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Gobierno Vasco, Ecovidrio y Ecoembes presentan EKOADRILA, la campaña para dar «segundas vidas» a los residuos y agradecer a Euskadi su respuesta en reciclado
GOBIERNO VASCO
- El nuevo Plan de Residuos de Euskadi contempla un objetivo de recogida selectiva del 75% en 2030, cuando a día de hoy Euskadi se encuentra en cabeza del Estado con el 63% “pero no debemos caer en la autocomplacencia” afirma Barredo
- La campaña multicanal y divulgativa dará vida literal a Detergenteberri, Lataburu, Kajaguren y Fraskobide, y llenará el verano vasco de consejos y regalos sobre la importancia de reciclar
- Ecoembes destaca que “el compromiso de la sociedad vasca con el reciclaje de envases domésticos es innegable, lo está demostrando en un contexto tan complicado como el actual”
- Ecovidrio señala que “en Euskadi siempre hemos encontrado un territorio ejemplar y de liderazgo en su compromiso frente al cambio climático”
La campaña de reciclaje de Ecovidrio, Ecoembes y Gobierno Vasco, centrada en destacar la importancia de dar segundas vidas a los envases, y agradecer a Euskadi su alto nivel de respuesta reciclando ya está en la calle. La Ekoadrila animará durante todo el verano a seguir reciclando bien, no sólo para encabezar en el Estado el porcentaje de toneladas recicladas, sino para llegar al 2030 alineados con los objetivos europeos recuperando el 75% de los envases (63% ahora).
En el acto de presentación han participado la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno Vasco, Amaia Barredo; el gerente de la zona de Ecovidrio, Oskar Acedo; y el portavoz de Ecoembes en Euskadi, Jose Arrancudiaga.
EKOADRILA es una campaña “muy de aquí» con familias de envases llenos de vida propia como la que se genera con cada envase que se recicla. Para representar esas segundas vidas se han creado personajes que hablan, cantan y nos agradecen que reciclemos contándonos además por qué es tan importante este gesto, y como hacerlo de forma adecuada.
La Ekoadrila ha cobrado vida para recorrer toda Euskadi durante 6 semanas, resolviendo dudas sobre reciclaje y repartiendo regalos (una bolsa elaborada con algodón orgánico 100%) entre todas las personas que participen en el Ekoadrila Test. Una campaña por tanto divulgativa, amable y lúdica para este verano.
Sus protagonistas son: Detergenteberri, descendiente de envases de plástico. Lataburu, descendiente de múltiples envases metálicos. Kajaguren, descendiente de cartones y papeles. Y Fraskobide, descendiente de botellas y tarros de vidrio. Estos personajes nos dan las gracias por reciclar y nos animan a seguir haciéndolo igual de bien.
Una campaña muy didáctica: La campaña tiene un alto componente didáctico ya que, a día de hoy, aún quedan algunas dudas sobre el reciclaje que esta campaña contribuirá a solventar.
Una comunicación multicanal: Para dar la mayor difusión posible al mensaje pro-reciclaje, la campaña va estar presente en múltiples medios gracias a una estrategia de comunicación 360º: anuncios de prensa, mupis de metro, marquesinas de autobús, folletos, spot de televisión, cuñas de radio, redes sociales o la web www.ekoadrila.eus
Los envases @detergenteberri @kajaguren @fraskobide tendrá su propio perfil en Instagram, y un perfil conjunto de la @ekoadrila en Facebook. En la web www.ekoadrila.eus se podrán encontrar consejos sobre el reciclaje y se podrá acceder al sorteo de 4 grandes experiencias sostenibles, solo por rellenar el test de reciclaje. Esta campaña multicanal estará vigente en Euskadi durante todo el verano y terminará la primera semana de septiembre.
Desde Ecoembes se destacaba que “el compromiso de la sociedad vasca con el reciclaje de envases domésticos es innegable. Lo está demostrando aún en un contexto tan complicado como el actual, en el que han reforzado este pequeño gesto que tantos beneficios tiene para nuestro planeta. Gracias a esto, podemos seguir dando pasos firmes hacia la economía circular y mirar al futuro con más optimismo.
Por su parte, Ecovidrio señala que “en Euskadi siempre hemos encontrado un territorio ejemplar y de liderazgo en su compromiso frente al cambio climático. En medio de la crisis sanitaria, los ciudadanos de Euskadi han seguido depositando el vidrio en el contenedor verde incluso con mayor frecuencia que en ejercicios anteriores, lo que demuestra que se trata de un hábito muy consolidado entre la población”.
Apuesta por una gestión de residuos eficiente
En Euskadi se está debatiendo el nuevo plan de prevención y gestión de residuos con el horizonte a 2030. Una de las mayores corrientes de generación de residuos es la municipal donde producimos algo más de 1 millón de tn al año, lo que supone una ratio per cápita de 481 kg/habitante y año. Esta cantidad ha descendido en un 2,2% con respecto a 2010 (492 kg/hab. y año), y se plantea como objetivo, bajo el principio de que no hay mejor residuo que el que no se genera, que se vea reducida en 2030 en un 10%.
A pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del 2020, y que continúa en la actualidad como consecuencia de la covid-19, la recogida selectiva o la separación de residuos y su depósito en los contenedores previstos para cada tipología de residuos, volvió a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad vasca. Así se desprende de los datos de participación ciudadana proporcionados por las entidades locales –que representan a 251 municipios- que prestan el servicio de recogida de estos residuos en Euskadi. Estas cifras confirman el crecimiento, un año más, de la cantidad residuos que se depositaron en contenedores de recogida selectiva amarillo, azul, verde y marrón.
- Cada habitante de Euskadi depositó 24,4 kg de residuos -un 6,7% más respecto al año anterior- en los contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik. Una cantidad que, durante los últimos cinco años, se ha incrementado un 34%
- Por su parte, la cantidad de residuos recibida en el contenedor azul descendió un 3,3%, depositando cada persona 32,5 kg de papel y cartón en los contenedores azules. Un descenso puntual ya que, durante los últimos cinco años, esta cantidad se ha incrementado un 3%
- Respecto al envase de vidrio añadir que en un año marcado por la covid-19, en el País Vasco se recogieron, a través del contenedor verde, un total de 58.457 toneladas de residuos de envases de vidrio, lo que sitúa la aportación de cada ciudadano/a en 26,3 Kg/habitante (unos 90 envases por persona)
La viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental valora de manera positiva la mejora de los datos y que la ciudadanía siga respondiendo adecuadamente hasta en condiciones adversas, pero apunta a que “no podemos ni debemos ser conformistas”. Barredo añade además que “los objetivos de reciclaje que se van imponiendo desde Europa son cada vez mayores y no debemos caer en la autocomplacencia.” Para dar cumplimiento a estos objetivos europeos, el nuevo Plan plantea un objetivo de recogida selectiva del 75%, cuando a día de hoy Euskadi se encuentra al 63%.
Centrándonos en los residuos municipales, y sobre todo en aquellas corrientes prioritarias que tienen objetivos legales asociados, habría que destacar la mejora en todas las corrientes reciclables: biorresiduos, envases ligeros, vidrio, metal, madera, y papel y cartón.
Con el fin de conseguir estos objetivos, el Gobierno Vasco en su Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030, plantea diferentes líneas de trabajo encaminadas a la prevención y valorización de estos residuos. Euskadi, entre otros, plantea el 20% de reducción en la generación de envases ligeros, conseguir que un 40% de envases de bebidas sean reutilizables, conseguir un reciclaje del 70% para residuos de envases, o la incorporación del 30% de material reciclado en botellas de PET.
Según Barredo “debemos seguir separando cada día más y mejor, evitar envasar y/o comprar productos que se comercializan en envases o envoltorios compuestos por materiales que actualmente no se reciclan. Seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que se hace en los hogares, ya que, todavía depositamos en los contenedores residuos que no corresponden”.
Luchar contra el cambio climático alcanzando la neutralidad climática a no más tardar en 2050 supone un gran reto y un importante esfuerzo de toda la sociedad vasca, y para ello el Gobierno Vasco ha implementado la estrategia BASQUE GREEN DEAL. Pequeños gestos como separar las diferentes fracciones de residuos en nuestros hogares y depositarlos correctamente en los contenedores es una gran aportación de la ciudadanía a la reducción de emisiones de CO2 y a los costes de la gestión de publica de residuos.
La valorización energética es clave para contrarrestar las emisiones de GEI
RETEMA
La Unión Europea ha establecido unos compromisos especialmente desafiantes para España en materia de gestión de residuos urbanos: se prohibirá la admisión de estos, susceptibles de ser valorizados, en vertedero a partir de 2030 y se deberá reducir al 10% en peso la cantidad de residuos urbanos depositados en estos espacios antes de 2035.
Ante este reto, la valorización energética, un proceso basado en la producción de electricidad y calor mediante el aprovechamiento del poder calorífico de los residuos, se posiciona como un esquema clave para el cumplimiento de estos objetivos.
Sin embargo, en España, los vertederos siguen siendo el principal sistema de gestión de los residuos urbanos. Según datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, España generó un total de 22,2 millones de toneladas de residuos urbanos, de los que el 53,4% (11,8 millones de toneladas) tuvieron como destino final el vertedero, mientras que tan solo el 18% (4 Mt) se reciclaron y el 17% (3,7 Mt) se dedicaron a compostaje. El 11,6% (2,5 Mt) restante de residuos se valorizaron energéticamente. En nuestro país, la gestión de estos desechos urbanos representa el 4% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Es por ello, que desde Aeversu, la asociación que agrupa a 12 instalaciones, 11 en nuestro país y 1 en Andorra, hemos encargado a G-advisory, firma de asesoramiento independiente del Grupo Garrigues, un estudio para analizar la contribución de este sector a la mitigación del cambio climático y a la transición hacia una economía baja en carbono.
Para ello, el estudio analiza la huella de carbono y el balance neto (huella de carbono menos emisiones evitadas) de la valorización energética de residuos urbanos y los compara con la huella de carbono y el balance neto asociados a la eliminación de estos en vertedero.
Los resultados, obtenidos de la información actualizada de cada planta (cantidad residuos urbanos recibidos anualmente, cantidades producidas de escorias y cenizas, consumos de combustibles y electricidad, energía eléctrica producida, etc.), así como información relativa al transporte de residuos, y fuentes de información pública relativa a la gestión de residuos urbanos y a su valorización energética, y datos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, son muy significativos para cumplir con los objetivos europeos, pero también con los nacionales. Recordemos que recientemente se ha aprobado la Ley del Cambio Climático, que establece, para el año 2030, recortar al menos un 23% de sus gases de efecto invernadero respecto a 1990.
Huella de carbono: vertederos Vs. Valorización energética
La huella de carbono mide la totalidad de GEI emitidos por efecto directo o indirecto, con el fin de determinar su contribución al cambio climático, y se expresa en toneladas de CO2 equivalentes (tC02 e).
De acuerdo con los análisis de este estudio, la huella de carbono de la valorización energética es claramente menor que la huella de carbono asociada a la eliminación en vertedero.
En este sentido, las plantas de valorización energética generan unas emisiones de GEI de 377 kg CO2e / t RU y presentan un balance neto de 224 kg CO2e / t RU. Por su parte, los vertederos generan unas emisiones de GEI de 781 kg CO2e / t RU, un 107% más que la valorización energética, y cuentan con un balance neto de 772 kg CO2e / t RU, un 245% más que la valorización energética.
El balance neto del vertido de residuos urbanos en España es casi 10 millones de t CO2e, por lo que se puede concluir que la eliminación de los desechos en vertedero generan unas dos veces más emisiones de GEI que la valorización energética, por tonelada de residuo tratado, y presentan un balance neto 3,5 veces mayor.
Con estos datos, podemos concluir que existe una importante diferencia entre las emisiones de GEI derivada de la valorización energética y del depósito en vertederos por toneladas de residuos urbanos. La valorización, por sus menores emisiones que el depósito en vertedero, puede jugar un papel muy importante en el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones marcados por la Unión Europea y España. De hecho, a día de hoy, un incremento del reciclaje no es suficiente a priori para cumplir con los objetivos de vertido, y debe ir necesariamente acompañado de un aumento de la valorización energética de residuos. De esta forma, se contribuirá a lograr los objetivos de reducción de emisiones de GEI.
Pero además de estas ventajas, el desarrollo de estas instalaciones tiene numerosos beneficios para el cuidado del medio ambiente.
En primer lugar, la valorización energética es un proceso recomendado para los residuos que no pueden ser reutilizados ni reciclados y vital, para otros, como los productos sanitarios, que presentan pocas alternativas viables de gestión.
Además, el aprovechamiento energético de los residuos evita su eliminación en vertedero y los impactos ambientales y sociales asociados a esta. En concreto, mediante la producción de energía – calor y electricidad – se evitan las emisiones de GEI que se habrían producido al generarse dicha energía mediante otras tecnologías que utilizan combustibles fósiles.
También, la valorización energética permite reducir el volumen de desechos que terminan en vertedero en un 90%.
Con estas cifras en la mano, desde Aeversu insistimos en la necesidad de desincentivar el vertido para situarnos en la línea de los países europeos más avanzados y con más tradición medioambiental, donde ya han conseguido acabar con los vertederos, y reducir drásticamente el porcentaje de vertido actual. Debemos entender la valorización energética como una parte esencial de la economía circular. Sin ella, no es posible completar el ciclo de recuperación de los residuos y la consiguiente transformación en recursos.
Además, nos encontramos en un momento de especial compromiso con una nueva realidad medioambiental y no debemos dejar pasar la ocasión de aportar medidas para conseguirlo. Pero, ¿cómo podemos cumplir con los objetivos fijados por Europa? De acuerdo con el informe, según estimaciones de CEWEP (Confederation of European Waste-To-Energy Plants), se necesitaría un incremento de 40 millones de t/año de capacidad en las plantas de valorización, lo que permitiría llegar a una capacidad de 142 millones de t/año de residuos que estiman necesaria para cumplir con los objetivos fijados para 2035.
Contribución de la valorización energética en el futuro
El informe de G-Advisory también ha analizado a futuro uno de los parámetros más relevantes que influye en el balance neto de ambos tipos de tratamiento de residuos urbanos.
El escenario de evolución del mix eléctrico hacia un incremento de la proporción de energías renovables supondrá una reducción de las emisiones evitadas mediante valorización energética y, por tanto, un incremento de su balance neto. Esto mismo ocurre con las emisiones asociadas al vertedero. Sin embargo, debido a que las emisiones evitadas en los vertederos son mucho menores, estos acusan menos la disminución del factor de emisión del sector eléctrico, y el aumento del balance neto en los futuros escenarios sería más moderado.
Como conclusión, las emisiones del depósito en vertedero en 2030 y, de acuerdo con el escenario objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), siguen resultando un 115% superiores a las de la valorización energética. Por su parte, el balance neto del depósito en vertedero en 2030 y de acuerdo con el escenario objetivo del PNIEC, sigue resultando un 133% superior al de la valorización energética.
Nos encontramos ante un escenario esperanzador y seguiremos trabajando para conseguir aumentar la red de infraestructuras en España, por ser esenciales para el medio ambiente y por tratarse de generadoras de empleo de calidad.
Rafael Guinea, Presidente de Aeversu.
¿Cómo trata la Unión Europea sus residuos municipales?
RETEMA
Los datos confirman que los países de la UE que se desempeñan bien con el reciclaje prefieren enviar su parte de residuos no reciclables a plantas de conversión de residuos en energía.
Desafortunadamente, demasiados estados miembros de la UE todavía envían más del 40% de sus residuos municipales a los vertederos. (Algunos ejemplos: 78% en Grecia; 76% en Rumanía; 67% en Chipre; y hasta 92% en Malta).
Por qué los rellenos sanitarios son un problema
Los vertederos producen metano, un gas de efecto invernadero muy potente (84-86 veces más potente que el CO2 durante un período de 20 años). Ocupan tierras valiosas con altos riesgos de contaminación del agua y el suelo, incluida la contribución a la basura marina a medida que el viento arrastra los microplásticos de los vertederos (no suficientemente controlados) a los cuerpos de agua.
Según la jerarquía de residuos, el vertido debería ser la opción de último recurso para el tratamiento de residuos cuando no queda otra alternativa.
Reciclaje y conversión de residuos en energía en aumento. Los vertederos están disminuyendo (pero debemos estar atentos)
En 2010, el reciclaje representó el 39%, la conversión de residuos en energía el 23% y los vertederos el 38%. Gracias a mejores políticas de residuos y cambios sociales, el tratamiento de residuos mejoró a lo largo de los años, con más reciclaje y conversión de residuos en energía, y menos vertederos.
En 2019, el reciclaje aumentó al 48% y la conversión de residuos en energía al 27%, mientras que los vertederos cayeron al 24%. Sin embargo, en 2019 el número de vertederos aumentó por primera vez en 20 años, pasando de 116 a 118 kg por ciudadano medio de la UE.
La generación de residuos sigue siendo un problema
Los ciudadanos de la UE generaron alrededor de 225 millones de toneladas de residuos municipales en 2019. Esto corresponde a 502 kg por persona, un aumento por quinto año consecutivo, aunque por debajo del pico de 2008 de 518 kg.
Tanto el reciclaje como la conversión de residuos en energía aumentaron su capacidad en la última década, casi reduciendo a la mitad la cantidad de residuos municipales enviados a los vertederos. Sin embargo, todavía se necesita mucho trabajo para que menos del 10% de los residuos se depositen en vertederos en la UE para 2035, como lo exigen las políticas de la UE.
Los «garbigunes» móviles de Bilbao pasarán semanalmente por los distritos
DEIA
Los «garbigunes» móviles de Bilbao pasarán, a partir del próximo lunes, semanalmente por todos los distritos, en vez de hacerlo una vez al mes, ha informado el Ayuntamiento en una nota.
Los «Bilbogarbis» asistidos estarán disponibles durante una hora a la semana, mientras que los que no cuentan con personal de atención estarán de cuatro a cinco horas, además de los fines de semana.
Los itinerarios de los «Bilbogarbis» se pueden consultar en Geobilbao, el teléfono de información municipal 010 o en consulta por correo electrónico al servicio de limpieza.
En los Bilbogarbis se pueden depositar aquellos materiales que no cuentan con contenedor en la vía pública, como equipos electrónicos, pinturas o bombillas.
La industria ambiental de Euskadi aumentó su facturación hasta los 2.101 millones de euros en 2020
RESIDUOS PROFESIONAL
Las empresas de la asociación clúster de industrias de medioambiente de Euskadi (Aclima) facturaron 2.101 millones de euros en 2020 en ámbitos ambientales en el País Vasco. Todo ello, manteniendo el nivel de empleo de 2019 y con perspectivas de un ligero crecimiento para 2021. Así, el sector ambiental vasco ha llegado a representar alrededor del 5% del PIB de Euskadi, y está llamado a seguir creciendo y convertirse en palanca de competitividad para el resto de sectores en la recuperación económica tras la COVID-19.
«Si bien durante el año pasado, la pandemia del coronavirus ha provocado una crisis de salud y económica a nivel global, también ha sido el año en el que el compromiso de Europa por el desarrollo sostenible y la economía circular ha quedado afirmado definitivamente; de hecho, la vía para la recuperación está siendo la profundización en las acciones y políticas del Green Deal», explicó el presidente de Aclima, Xabier Caño, durante una rueda de prensa celebrada el pasado viernes en Bilbao.
Aclima presentó los resultados correspondientes al año 2020 en un acto en el que participaron el presidente de la asociación, Xabier Caño, y su directora general, Olga Martín.
Ambos destacaron el papel estratégico del sector para los próximos años, en los que, según resaltó Martín, se abre un «marco de oportunidad» para que los «retos» de la transición energético-medioambiental que deberán asumir las empresas sean «oportunidades para contribuir a la reactivación económica y del empleo».
De hecho, recordó Caño, la Estrategia Industrial Europea, actualizada en el mes de mayo para responder a las consecuencias de la pandemia, hace hincapié en la necesidad de profundizar en la transformación hacia «una economía más sostenible, digital, resistente y competitiva».
Europa quiere que sus socios salgan de esta crisis reforzados, optimizando «la resiliencia del mercado único», minimizando «las dependencias estratégicas del continente», e impulsando «la twin transition», esto es, una transición verde y digital, explicó Caño.
En términos generales, 2020 ha sido un ejercicio positivo en la apuesta del sector por la innovación, afianzándose la línea Basque Environment 4.0, que promueve las tecnologías 4.0 para procesos, productos y servicios medioambientales.
Ahora, las nuevas políticas europeas dotan al sector medioambiental de un papel aún más estratégico como palanca de competitividad y adaptación para el resto de sectores.
Así, estrategias como los Fondos Next Generation, para posibilitar la recuperación, priorizarán aquellos proyectos que tengan un impacto climático positivo y los proyectos ambientales entre sus líneas estratégicas. Y la propia comunidad autónoma vasca se rige también por estas directrices, con documentos como la Estrategia de Economía Circular del País Vasco 2030, la Estrategia Klima 2050, la Agenda Euskadi 2030 y la estrategia Basque Green Deal, que para Caño «dan muestra del compromiso del Gobierno Vasco con la descarbonización, la economía circular y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible».
«Se están aprobando normativas y objetivos ambientales a nivel europeo, estatal y local, que plantean retos ambientales a los sectores industriales», explicó Martín, quien resaltó que estos cambios son «un marco de oportunidad para consolidar las capacidades existentes e impulsar nuevos subsectores y cadenas de valor mediante la generación de nuevas empresas, desarrollo de nuevas tecnologías y capacidades».
Y ahí, destacó Caño, el sector medioambiental vasco, con el trabajo desarrollado en estos años, es «un sector estratégico y experimentado que, además, presenta un gran potencial y constituye una interesante oportunidad en la generación de nuevos negocios, mercados y empleo».
Bizkaia, territorio más ‘verde’
DEIA
Uno de los principales retos que encara la sociedad en estos momentos es el de la sostenibilidad. Un concepto que se ha consolidado como uno de los ejes de actuación de las políticas y estrategias de las instituciones. Bizkaia no es ajena a esta realidad. No lo es y no lo ha sido, porque muchas de las iniciativas que la Diputación Foral de Bizkaia viene desarrollando desde hace años van encaminadas, precisamente, a conseguir un territorio más ‘verde’. Unas iniciativas que han conseguido que entre 2004 y 2013 se haya reducido prácticamente a la mitad la huella ecológica en nuestro territorio: de 5,40 al 2,8.
Y aunque la sostenibilidad es un concepto transversal, que va más allá de lo meramente medioambiental, es cierto que cuando se piensa en ella lo que viene prioritariamente a la cabeza es, precisamente, el cuidado del medio ambiente. Y en esta materia, Bizkaia es un referente.
Son múltiples los ejemplos de ello. Uno, la espectacular mejora de la calidad ambiental del estuario del Ibaizabal, resultado de la labor del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y que ha contado con el apoyo y financiación de la Diputación Foral. Una mejora de nuestros ríos que se ha trasladado a otras cuencas, con actuaciones como la reciente puesta en marcha de las estaciones depuradoras de Munitibar y Aulestia.
También el apoyo que se viene brindando a los municipios para que sumen esfuerzos para afrontar el reto climático mediante el uso de energías renovables, la eficiencia energética y la mejora de sus servicios a la ciudadanía es otro ejemplo de esa apuesta por la sostenibilidad. Este apoyo se materializa en la concesión de ayudas económicas con las que se han financiado entre 2015 y 2019 un total de 200 actuaciones que han supuesto ahorros energéticos superiores al 60%.
Gestión de los residuos
Y muy ligado también a la vida municipal, la gestión de los residuos es un exponente más de la voluntad de alcanzar un territorio plenamente sostenible. El 100% de la población de Bizkaia tiene acceso a la recogida selectiva y son cada vez más las iniciativas que se desarrollan para reciclar más y mejor. Para acercar el reciclaje a la ciudadanía, se han puesto en marcha los garbigunes móviles que recorren todo el territorio, se ha ampliado el tipo de residuos orgánicos que se recogen en el contenedor marrón y se han diseñado plantas de compostaje comarcales. Unas plantas que se pondrán en marcha en los próximos meses y suponen una reducción del número de viajes necesarios para el tratamiento de los biorresiduos, lo que redundará también en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y hará más sostenible la recogida y el tratamiento de este tipo de desechos.
Son muchos los pasos que se han dado en lo que a la gestión de residuos se refiere y en los próximos meses se seguirá avanzando en la materia, con la elaboración de un nuevo plan integral de gestión de residuos que tiene entre sus objetivos alinear Bizkaia con los objetivos marcados por la Unión Europea en esta materia.
Educación ambiental
La educación ambiental también juega un papel esencial a la hora de avanzar en la senda de la sostenibilidad. La sensibilización y la participación ciudadana son claves para mejorar el estado del medio ambiente en nuestro territorio, tanto para lograr una reducción de los residuos que producimos como para fomentar un uso responsable del agua para mejorar el medio natural. En ese sentido, concienciar a la sociedad en general y a las generaciones más jóvenes en particular sobre los beneficios de tener hábitos sostenibles es una de las tareas en las que lleva años inmersa la Diputación Foral de Bizkaia a través de diferentes programas e iniciativas.
La Institución foral gestiona los centros de educación medioambiental de referencia: los parketxes de Armañón, Gorbeia y Urkiola y el Aula de Artigas. Pero, además, apoya el desarrollo de talleres temáticos en los centros de enseñanza y ha puesto en marcha programas dirigidos a cambiar los hábitos de la ciudadanía para dar pasos hacia la sostenibilidad a partir de pequeños gestos en el día a día, una línea de trabajo que este año se traducirá en una nueva iniciativa de participación medioambiental denominada Sare Berdeak, que tomará el testigo del programa ReActívate+.
Protección de especies y espacios naturales
La Diputación Foral de Bizkaia es también la institución encargada de velar por la recuperación de las especies y espacios naturales protegidos. El día a día de los Parques Naturales de Armañón, Gorbeia y Urkiola, y los planes de gestión de especies como el visón europeo, el alimoche o el buitre recaen en sus manos.
También la protección de los espacios integrados en la Red Natura 2000 forma parte del día a día de esta institución que, partiendo de esa red está trabajando en la Infraestructura Verde-Azul de Bizkaia como novedad en las Directrices de Ordenación Territorial. Esta iniciativa se unirá a la europea y la de la Comunidad Autónoma del País Vasco y será una importante herramienta en el camino hacia la sostenibilidad.
Euskadi sella la alianza en economía circular más importante del Estado
DEIA
Un total de 14 empresas que traccionan la economía de la CAV se han unido con el Gobierno vasco para conformar la alianza público-privada más importante en el Estado de economía circular y ecodiseño. Su objetivo será sentar las bases desde las que transformar todo el tejido industrial del territorio hacia unos sistemas y prácticas más sostenibles, en la línea que propugna la Unión Europea.
La relevancia de esta alianza denominada Basque Ecodesign Center se refleja en sus dimensiones y en el peso específico de las empresas que la conforman, con una importante proyección tanto local como internacional.
Arantxa Tapia, en el centro, ayer en Donostia junto con responsables de las empresas que conforman Basque Ecodesign Center. Foto: DEIA
El pacto fue suscrito por Arcelor Mittal Sestao, Batz Group, CAF, CIE Automotive, EDP España, Eroski, Grupo Campezo, Iberdrola, Kutxabank, Ormazabal Velatia, Orona, Siemens Gamesa Renewable Energy, Vicinay Sestao y Viuda de Sainz.
La facturación anual de este colectivo empresarial asciende a 59.000 millones de euros, dan empleo a 148.000 personas y trabajan con 103.000 entidades proveedoras, según informó el Gobierno Vasco tras la firma. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, se reunió ayer con los responsables de estas reconocidas compañías vascas para suscribir un acuerdo en el que también participarán desde el sector público el Ihobe y la Spri.
La importante presencia institucional responde a la apuesta del Ejecutivo vasco de situar entre las prioridades el desarrollo de un modelo económico sostenible, tal y como quedó de manifiesto hace unas semanas con la presentación de la iniciativa Basque Green Deal.
«La consecución de una economía climáticamente neutra y circular en Euskadi exige la plena movilización de la industria», afirmó la consejera de Desarrollo Económico para explicar el origen de esta alianza que recoge el compromiso de grandes empresas del país por alinearse con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
El objetivo no se limita a que estas 14 empresas adopten prácticas respetuosas con el medio ambiente, sino que también sirvan de ejemplo para el resto del tejido industrial y le proporcionen las herramientas que necesitan para protagonizar en suelo vasco una transformación ecológica que le sitúe en posiciones avanzadas ante «los retos ambientales de los próximos años», explicó la consejera vasca.
Nuevos sistemas de trabajo
Su método de trabajo se cimentará en el desarrollo de proyectos que incorporen el concepto de ciclo de vida tanto en el diseño de sus productos como en la gestión de la empresa. Estas iniciativas generarán nuevo conocimiento y la introducción de una serie de prácticas innovadoras que Basque Ecodesign Center trasladará al conjunto industrial del territorio.
Al mismo tiempo, las firmas participantes se comprometieron a pilotar nuevos sistemas de trabajo circulares que tendrán como finalidad cambiar los modelos de producción y consumo hacia parámetros más ecológicos y sostenibles, para completar de este modo la totalidad de la actividad industrial de Euskadi.
En paralelo, el acuerdo suscrito contempla crear un comité en el que también tendrá representación el Gobierno Vasco y donde se realizará una «reflexión estratégica» sobre los retos que plantea año tras año la economía circular en el ámbito empresarial.
De este modo, en este foro surgirán ideas que, tras ser analizadas, podrán convertirse en recomendaciones que mejorarán la política medioambiental de la CAV. El Gobierno vasco muestra así su implicación en esta iniciativa y su compromiso por impulsar desde instancias públicas la transformación del tejido industrial hacia una economía más verde. La alianza se ha constituido hasta el año 2025. A este respecto, Arantxa Tapia recordó que cambiar el sector industrial requiere 25 años y, «si queremos estar preparados en 2050, deben tomarse decisiones y adoptarse medidas en los próximos cinco años»
La actividad empresarial genera una serie de efectos en el entorno en el que se desarrolla, aunque en ocasiones es difícil cuantificarla. Para ayudar al tejido industrial a conocer con detalle cuál es su impacto en el medio ambiente Basque Ecodesign Center ha desarrollado una herramienta que permite medir la huella ambiental de las firmas vascas.
Este sistema ofrece información sobre las afecciones que tienen todas las actividades que desarrolla una empresa, lo que incluye desde sus procesos hasta el ciclo de vida de sus productos. Estos datos son relevantes para establecer la situación concreta en la que se encuentra la compañía en un determinado momento y sus principales focos de impacto desde la que evolucionar hacia prácticas más verdes.
Al igual que los responsables de un negocio establecen todos los años unos objetivos financieros, también se puede actuar de manera similar en los retos medioambientales y, en esta labor, la herramienta desarrollada para conocer la huella ambiental resultará de gran utilidad al fijar un punto desde el que avanzar en las mejoras.
Compra verde
«Su aplicación permitirá a las empresas medir y comunicar los impactos ambientales a lo largo de la cadena de valor y establecer objetivos corporativos a medio y largo plazo», afirmó la consejera de Desarrollo Económico Arantxa Tapia. Del mismo modo, será un indicador válido para informar de su compromiso a clientes y proveedores.
Añadió entre otras utilidades que esta guía servirá para identificar «los puntos críticos de sus procesos para después reducirlos mediante la aplicación de estrategias de economía circular», así como «incorporar criterios de compra verde, tanto en el sector público como privado, para poder hacer elecciones con menor impacto ambiental».
Basque Ecodesign Center incidió en los destinatarios de esta herramienta, puesto que no se encuentra dirigida en exclusiva al tejido industrial del territorio, sino que también resultará válida para el conjunto de agentes económicos de Euskadi y para las entidades de la administración pública, organizaciones sin ánimo de lucro «y otras tipologías de organismos».
El Ayuntamiento de Bilbao suma esfuerzos para dar un impulso a la recogida separada de residuos en la hostelería
AYUNTAMIENTO DE BILBAO
El Ayuntamiento de Bilbao pone en marcha esta semana una nueva campaña con la que busca sumar aliados necesarios en la consecución de los objetivos europeos en materia de separación de residuos y reciclaje.
En concreto, quiere trabajar de la mano de los grandes productores como son los sectores hostelero y hotelero e incluso comedores sociales, para lo cual cuenta con la colaboración de las asociaciones sectoriales, además de Ecovidrio.
Así lo han explicado esta mañana en rueda de prensa el Concejal Delegado del Área de Servicios y Calidad de Vida, Kepa Odriozola, y el gerente de zona de Ecovidrio, Óscar Acedo, que han estado acompañados por los responsables de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Bilbao Dendak, Bilbao Centro y la Asociación de Comercios, Hostelería y Empresas del Casco Viejo.
El concejal ha recordado que “la normativa europea fija objetivos ambiciosos en cuanto al reciclaje de residuos urbanos” y que éstos son, además, “de obligado cumplimiento”. En concreto esos objetivos irán creciendo de forma gradual hasta alcanzar el 65 % en el año 2035. Es por ello –ha señalado Odriozola–, que “el Ayuntamiento continúa favoreciendo, poniendo medios materiales y humanos, tejiendo redes y trabajando en la concienciación en materia de reciclaje; y la campaña que iniciamos esta semana es un paso más en esa labor”.
En un primer momento, esta nueva iniciativa se dirigirá a la hostelería. En concreto, se desarrollará primero en los Distritos 5 y 6 –y es que Abando, Indautxu y Casco Viejo concentran prácticamente el 50 % del total de los bares y restaurantes que existen en la ciudad– y se extenderá, tras el verano, al resto de los Distritos y sectores.
Desde el Ayuntamiento de Bilbao se informará, reforzará la sensibilización y se facilitará el material necesario para que los y las responsables de los diferentes establecimientos hosteleros se sumen al reciclaje de materia orgánica y optimicen, de esta forma, la recogida de los residuos que generan.
En concreto, y según los datos que maneja el Consistorio, existen 520 establecimientos en activo en el Distrito 5 y 752 en el Distrito 6. De ellos, apenas 8 y 26 respectivamente –esto es, el 1,53 % y el 3,45 % del total– están a día de hoy adheridos a la recogida de materia orgánica. Captar a estos perfiles, grandes generadores de residuos, y lograr su adhesión al quinto contenedor es uno de los principales objetivos de la campaña.
Otra cuestión sobre la que se pretende incidir es en la de aumentar la calidad de lo recogido en las diferentes fracciones.
Fases de la campaña
En una primera fase, de información, el Ayuntamiento contactará y visitará todos los establecimientos de los Distritos 5 y 6: un total de 1.272.
Estas visitas, realizadas por personal cualificado –educadores ambientales–, arrancan este miércoles. En ellas se informará a las y los responsables de los establecimientos de la normativa existente en materia de reciclaje y separación de residuos y también se cumplimentará una encuesta sobre sus hábitos de reciclaje. Se les hará entrega, además, del formulario de adhesión al contenedor marrón, el correspondiente a la fracción de materia orgánica; se analizarán sus necesidades en cuanto a materiales –cubos, bolsas… – y se acordará con ellos la entrega de los mismos.
Estas visitas se llevarán a cabo durante el mes de junio en el Distrito 5 y el mes de julio en el Distrito 6.
Posteriormente, en una segunda fase, se llevará a cabo una segunda visita de comprobación. Ésta tendrá lugar en el mes de septiembre.
El procedimiento y logística se replicarán después del verano en el resto de los Distritos de la ciudad, en los que el número de locales de hostelería a visitar es sensiblemente inferior a los ya mencionados.
Distrito 1-Deusto: 333 establecimientos.
Distrito 2-Uribarri: 189 establecimientos.
Distrito 3-Otxarkoaga/Txurdinaga: 96 establecimientos.
Distrito 4-Begoña: 287 establecimientos.
Distrito 7-Rekalde: 298 establecimientos.
Distrito 8-Basurto/Zorrotza: 218 establecimientos.
Del mismo modo, el Ayuntamiento pretende sumar también a otros grandes generadores de residuos, como hoteles y comedores sociales, en una fase posterior de la campaña.
1.379 contenedores marrones
Con la nueva sistemática de la recogida de residuos orgánicos, en marcha desde el 1 de marzo, se puede depositar en el contenedor marrón restos de carne y pescado crudos, entre otros. Lo cual facilita la tarea de separación de este tipo de residuos.
En la actualidad existen en Bilbao 1.392 contenedores marrones; y, cabe destacar que el año pasado se recogieron en la ciudad 3.119.706 kilos de materia orgánica.
Si analizamos el último mes del que se tienen datos completos, ABRIL, hay que señalar que se recogieron en la ciudad 299.340 kilos de residuo orgánico, lo que significa un 6,05% más que en 2020 –con 282.261 kilos recogidos–. Actualmente existen 30.830 familias adscritas al quinto contenedor en la ciudad (un 8,12 % más que en 2020).
Experiencia con el vidrio
La hostelería genera el 52 % de los residuos de envases de vidrio de un solo uso, por lo que su colaboración es clave para incrementar las cifras de recogida selectiva de envases de vidrio y la consecución de objetivos de reciclado. Por esa razón, en septiembre de 2019 el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha una campaña para impulsar el reciclaje de envases de vidrio entre los establecimientos hosteleros de la ciudad.
Se realizaron más de 3.000 visitas y más de 2.000 encuestas a locales de hostelería de la ciudad. Para facilitar la labor de reciclado, Ecovidrio instaló contenedores especiales y entregó cubos adaptados con ruedas.
Hoy, casi dos años después, se puede afirmar que aquella acción y la consiguiente implicación de todo el sector, ha reportado excelentes resultados que posicionan a Bilbao la tercera capital más recicladora de vidrio del Estado.
En concreto, según los datos de Ecovidrio correspondientes a 2020, en Bilbao la ciudadanía depositó en los contenedores verdes un total de 7.662 toneladas de envases de vidrio, una media de 21,9 kilogramos por habitante.
Respecto a la tasa de contenerización, en la ciudad tenemos 1.249 contenedores verdes, lo que hace una media de 1 depósito por cada 280 habitantes.
Un informe del City College of New York ensalza el papel de la valorización energética de residuos en la reducción de emisiones
RESIDUOS PROFESIONAL
Las instalaciones de valorización energética de residuos ofrecen una importante protección del medio ambiente, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y desempeñan un relevante papel complementario al reciclaje, según un nuevo informe del City College of New York que revisa los estudios científicos más actualizados del sector.
El informe, titulado «Scientific Truth about Waste-to-Energy» (La verdad científica sobre la conversión de residuos en energía), elaborado por el ingeniero químico Marco J. Castaldi, recurre a docenas de estudios científicos independientes para ofrecer una evaluación exhaustiva de la influencia de la conversión de residuos en energía en la sostenibilidad medioambiental y la salud pública. El informe ha sido revisado por expertos en la materia de la Universidad de Columbia, la Universidad de Maryland, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Universidad Estatal de Nueva York-Stony Brook y varios responsables de la gestión de la energía y los recursos a nivel internacional y estadounidense.
El estudio puede servir para hacer frente a los datos obsoletos y las «conclusiones no científicas» que han alimentado el debate sobre la seguridad y los beneficios de la valorización energética de residuos. Al analizar las conclusiones de una amplia gama de estudios de investigación independientes realizados en todo el mundo, el informe pretende servir de guía para los responsables políticos y los municipios que evalúan los méritos científicos de la conversión de residuos en energía y su papel en las iniciativas de gestión sostenible de residuos.
«En los últimos años, se ha hecho evidente que los responsables políticos locales que luchan por gestionar los desalentadores retos de la gestión de residuos lo hacen con información obsoleta o errónea«, afirma Castaldi. «Este informe es un esfuerzo por proporcionar a los funcionarios una única fuente de información fiable que extrae sus conclusiones de una amplia gama de investigaciones y que ha sido sometida a un riguroso examen por parte de expertos en la materia procedentes de diversos ámbitos y organizaciones. Mi esperanza es que, de cara al futuro, los funcionarios estén bien posicionados para tomar decisiones políticas basadas en hechos comprobados y no en afirmaciones sin fundamento».
En la actualidad, el mundo genera más basura que en ningún otro momento de la historia. Las instalaciones de valorización energética de residuos generan energía renovable a partir de residuos no reciclables y no compostables que, de otro modo, irían a parar al vertedero. El informe de Castaldi señala que la cantidad de residuos que se depositan en los vertederos puede reducirse hasta un 90% empleando la conversión de residuos en energía.
Las infraestructuras de tratamiento de residuos de Bizkaia
DEIA
Bizkaia cuenta con las infraestructuras necesarias para el tratamiento de los residuos urbanos del territorio, buena parte de las cuales depende de la Diputación Foral de Bizkaia. La mayoría de estas últimas se localiza en el Ecoparque de Artigas.
El Ecoparque de Artigas lo integran:
— Bizkaiko Konpostegia
Bizkaiko Konpostegia es la planta para la producción de compost a partir de residuos procedentes de la recogida selectiva de la fracción orgánica de residuos orgánicos (contenedor marrón), jardinería y biorresiduos de grandes almacenes de alimentos. Produce un compost que se puede utilizar como complemento fertilizante. Una parte se entrega a municipios para la fertilización de parques públicos y otra parte se comercializa.
— Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB)
En la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) se realiza un primer proceso de clasificación y separación de residuos depositados en el contenedor de la fracción resto. Este proceso se hace utilizando diferentes métodos para derivar los residuos a posteriores tratamientos. El objetivo es canalizar la mayor parte de los residuos, hacia el reciclaje y valorización, evitando su depósito en vertedero.
— Planta de Valorización energética (Zabalgarbi)
La Planta de Valorización energética (Zabalgarbi) centra su actividad en el tratamiento de los residuos mediante tecnologías innovadoras para la valorización energética. A través de este proceso de valorización, Zabalgarbi genera y devuelve a la red eléctrica energía suficiente para cubrir un 35% de las necesidades de consumo doméstico anual de Bizkaia.
— Vertedero de Artigas y planta de lixiviados
El Vertedero de Artigas cuenta con una capacidad operativa de 2,8 millones de metros cúbicos y una vida útil prevista de 30 años a partir de 2021. Artigas y Jata (este último opera como vertedero de reserva y está cubierto provisionalmente) son los dos vertederos aún operativos en Bizkaia. Recogen los residuos municipales ya tratados e inertizados en TMB y que no han podido ser introducidos en la cadena de recuperación. En Artigas también se ubica una planta de tratamiento de lixiviados con capacidad para depurar 500.000 metros cúbicos al año, que recoge los lixiviados generados en todas las instalaciones de Garbiker, la sociedad pública foral encargada de la gestión de residuos en nuestro territorio.
Fuera del Ecoparque de Artigas, además, existen otras dos infraestructuras de tratamiento:
— Bizkaiko Zabor Berziklategia (BZB)
Bizkaiko Zabor Berziklategia (BZB) es la planta en la que se clasifican y preparan los envases ligeros recogidos en el contenedor amarillo, cumpliendo las exigencias requeridas por la industria recicladora de estos materiales, que posteriormente gestiona Ecoembes. Garantiza el reaprovechamiento de más del 79% de los residuos de envases recogidos y es la más eficaz del Estado, según Ecoembes, por su alto índice de aprovechamiento.
— Berziklatu
Berziklatu es la planta de tratamiento integral de residuos voluminosos (muebles, maderas, línea blanca…). Fomenta la reutilización y reciclaje de estos residuos y se ubica en un entorno regenerado desde el punto de vista medioambiental, ya que para su creación se recuperó una zona utilizada como vertedero de residuos de la actividad minera. El 97% de los residuos que llegan a esta planta se reutilizan, se reciclan o se valorizan energéticamente. Berziklatu es, además, una planta orientada a la inserción sociolaboral de personas en riesgo de inclusión.