hora de iniciarse en la internacionalización, y continúan siendo los países donde las empresas cuentan con mayor presencia internacional, actualmente se está pivotando hacia Asia y Oriente Medio, áreas geográficas donde se está incrementando notablemente las inversiones en infraestructuras y políticas ambientales“, apuntó Kristina Apiñaniz, directora general de Aclima, quien destacó que el cluster cuenta con empresas líderes a nivel europeo en la gestión de residuos industriales.
Proyectos destacados
Entre los proyectos de internacionalización más importantes para este año, la asociación destaca la coorganización, junto con la asociación colombiana de ingeniería sanitaria y ambiental, del Congreso Acodal del 31 de mayo al 2 de junio en Cartagena de Indias, así como un estudio de viabilidad sobre la posibilidad de construir un polo de tratamiento de residuos industriales en México para un grupo de socios con experiencia, interés y capacidad para invertir en plantas de gestión y tratamiento de determinadas corrientes de residuos industriales, como residuos hidrocarburados, lodos y cenizas de origen industrial, aceite vegetal usado, baterías, pilas, plásticos, etc.
En el área de Innovación, el principal proyecto en el que trabaja Aclima es la red EBAN, una iniciativa que pone en contacto a los socios con capacidad e interés en invertir en nuevas oportunidades de negocio con los proyectos e iniciativas de emprendizaje relacionadas con el sector medioambiental, identificadas a través de la participación en diferentes foros y redes.
Desde el inicio de este proyecto, hace ya casi 3 años, 70 proyectos han sido analizados y presentados al grupo de inversores. “Nos consta que al menos uno de los proyectos se va a convertir en breve en una instalación industrial, relacionada con la remanufactura, que creará 18 empleos directos para 2017 y 39 para finales de 2018″, apuntó Kristina Apiñaniz.
Colaboración público-privada
Dado que en Aclima confluyen socios públicos y privados, uno de los principales valores que ofrece el clúster al sector medioambiental es el impulso a la colaboración público-privada, necesaria para que las iniciativas de las diferentes Administraciones estén alineadas con las capacidades, necesidades e intereses de las empresas.
En este ámbito, destacan las mesas formadas por técnicos de Gobierno Vasco y de las empresas socias del clúster para abordar retos como la fiscalidad ambiental y las tasas al vertido de residuos y extracción de áridos, el proceso de análisis y remediación de suelos contaminados y la valorización de determinadas corrientes de residuos, como los lodos de depuradora o los residuos de construcción y demolición.
Nuevas áreas de especialización
Aclima nació hace 20 años centrado en las áreas de residuos, aguas y ecodiseño, y con el tiempo ha ido posicionándose en nuevas áreas que requieren de una importante especialización tales como las relacionadas con el cambio climático, los ecosistemas y los suelos contaminados.
“La mayor preocupación por el medioambiente y una legislación cada vez más exigente están haciendo surgir además nuevas áreas con una alta especialización técnica”, explica Xabier Caño, quien entre ellas cita el REACH (relacionado con la protección de la salud humana y el medio ambiente contra los riesgos que pueden presentar los productos químicos) y los BREF (relacionado con el control de las emisiones industriales), que exigen la utilización de las mejores técnicas disponibles y por tanto las menos contaminantes.
El avance de lo que se conoce como Industria 4.0, añade, ha hecho surgir además “nuevas áreas que requieren de una elevada especialización para la aplicación de las tecnologías de la información al sector medioambiental”. Uno de los proyectos de innovación más importantes en los que está participando el clúster es de hecho el proyecto europeo Waste4Think, que se basa en la validación de la aplicación de diferentes tecnologías innovadoras al sector de la gestión de los residuos urbanos.
Una planta de residuos abastecerá la calefacción a un distrito de Estocolmo
GESTORES DE RESIDUOS
Steinmüller Babcock Environment, empresa alemana de fabricación de equipos de energía para tratamiento de residuos, ha obtenido un contrato para construir la caldera de una nueva planta de residuos en el noroeste de Estocolmo.
Con una potencia de 100 MWth, la planta suministrará el 80% de las necesidades anuales de calefacción de la red de calefacción urbana de E.ON en Högbytorp. La puesta en marcha del servicio está prevista para finales de 2019 y en ese momento la central tratará los residuos municipales e industriales con los que suministrará electricidad y calefacción urbana a la región.
La planta de Högbytorp es parte de una iniciativa para el desarrollo sostenible del distrito urbano de Järfälla y Upplands Bro en el noroeste de Estocolmo y será una de las mayores plantas de utilización de residuos térmicos en Suecia.
El Parlamento Europeo votará por aumentar los objetivos de reciclaje para 2030 hasta el 70%
RETEMA
El Parlamento votará el 14 de marzo de 2017 cuatro normativas sobre la gestión de residuos, principalmente los que se generan en hogares y pequeños negocios, que representan el 8 por ciento del total de la basura de la Unión Europea. Aumentar las tasas de reciclaje en la UE, limitar la existencia de vertederos, muy perjudiciales para el medio ambiente y la salud, y reducir los desechos de alimentos, son los principales asuntos que se abordarán en esta etapa.
Pasar de una economía lineal, en la que producimos, consumimos y generamos residuos, a una economía circular, en la que después de consumir, reutilizamos, recogemos y reciclamos o reparamos, requiere que las tasas de reciclaje de la Unión Europea sean mayores.
En 2014, España solo recicló el 31% de su basura, por debajo de la media de la UE, del 44%, y acumuló en vertederos un 58% de los residuos, también inferior a la media comunitaria, del 31%.
El vertido de residuos es la opción más barata pero también es la más nociva para el medio ambiente y para la salud. Por eso es necesario reducirlo al máximo y promover mejores prácticas en la gestión de residuos: incinerar, reciclar, reutilizar o reparar.
Una acumulación baja de residuos en vertederos suele implicar altos niveles de reciclaje. Cuantos menos residuos vierta un país, más tiende a reciclar y, por lo tanto, más cerca está de un modelo de economía circular. Este modelo ayudará a crear puestos de trabajo relacionados con el sector como diseño ecológico, reutilización, reparación y recogida.
Por otro lado, aunque la incineración es la mejor alternativa al vertido de residuos, una excesiva tasa de incineración puede dar lugar a menores niveles de reciclaje. Algunos países, como Finlandia y Dinamarca, tienen índices muy altos de incineración porque utilizan este método para gestionar los residuos y producir energía. Por lo tanto, esta nueva normativa podría tener impacto en las prácticas de estos países.
La propuesta de la Comisión Europea
La Comisión Europea ha propuesto que la UE alcance una tasa del 65% de reciclado en 2030 y limite el vertido de residuos al 10% para el mismo año. Sin embargo, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo aboga por objetivos todavía más ambiciosos: conseguir el 70% de reciclaje y llegar a un máximo del 5% para el vertido.
El pleno del Parlamento Europeo se pronunciará el 14 de marzo sobre este conjunto de medidas. Se trata de cuatro directivas centradas en la gestión de residuos, los vertederos, el empaquetado, y los vehículos, las baterías y acumuladores, y los residuos de equipamiento electrónico.
36 proyectos de economía circular podrían llegar a reciclar más de 250.000 toneladas de residuos en Euskadi
RESIDUOS PROFESIONAL
El informe, publicado bajo el título “36 proyectos demostración de economía circular en el País Vasco: resultados de iniciativas empresariales”, señala que los proyectos subvencionados podrían llegar a generar más de 150 puestos de trabajo y reciclar más de 250.000 toneladas de residuos.
Entre las conclusiones que apunta el informe destacan entre otras, la necesidad de desarrollos adicionales en un 47% de los proyectos; la relevancia que tiene en este tipo de proyectos la colaboración público-privada para acceder al mercado en el 56% de los casos; y la confirmación de que la recuperación de productos y componentes genera mayor valor añadido que la recuperación de materiales.
En el desarrollo y ejecución de los proyectos han participado más de 85 empresas con una relación coste-efectividad de las ayudas prestadas de 21€ invertidos anualmente por las empresas por cada euro público gastado. De completarse con éxito los proyectos subvencionados de economía circular se espera obtener un potencial de ahorro de materiales de 276.000 toneladas de materiales/año, una facturación de 38,7 MM de €/año y la creación de 156 nuevos empleos.
Asimismo destaca que el 92% de empresas participantes están satisfechas con la convocatoria de ayudas, y la elevada interrelación que se ha establecido entre los sectores del metal y de la construcción, ya que entre ambos sectores concentra el 45% de todos los proyectos.
Este informe se completará próximamente con la publicación de una ficha técnica explicativa de cada uno de los 36 proyectos de economía circular puestos en marcha.
La sociedad pública Ihobe tiene previsto realizar una nueva convocatoria de ayudas para la realización de proyectos similares a partir de la primavera.
De la economía lineal a la circular: un cambio necesario
EL DIARIO
Si el consumo continúa aumentando como en los últimos años, en 2050 la población del planeta necesitaría tres veces más cantidad de materiales y un 70% más de alimentos. Solo en los próximos 20 años la necesidad de agua y energía será un 40% mayor. Esta carrera impactará de lleno sobre una industria europea en la que el 40% de sus costes totales se deben a las materias primas -frente a un 20% de los laborales- y en un mercado de “commodities” en el que se ha producido un incremento anual en los precios del 6%, desde el año 2000. Pero no son solamente el petróleo o el gas los recursos considerados críticos, sino también otros, que son suministrados a la industria europea, como el Antimonio, Galio, Germanio, Talio o Platino, y que presentan graves riesgos.
El cambio climático y la protección de la biodiversidad conllevan aún más retraso en la adopción de políticas globales decididas. La Unión Europea adoptó el objetivo 20-20-20 (reducción del 20% en consumo energético y en gases efecto invernadero, incrementar hasta un 20% las renovables) como etapa intermedia hacia una región descarbonizada en la que a 2050 se plantea objetivos de reducción del 85-90% de gases de efecto invernadero respecto a 2005.
La UE ha puesto en marcha distintas iniciativas para afrontar de forma integrada algunos de los grandes retos derivados de los problemas ambientales y de competitividad de la industria europea. La “Hoja de Ruta hacia una Europa Eficiente en el Uso de Recursos”, enmarcada en la Estrategia Europa 2020 de la Comisión Europea, establece acciones para la estimulación del mercado de materiales secundarios y la demanda de materiales reciclados ofreciendo incentivos económicos y desarrollando criterios para determinar cuándo un residuo deja de serlo.
La otra gran iniciativa europea se denomina “Una política industrial integrada para la era de la globalización” establece seis líneas prioritarias de actuación entre las que destaca una ‘Política industrial sostenible, construcción y materias primas’ que impulsa, entre otros, el “desarrollo de mercados del reciclaje estables y regímenes en materia de responsabilidad ampliada de los productores, como medio para avanzar hacia una economía circular”.
Todo esto tiene que ver con el Plan de Residuos 2017-2027 de Navarra que fue abordado en la jornada celebrada el pasado 21 de febrero en Baluarte, en Pamplona, con presencia de los máximos responsables medioambientales del Gobierno de la comunidad foral, y que giró en torno a tres temas: la nueva Ley de Residuos que se definirá este año 2017; la recogida y gestión de la materia orgánica; y la prevención y reciclado de alta calidad.
Sin duda, la necesidad de aprobar una ley que promueva la economía circular y desincentive la eliminación, supone extender el ciclo de vida de los productos mediante reparaciones, reutilización y rediseño de artículos. Pero, también, y tal como fue subrayada en la jornada, la ley garantizará una adecuada gestión de los residuos domésticos y comerciales, de tal modo que la recogida selectiva de la materia orgánica -supone el 45% del total de los residuos municipales- se despliegue a toda la población navarra en 2027, de forma que la recogida de forma selectiva alcance el 65% del total de los desechos. Además, se pretende que se trate el 100% de la fracción resto y se alcance el vertido cero sin tratar, erradicando el vertido directo de residuos en toda Navarra.
Los ambiciosos objetivos establecidos por Europa en relación con la recogida selectiva de residuos y el reciclado -el Parlamento Europeo abordará el próximo marzo la subida de la tasa del reciclaje al 70% en 2030-, exigen hacer las cosas de otra manera a lo que se ha venido haciendo hasta hace poco. Es necesario pasar de la actual Economía lineal de “tomar, hacer, desechar”, reflejo de una época en que los recursos y la energía se creían ilimitados y eran fáciles de obtener y no había conciencia de las graves consecuencias medioambientales, a una Economía circular que pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento, o lo que es lo mismo se cambie la mentalidad pensando en los residuos como recursos, aprovechándose una y otra vez en un proceso cíclico.
En este sentido, la fiscalidad es un aspecto fundamental, ya que el pago por generación supone que el ciudadano o la ciudadana pueda ver realmente como afecta a su economía el tener un hábito de menor generación de residuos y reciclado, u otro, y ello deberá de reflejarse en la nueva ley Foral de Residuos.
Bizkaia habilita sus puntos limpios para la recogida de envases fitosanitarios
RESIDUOS PROFESIONAL
La Diputación Foral de Bizkaia ha puesto en marcha esta semana la recogida de envases de productos fitosanitarios en nueve de los 23 garbigunes (puntos limpios) del territorio, con el objetivo de mejorar la gestión de este tipo de residuos y, al mismo tiempo, ofrecer un mejor servicio al sector agrario vizcaíno. En concreto, este nuevo servicio se prestará en las instalaciones de Karrantza Harana, Güeñes, Santurtzi, Derio, Mungia, Gernika, Durango, Markina e Igorre.
Este nuevo sistema de recogida y gestión persigue también preservar el medio ambiente reduciendo la contaminación ambiental, realizar una gestión adecuada de este tipo de residuos y dar una solución a la eliminación incontrolada o el abandono de los mismos.
En los garbigunes habilitados se ha instalado un módulo específico para esta recogida en el que se podrán depositar tres tipos de envases fitosanitarios: los que estén vacíos (aquellos en los que el producto se ha utilizado en su totalidad y se ha efectuado el triple enjuague en la explotación), que se recogen con un sistema de ‘big bag’; los que contengan restos sólidos, y los que tengan restos líquidos (en ambos casos, la recogida se hace en bidones específicos).
Los envases que se pueden depositar son aquellos que hayan contenido raticidas, herbicidas, insecticidas (no aerosoles), fungicidas, acaricidas y molusquicidas. No se admitirán envases de productos zoosanitarios para el ganado, aerosoles o envases de abonos, aceites, detergentes, ni otros residuos.
El personal de los garbigunes ha recibido la correspondiente formación para la realización de esta recogida y se ha establecido un protocolo de actuación en torno a la misma, que incluye que serán estos profesionales los que indiquen al usuario en qué contenedor del módulo debe depositar los envases.
Desde la puesta en marcha de este nuevo sistema se han eliminado los puntos de recogida existentes en las cooperativas de Mungia, Lezama, Karrantza Harana, Gernika, Igorre y Abadiño.
Vertederos: una fuente de emisiones que multiplica por 19 al de las plantas de valorización energética
RETEMA
La eliminación de residuos en vertedero genera muchas más emisiones de CO2 que la valorización energética. Así se recoge en un estudio elaborado por G-Advisory, del grupo Garrigues, en el que se analizan los impactos socioeconómicos y ambientales de la valorización energética de los residuos urbanos en España y Andorra, concluyendo que los vertederos emiten anualmente casi 11 millones de toneladas de CO2 equivalente, 19 veces más que las plantas de valorización energética. En dicho documento se precisa que, por tonelada tratada, el vertido genera un 53% más de emisiones brutas que la valorización energética y un 175% más de emisiones netas.
La Asociación Española de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (AEVERSU), que aglutina a 11 plantas (10 en España y 1 en Andorra), quiere poner de relieve estos datos con motivo de la reciente conmemoración (28 de enero), del Día Mundial de la Reducción de Emisiones de CO2, una efeméride a través de la cual se hace un llamamiento a la concienciación y sensibilización de la sociedad en torno a las negativas consecuencias que el cambio climático tiene para la vida en el planeta y la necesidad de hacer frente al mismo con medidas que apuesten firmemente por la eficiencia energética, por el desarrollo de energías renovables y el empleo de combustibles más limpios, por la racionalización del consumo, por mejoras en el transporte y una correcta gestión de la basura, haciéndola más sostenible.
En este sentido, cabe señalar que la Cumbre de París supuso un hito, logrando que 195 países, entre ellos China y Estados Unidos, hubiesen alcanzado un ambicioso acuerdo con el que se pretende limitar el aumento de la temperatura de la Tierra a menos de 2ºC, comprometiéndose los firmantes a realizar esfuerzos para “limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados en comparación con la era preindustrial”.
Valorización energética vs vertedero
Además de otras ventajas propias de la valorización energética sobre el vertido, resulta evidente que, en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, ésta se presenta como opción claramente mejor. De hecho, la eliminación en vertedero ha sido calificada por la normativa vigente como la alternativa menos deseabledebido a su negativo impacto sobre el entorno y la salud, presentando otros inconvenientes tales como ocupación de mayores extensiones de suelo, con los consiguientes efectos a nivel medioambiental y paisajístico; mayor producción de lixiviados, con el riesgo asociado de un incremento en niveles de contaminación, debiendo ser monitorizados y gestionados durante décadas; y la generación de biogás procedente de la degradación anaerobia de la materia orgánica, que no siempre puede ser valorizado energéticamente debido, entre otros factores, a las condiciones de degradación de la materia orgánica, el tamaño del vertedero, la accesibilidad de conexión a la red, las tipologías de residuos vertidos en los mismos a lo largo del tiempo, la temperatura y el nivel medio de precipitaciones anuales.
Asimismo, cabe señalar que, en el caso de la valorización energética, la recuperación de materiales está garantizada, con la particularidad de que la energía producida en forma de calor y electricidad se configura como un sustituto efectivo de los combustibles fósiles. Por otro lado, es necesario destacar que el 50% de la energía producida en las plantas de valorización energética es de carácter renovable.
Y aquí es preciso recordar la alta dependencia energética exterior de España. Según el estudio de G-Advisory, durante el período 2008-2012, el 77% de la energía primaria no renovable fue comprada fuera de nuestras fronteras y, en particular, el 99% del petróleo, circunstancia que trae consigo un considerable coste económico para el sector público y privado.
Por su parte, la disposición de las mejores tecnologías disponibles permite a las plantas de valorización energética cumplir escrupulosamente con la legislación vigente, mucho más rigurosa que la que rige para otras infraestructuras industriales e incomparablemente más exigente que la aplicable a los vertederos, complicándose en muchas ocasiones el control de los mismos debido a su extensión y configuración geológica. Se trata de instalaciones finalistas en donde los residuos quedan enterrados de forma permanente, por lo que el impacto perdura en el tiempo.