Gipuzkoa pide ayuda a Cantabria para verter basura en Meruelo

30 January, 2016 adclick Sin categoría

 

DIARIO MONTAÑÉS

El SOS a Cantabria llega desde el Gobierno foral de Gipuzkoa. La situación límite de su vertedero de Azpeitia que dejará de prestar servicio para todo el territorio el próximo 3 febrero, ha encendido todas las alarmas y ha obligado a las autoridades vascas a solicitar ayuda con urgencia a la comunidad autónoma cántabra. Tan fácil como que a partir del miércoles requerirán de una instalación en la que depositar la llamada ‘fracción resto’ de sus basuras, es decir los desechos inertes una vez separados de los orgánicos. La necesidad es extrema y de ahí la premura con la que ayer mismo el consejo de administración del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) aprobó cerrar un acuerdo con la sociedad pública cántabra Mare para utilizar las instalaciones de Meruelo. Aunque la necesidad real no está concretada, se apunta que se precisaría enviar al vertedero cántabro unos 20-25 camiones al día; y se añade que esa situación se puede mantener por espacio de tres-cuatro años hasta que Gipuzkoa cuente con una nueva instalación (la opción preferida es construir una planta en Zubieta que no estaría en servicio hasta 2019).

Aunque la petición vasca adquiere ahora carácter de emergencia, ni el Ejecutivo cántabro ni Mare ha recibido todavía una propuesta formal. Fuentes de Medio Ambiente confirmaron que se vienen manteniendo conversaciones desde hace meses para poder dar respuesta «a la grave situación en Gipuzkoa». Para Cantabria se trataría de atender «una petición por solidaridad entre autonomías» y al tiempo supondría «una oportunidad de negocio para Mare al incorporar a un nuevo cliente».

Tanto los técnicos de la sociedad pública cántabra como los de la Dirección General de Medio Ambiente ya han evaluado el impacto que supondría satisfacer la demanda vasca. La estimación inicial es que Meruelo acogería anualmente unas 50.000 toneladas procedentes de Gipuzkoa, por lo que en cuatro años se llegaría a las 200.000 toneladas. Con esos depósitos añadidos, el tiempo de vida de Meruelo, calculado en unos catorce años, apenas se resentiría ya que se reducirá en unos 24 meses. En contraprestación a ese servicio, Mare podría ingresar anualmente entre 2 y 3 millones de euros (dependiendo del precio final que se pacte), lo que ‘daría vida’ a una sociedad que en los últimos años marca sus balances por pérdidas millonarias que han requerido el rescate desde el Gobierno de Cantabria vía transferencias de capital. Además, se da por hecho que la llegada de este ‘inesperado cliente’ también tendrá un efecto directo sobre la creación de empleo para cubrir la demanda del nuevo tráfico. En palabras empleadas desde Medio Ambiente, se trata «de ser solidarios y además convertir en dinero la basura de otra autonomía que nos pide ayuda». En todo caso, los residuos se depositarían directamente ya que no se trata de desechos que precisen tratamiento.

El director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio, confirmó que se han mantenido conversaciones con el Gobierno foral vasco, pero añadió que todavía no se ha adoptado decisión alguna ya que «no hay petición formal». Medio Ambiente tampoco había recibido ayer ninguna notificación sobre el acuerdo in extremis del Consorcio vasco. En el Ejecutivo bipartito se espera que sea mañana cuando definitivamente las autoridades vascas transmitan por escrito esa petición de auxilio y concreten sus necesidades reales. «Inicialmente –reiteraron fuentes cántabras– hemos contemplado una carga de 50.000 toneladas al año».

La decisión de la sociedad mercantil vasca GHK se adoptó ayer tras confirmarse el cierre parcial del vertedero de Lapatx (Azpeitia). Aunque no está colmatado, su propietario, la Mancomunidad de Urola Medio, ha adoptado de la decisión de impedir todo vertido que no proceda de sus propios municipios; es decir, a partir del 3 de febrero solo admitirá residuos de los ayuntamiento de Aizarnazabla, Azkoitia, Azpeitia, Beizama, Bidegoian y Errezil. Con esa decisión el resto del territorio guipuzcoano se queda sin vertedero.

Fuentes de la Diputación guipuzcoana y el propio Consorcio recordaron ayer que se había solicitado una «moratoria» para el uso de la infraestructura, pero esa petición ha sido desestimada. Además, apuntaron que el convenio previsto era viable y derivaría en una ampliación del vertedero de Lapatx, «pero no ha sido posible por problemas políticos». Las mismas fuentes aseguraron que esa actuación para alargar la vida de la instalación disponía de informe técnicos y financiación.