La eficiencia, pilar de la transición energética vasca

5 March, 2018 Zabalgarbi Zabalgarbi Noticias EN

DEIA

EUSKADI ha realizado un gran esfuerzo a lo largo de las cuatro últimas décadas para transformar su sistema energético y alcanzar las cotas de bienestar y garantía de suministro de las que hoy disfrutamos. No en vano, a principios de los años ochenta dependíamos casi en exclusiva de los combustibles fósiles y a día de hoy contamos con un mix donde se ha abandonado el carbón, se ha reducido en casi veinte puntos el uso de derivados del petróleo y se ha aumentado la participación de energías más limpias como el gas natural y las fuentes renovables.

Esta evolución en la que seguimos inmersos nos lleva a plantearnos cuáles son los retos de futuro a los que debemos hacer frente para transitar hacia un sistema energético seguro, competitivo y de calidad, pero que al mismo tiempo cumpla con la necesidad de una mayor sostenibilidad. Euskadi es un territorio pequeño para una expansión masiva de generación renovable. Aun así, hay margen para aumentar en la medida de nuestras posibilidades este tipo de generación y, más aún, tenemos un gran campo para seguir profundizando en las políticas de ahorro de energía y eficiencia.

En este sentido, la eficiencia energética es, sin lugar a dudas, el pilar fundamental en el que se sustenta la Política Energética del Gobierno vasco y la labor del Ente Vasco de la Energía, ya que tan importante como utilizar fuentes de energía más limpias es consumir solo la energía que necesitamos. El documento Estrategia Energética de Euskadi 2030 -aprobado por el Parlamento Vasco- es la guía básica donde se plasma esta voluntad de realizar una gestión energética planificada a largo plazo, conscientes de que la evolución de un sistema energético no es un elemento de cambio inmediato, sino el resultado de una paulatina estructuración de las infraestructuras y del propio modelo energético de todo un país. Y conscientes también de que el actual marco normativo estatal supone, en muchos casos, un freno al desarrollo de políticas energéticas consideradas prioritarias desde Euskadi.

El ahorro energético resulta clave para la economía vasca y la industria, por lo que estas medidas han incidido con especial atención en acompañar y apoyar al tejido industrial en su tarea de lograr un alto grado de eficiencia en los procesos productivos. Del total del ahorro logrado a lo largo de tres décadas de actuaciones, el 78% corresponde al sector industrial, lo que refleja su capital importancia y la necesidad de seguir compitiendo frente a mercados con costes energéticos más ajustados. Un dato refleja la magnitud de esta tarea: en los últimos 10 años la industria vasca ha invertido más de 350 millones de euros en medidas de eficiencia y el Ente Vasco de la Energía ha destinado un total de 24,6 millones a acompañar a las empresa en este esfuerzo.

Se ha avanzado mucho, pero no todo está hecho. El Gobierno vasco se ha comprometido a liderar y ser referente en el uso de fuentes renovables, ahorro energético y eficiencia, para lo cual ha aprobado el Decreto para la Sostenibilidad Energética en el que la Administración se fija unos objetivos de obligado cumplimiento, realmente ambiciosos, para el año 2025.

Asimismo, el sector del transporte está abriendo nuevas vías para mejorar su situación energética mediante tecnologías de alta eficiencia -como las referentes a la electromovilidad- y la introducción de carburantes alternativos -como el gas natural- que nos permitan minimizar las importaciones energéticas y el uso de derivados del petróleo.

El campo de trabajo para mejorar en la eficiencia energética es amplio en Euskadi. Las bases están asentadas gracias a las acciones realizadas en tres décadas y cada vez hay mayor concienciación sobre la necesidad de un uso responsable de la energía. El calendario viene marcado por la fecha del 5 de marzo, Día Mundial de la Eficiencia Energética, en el que desde Ente Vasco de la Energía queremos insistir en que el hecho energético es responsabilidad de todas y todos, presente no solo en grandes decisiones empresariales, sino también en nuestra vida diaria, en nuestras decisiones cotidianas. Es por ello que elegimos la eficiencia para seguir transitando hacia un sistema energético cada vez más sostenible.

Iñigo Ansola Kareaga. Director general del Ente Vasco de la Energía.