Zabalgarbi consolida su actividad

5 June, 2012 adclick Sin categoría

 

EL MUNDO

El pasado ejercicio fue para Zabalgarbi el año de su consolidación definitiva. La empresa valorizó energéticamente 226.410 toneladas de basura- 35% de los residuos urbanos de Bizkaia-, y exportó a la red 682,6 millones de kWh. Aunque la valorización energética de residuos se mantuvo en la media de los ejercicios anteriores, sin embargo, la exportación eléctrica creció significativamente, ya que supuso el 10% de la energía producida en Euskadi y aproximadamente al equivalente de un 40% de la electricidad que consumen los hogares de Bizkaia, alrededor de unas 370.000 personas.

Al igual que en años anteriores, los residuos urbanos no reciclables que llegaron en masa a la planta Zabalgarbi procedieron de unas 700.000 personas y, también, de los rechazos de empresas de separación y reciclaje de residuos.

Garantías medioambientales: Vigilancia del entorno y de las personas

Un año más, en 2011, las emisiones de Zabalgarbi volvieron a cumplir holgadamente las normativas ambientales. El Gobierno Vasco es la Autoridad Ambiental que se encarga de vigilarlas, tanto a través de la conexión en tiempo real con los analizadores en continuo como por los muestreos que se realizan periódicamente en la chimenea. También, vigila y controla las inmisiones, a través de tres cabinas de control de la calidad del aire y con muestreos periódicos en suelo, vegetación y aguas.

Asimismo, el pasado año, se hicieron públicos los resultados de la primera fase del Estudio Epidemiológico que realiza desde 2005 un grupo de investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad Medicina de la EHU-UPV para conocer la incidencia que la actividad de la planta tiene en el entorno y en las personas, tal y como se requería en la Licencia de Actividad. Este primer informe de conclusiones asegura que”Zabalgarbi no supondrá un riesgo ecológico ni cancerígeno ni contribuirá de forma significativa al aumento de la exposición contaminante en la zona, tanto para la población como para los ecosistema”.

Por otro lado, la planta de Zabalgarbi, tras el proceso de combustión de los residuos, generó un 18,31% de escorias, un 2,28% de chatarras que fueron enviadas para su reciclaje y 3,60% de cenizas que, tras ser inertizadas, fueron depositadas en un vertedero de inertizados. Es decir, la empresa aprovechó material y energéticamente un 78 % de la basura que entró en la planta. Esta cifra se verá incrementada en los próximos años hasta un 96%, una vez que la sociedad obtenga los permisos administrativos para la reutilización de las escorias.

Otro de  los aspectos a destacar en la gestión de la empresa vino de la seguridad y de la prevención de riesgos laborales. En este sentido, en el pasado ejercicio, Mutualia reconoció a Zabalgarbi como una de las veintinueve empresas que no había tenido accidentes laborales en los últimos diez años. Ese año la empresa se hizo cargo de las labores de Operación y Mantenimiento de la planta. Pasó de tener una plantilla de doce personas a una de sesenta y siete.

En el aspecto económico, además del consumo de gas natural, los mayores gastos que realizó Zabalgarbi fueron en el mantenimiento de sus instalaciones. Durante la parada técnica habitual- cada mes de marzo-, entre otras labores, realizó una revisión completa del foso y del horno-caldera. La facturación de la empresa ascendió a 68 millones de euros, el Ebitda superó los diecinueve millones de euros y el beneficio, después de impuestos, rondará los tres millones de euros.

Los objetivos para el actual ejercicio, según nos comenta su Director General, José Ignacio Zudaire, son los de exportar  692 GWh de electricidad, valorizar energéticamente 227.203 t. de residuos urbanos y reducir el valor de 1,925 en el ratio de consumo específico de gas neto (eficiencia energética). La empresa, añade su Director General, va a continuar realizando innovaciones en su proceso industrial al incorporar, año tras año, las mejores tecnologías posibles (BREF-WI). Recientemente, ha instalado un control de la combustión por rayos infrarrojos. La utilización de esta tecnología supone, según José Ignacio Zudaire, una mejor combustión en el horno y la reducción aún más las emisiones, al tiempo que una mejora en los rendimientos termoeléctricos y en la eficiencia energética.