Un estudio del Ayuntamiento de Madrid señala que la incineradora de Valdemingómez no aumenta la mortalidad de la población cercana

11 enero, 2019 Zabalgarbi Zabalgarbi Noticias

EL MUNDO

Un estudio encargado por el Ayuntamiento de Madrid sobre la incidencia de las emisiones procedentes del Parque Tecnológico de Valdemingómez en la salud de las personas que viven cerca señala que no hay suficientes evidencias que demuestren que la actividad de la planta incida en una mayor tasa de enfermedades o en más mortalidad, aunque faltan datos y más análisis para poder sacar teorías «concluyentes».El informe, realizado tras una petición de todos los grupos aprobada en el Pleno, lo ha presentado este viernes la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, junto con el concejal de los distritos de Puente y Villa de Vallecas, Paco Pérez, y el subdirector general de Salud Pública, José Jover, y concluye que no existe mayor riesgo de morir por ninguna causa entre quienes habitan a menos de cinco kilómetros de Valdemingómez. Sin embargo, en esa distancia hay poca población.

En cambio, el estudio, elaborado por Madrid Salud en colaboración con otras instituciones, sí ha observado un mayor riesgo de morir en el anillo situado a 5-8 km del parque tecnológico por enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón en los hombres y por mieloma múltiple en las mujeres. No obstante, según ha explicado Jover, en este mayor riesgo parece que «la precariedad y los hábitos de vida» juegan un papel relevante. Según consta en el trabajo, la circunstancia de vivir en una zona con alto nivel de privación material es el factor más determinante de mortalidad en todos las personas analizadas, tanto en toda la ciudad como en la zona más próxima a la instalación industrial.El trabajo, que ha evaluado la morbilidad y la mortalidad de 304.545 personas en el periodo 2010-2014 destaca que «la población que reside en lo que se ha definido como zona de exposición (a menos de 8 kilómetros del parque pero especialmente en el anillo de 5 a 8 km) sufre mala situación económica en relación al conjunto de la ciudad» y esto «implica por sí misma un mayor riesgo de enfermar y de morir prematuramente». Además, señala que el trabajo «está muy limitado por la imposibilidad de conocer y estudiar factores de riesgo individuales u otros ambientales que influyan en el riesgo de morir, que debe ser objeto de análisis en el futuro».

En cuanto a los efectos de la planta incineradora y sus emisiones a la atmósfera en las enfermedades, Jover ha indicado que «no se han podido sacar conclusiones», entre otros aspectos, «porque faltan datos que tiene que proporcionar la Comunidad de Madrid» y que no los ha dado en el formato «que necesitábamos».

Pero aunque no sean relevantes, el estudio sí recoge que los distritos de Villa de Vallecas, Puente de Vallecas y Villaverde, los más cercanos a Valdemingómez, presentan mayores tasas de ingresos por patologías respiratorias. Así, en Villa de Vallecas hay mayor tasa de ingresos significativamente que en la ciudad por enfermedades respiratorias en mujeres y dentro de este tipo de patologías también destacan los ingresos por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en hombres y total de la población, y por neumonía en ambos sexos. También la tasa de ingresos por neoplasias malignas de tejido conjuntivo y otros tejidos blandos en ambos sexos es significativamente más alta.En Puente de Vallecas se registran excesos en la tasa de ingresos significativos por neoplasias malignas del hígado en hombres, asma en ambos sexos y mujeres, EPOC en ambos sexos y hombres y neumonía en ambos sexos, mientras que en Villaverde se han encontrado mayores tasas con diferencias significativas en los ingresos por todas las causas.

Respecto a los valores de elementos contaminantes susceptibles de ser emitidos por la incineradora de Valdemingómez «no se han encontrado valores superiores estadísticamente significativos en el entorno de la incineradora frente a la zona céntrica de la ciudad» salvo para las concentraciones de dioxinas y furanos (compuestos clasificados como agentes cancerígenos por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer IARC). Aunque para estas sustancias no existe un límite normativo establecido, si se toman como referencia lo que recomienda la Agencia de Protección Ambiental Americana (EPA), el valor de ambos compuestos entra dentro de lo considerado aceptable.Para el futuro, los expertos proponen aumentar la vigilancia de presencia de contaminantes en el aire, aumentando el número de puntos de control. Dado que la zona más afectada por las emisiones se encuentra al sur-suroeste de las instalaciones, el Ayuntamiento añadirá un captador más a los tres existentes. Además se va a hacer otro estudio para valorar otras fuentes de emisión que pudieran afectar a la calidad del aire para saber qué tipo de actividad y de industria contamina más.