La necesaria revolución circular de la energía de los residuos

27 July, 2022 Zabalgarbi Sin categoría, Zabalgarbi Noticias EN

EL ECONOMISTA

Rafael Guinea

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alertó recientemente de la posibilidad de que este invierno tengamos que enfrentarnos a una escasez de gas y petróleo, debido a que Putin está utilizando la energía como un elemento de presión en la guerra que mantiene contra Ucrania. Esta situación pone de manifiesto la debilidad estratégica del abastecimiento de energía a Europa y la necesidad de que la seguridad de suministro y la utilización de las energías autóctonas recuperen un mayor protagonismo en el marco de la política energética.

Durante los últimos años, la UE y los 27 países que la integran, entre los que se encuentra España, han hecho una apuesta decidida por el uso de las energías renovables para reducir su dependencia de los combustibles fósiles, potenciando al mismo tiempo el uso del gas natural como energía de respaldo. Sin embargo, como estamos viendo actualmente, nuestro país y el resto de la UE continúan teniendo una dependencia excesiva de las importaciones de combustibles fósiles, por lo que se debería continuar avanzando en reforzar el uso de energías autóctonas durante la próxima década. Porque, tal como afirmó la ministra Ribera en la presentación del PERTE de Economía Circular, “una economía eficiente en el uso de recursos fortalece nuestra autonomía estratégica y reduce la vulnerabilidad ante las crisis globales”.

Por ello, desde Aeversu creemos que durante esta próxima década se debería hacer un mayor esfuerzo para aprovechar plenamente todo el potencial que existe en la valorización energética de los residuos. Actualmente, nos encontramos en la posición de cola en cuanto al tratamiento de residuos, lo cual reduce nuestra competitividad y nos obliga a importar mayores cantidades de energía, en lugar de reutilizar los recursos ya existentes. Somos el país de la UE que más residuos destina a enterramiento en vertedero, cada año más de 11,8 millones de toneladas, a pesar de que esta opción implica enterrar millones de kWh de energía barata, autóctona, fiable y neutra, y es también la peor alternativa desde un punto de vista ambiental y de lucha contra el cambio climático. Suponiendo que todos esos residuos que van ahora a los vertederos se valorizaran energéticamente en nuestro país (desarrollando las nuevas instalaciones necesarias) el potencial de energía producido sería el equivalente a las necesidades de 2,25 millones de hogares o al consumo de 5,5 millones de personas. La valorización energética de los residuos que hoy enterramos no solucionará por sí sola la crisis energética a la que nos enfrentamos, pero es una palanca más para alcanzar los objetivos de lucha contra el cambio climático marcados para 2035 y también para reforzar nuestra seguridad energética. Una palanca autóctona, limpia, gestionable, que supone desarrollar la economía circular también en la energía.