“La economía circular puede ser la salida a la crisis de Euskadi como fue la energía eólica o la aeronáutica”

17 August, 2017 Zabalgarbi Zabalgarbi Noticias EN

NOTICIAS DE GIPUZKOA

La primera baldosa fabricada con material 100% reciclado que supera en rendimiento a las de cerámica y madera tiene origen guipuzcoano. La empresa Eko-Rec de Andoain, con una plantilla de 115 personas y 18 millones de euros de facturación, da así una nueva vuelta de tuerca al reciclaje y demuestra que puede ser una actividad económica rentable y con gran futuro, tal y como reitera siempre que tiene ocasión su director general, Santiago Barba.

Nacieron en 2012, en plena crisis económica, pero su evolución ha sido constante y positiva. ¿Cuál es la fórmula?

-Nosotros apostamos por utilizar todos los activos industriales que había aquí, creamos la empresa y acordamos con los trabajadores una fórmula de arranque de la actividad que nos permitiera a todos apostar por el proyecto. Poco a poco hemos ido creciendo y nos ha permitido ir consolidando la situación. Es complicado, pero se puede.

Una vez superada, al parecer, la etapa más crítica, ¿consideran que deben cambiar aspectos de la gestión realizada hasta ahora?

-Es diferente cuando se gestiona en crisis y cuando no, sobre todo porque cuando estás en una crisis muy dura primero tienes que convencer a clientes, instituciones, banca, de que tiene sentido el proyecto. Cuando las cosas empiezan a ir mejor, es el mercado el que demanda producto y siempre es más fácil. Pero sigue siendo complicado porque, aunque empezamos a repuntar, todavía no hemos salido de la situación de crisis. Ahora lo bueno es utilizar las ventajas de lo que hemos aprendido de estos años, consolidar el empleo que hemos creado y las relaciones con los proveedores y con los clientes, y empezar a invertir para desarrollar el futuro.

¿Por qué el reciclaje?

-En Gipuzkoa la economía circular es un tema en ebullición, y ya hace años se veía que, al igual que Euskadi salió de la crisis de los 80 con la aeronáutica y la energía eólica, en la actual una de las grandes salidas puede ser la economía circular.

¿Cuáles son los principales clientes con los que trabajan?

-Tenemos dos mercados radicalmente diferentes, el del envase que es fundamentalmente alimentación, y el de la fibra de poliéster, que es en un 90% para la automoción. Respecto al primero, se trata de un mercado bastante atomizado mientras que en el segundo los principales clientes son los Tier II y Tier III. Nosotros aquí fabricamos fibra para 1,5 millones de coches al año, lo que quiere decir que trabajamos para absolutamente toda la gama de vehículos europea, desde el Kia hasta Mercedes, y el grueso del negocio se basa en la exportación.

¿Qué porcentaje de su producción se exporta y a qué mercados?

-Exportamos el 60% y podría ser más. Europa es nuestro mercado exterior principal, sobre todo Alemania y Reino Unido, y también exportamos algo al norte de África. Por otro lado, vendemos algo a Japón y Sudamérica, pero son operaciones más puntuales.

También importan material. ¿No se genera suficiente residuo PET en Gipuzkoa?

-No, ni mucho menos. Nosotros reciclamos aquí el equivalente a un tercio de lo que se genera en todos los contenedores del Estado. Incluso tenemos que traer de Francia y, a veces, de Portugal. No vamos más lejos porque la materia no viaja bien. En este sentido, y afortunadamente, una de las líneas de actuación de la Unión Europea en este ámbito es evitar que residuos que el ciudadano echa en el contenedor acaben exportados a terceros países que no sabemos cómo los reciclan. Eso es una lucha emprendida por la Unión Europea que está muy activa.

¿Tienen una fuerte competencia?

-Empresas a nivel estatal que reciclen existe media docena. Pero nosotros somos la única compañía en Europa que además de reciclar hacemos el producto final, con lo cual tenemos una ventaja competitiva muy importante.

Además de la baldosa que recientemente han presentado, ¿trabajan en nuevos productos o líneas de investigación?

-Trabajamos con muchas líneas de innovación, como por ejemplo el reciclaje de redes y basura marinas, ya que se genera mucha cantidad porque la actividad pesquera es importante. Queremos convertir esas redes en material para impresoras 3D o en material para fabricación textil. Otra línea de investigación muy importante para nosotros es la del reciclaje del textil. La velocidad a la que compramos la ropa y la tiramos es la misma, y todo ese material en la mayoría de los casos no se recicla y acaba en un vertedero o una incineradora. Eso es una barbaridad, el producto textil nos puede venir muy bien para la línea de fabricación de moqueta, de poliéster.

Un reto muy ambicioso que se han marcado es el de crear el principal centro de investigación sobre reciclaje terrestre y marítimo de Europa. ¿Qué pasos se han dado hasta ahora y cuáles serán los siguientes?

-En primer lugar, nos estamos posicionando mejor todavía como referentes del producto reciclado, con una fuerte actividad en foros de la Unión Europea donde se diseña la política de reciclaje de los próximos años. La segunda línea es potenciar la unión de nuestra I+D con las universidades, porque aquí tenemos varias con mucho potencial y mucha capacidad de trabajo en nuevos materiales. A partir de ahí, la siguiente fase es aprovechar nuestro posicionamiento para crear un gran centro en el que generemos ideas, las desarrollemos y luego ya que tengan su vida propia, una especie de laboratorio de ideas.

¿En qué punto está Euskadi con respecto al reciclaje?

-Tenemos una importante ventaja como es que aquí los ciudadanos tenemos la conciencia de que el residuo es un recurso, no basura. Y como es recurso, algo hay que hacer con él. Pero hay que ser realista, y el residuo no es 100% reciclable. Por eso, hay que reducir el volumen de residuos, reciclar todo lo posible y lo que no se pueda incinerarlo o llevarlo al vertedero. Todavía nos queda mucho, nos queda un camino que nos va a dar la posibilidad de crear industria, empleo, conocimiento, investigación… Hay que mirarlo como una oportunidad.

¿La economía circular va a adquirir peso en el futuro?

-Va a adquirir un peso muy importante, va a generar muchísima actividad industrial e investigadora. No hay que olvidar que el acero es economía circular, es coger un residuo que es la chatarra y convertirla en un producto final. La diferencia ahora es que en lugar de acero será plástico.

¿Cree que las instituciones llevan una política correcta en el ámbito del reciclaje?

-Yo creo que algunas instituciones han estado muy concienciadas siempre como el Gobierno Vasco o la Diputación Foral de Gipuzkoa. El aspecto más negativo es que las entidades financieras no perciben como real que un proyecto de estas características sea posible desarrollarlo en Euskadi.