La valorización energética también tiene su espacio en la Economía Circular
ECONOMÍA CIRCULAR
Es fácil comprender que, si se pretende alcanzar al menos un 65% de reciclado para 2030 y limitar el vertido de residuos municipales a un máximo del 10% para el mismo año, estaremos hablando de valorización energética para el porcentaje de residuos restante. Conforme a la jerarquía de residuos de la UE, el vertido es la última opción, y en una economía circular, no es aceptable depositar en vertedero residuos que sean reciclables o valorizables energéticamente, esto es, recursos.
Recientemente, la CEWEP (Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética) ha difundido un vídeo en el que se explican las grandes ventajas que puede aportar la valorización energética (de residuos no reciclables) a la economía circular, pudiendo abastecer energía a 70 millones de europeos.
El concepto de “residuos aptos para valorizar energéticamente” se refiere a aquellos que no son susceptibles de reutilización ni reciclado y que, de no ser tratados en una planta de valorización energética, acabarían desperdiciados en vertedero, con el consiguiente impacto sobre el medio ambiente y la salud pública.
La valorización energética de residuos tiene por finalidad generar energía sea en forma de vapor de agua, electricidad o de agua caliente, tras un proceso de combustión de los residuos. La electricidad se transporta por la red y se distribuye a los usuarios finales; el agua caliente, dependiendo de la infraestructura local, se envía a un punto cercano de distribución de la calefacción o refrigeración de la red de calor o frío) a hogares, hospitales, oficinas, universidades etc. También, el vapor de agua se utiliza por industrias de cercanías a la planta de generación en sus procesos de producción.
Además, la valorización energética, reduce el volumen de los residuos entrantes en una planta de incineración en un 90% y no necesita combustible adicional para mantener el proceso de combustión. El combustible adicional sólo se utiliza para la puesta en marcha y parada las fases.
La economía circular promueve el uso eficiente de los recursos (y en este sentido, hay que considerar los residuos que anualmente producimos como recursos y no como simple basura que hay que gestionar adecuadamente) y, entre otras ventajas, reduciría la dependencia que existe hoy en día de los combustibles fósiles para dar lugar a la producción de energía mediante fuentes de bajo coste, como los residuos.
Contra el efecto invernadero
La transformación de los residuos no reciclables en energía, en lugar de depositarlos en vertederos puede evitar la emisión de millones de toneladas de CO2, lo que significaría una ayuda decisiva para alcanzar los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea para el 2030.
El vídeo de la CEWEP concluye que no podemos continuar llevando a vertedero residuos reciclables o valorizables energéticamente. La valorización energética de la fracción de residuos no reciclable constituye una parte esencial y complementaria de la economía circular.
El vídeo se encuentra disponible en la página web de AEVERSU (Asociación Española de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos).