La calidad del aire mejoró significativamente en el Gran Bilbao en la última década
DEIA
Así lo ha expuesto hoy el viceconsejero de Medio Ambiente, Josean Galera, y la directora de Medio Ambiente, Alejandra Iturrioz, que han recalcado en todo caso que los niveles de contaminación del aire en Euskadi siempre han estado por debajo de los límites legales.
“El tráfico es el principal caballo de batalla”, ha expuesto Galera y precisamente por ello es la zona metropolitana de Bilbao la que presenta una peor calidad del aire, aunque esto ocurre “sólo en puntos y en franjas horarias concretas” en las que se concentran los desplazamientos en coche.
No obstante, la contaminación del aire en el Gran Bilbao está lejos de la registrada en los 80, gracias a la construcción del metro, el desarrollo de las rutas en autobús y la mejora de los motores de los propios vehículos, que ahora generan menos emisiones.
De cualquier manera Galera ha asegurado que la calidad del aire en Euskadi es buena. En una escala en la que el cero significa ausencia de contaminación y el diez simboliza a una urbe con el aire irrespirable, Euskadi se sitúa en el uno y sólo el Gran Bilbao alcanza el tres en algunos momentos concretos, según ha señalado el viceconsejero.
El Gobierno vasco centra sus esfuerzos en este ámbito en una movilidad más sostenible que pase por el fomento y desarrollo del transporte público, por el transporte de mercancías por tren -para lo que será fundamental la “Y” vasca-, por peatonalizar determinadas zonas urbanas y por favorecer el uso de la bicicleta en trayectos cortos.
El otro gran contaminador del aire, el sector industrial, ha reducido sus emisiones de forma paulatina entre 2001 y 2011, especialmente a partir de 2007. Ello se debe a la introducción de nuevas tecnologías en los procesos de fabricación, a la instalación de filtros y otras medidas correctoras y también a las exigencias normativas que se han ido adoptando a lo largo de los años.
“El sector industrial ha hecho sus deberes”, ha proclamado Galera, quien no cree que la recuperación de la actividad económica una vez superada la crisis vaya a suponer un incremento de la contaminación del aire porque “el tejido económico vasco es absolutamente responsable con el medio ambiente”.
El Gobierno vasco cuenta con 54 estaciones fijas de medición de la calidad del aire y 5 equipos móviles, a los que suman otras 13 estaciones fijas de titularidad privada.
En todo caso, Galera ha avanzado que el Ejecutivo trabaja en la “modernización” de esta red de medición y que ello implicará una reducción de los equipos, así como su homogeneización.