Zabalgarbi. Viaje al corazón de la valorización energética
DEIA

Las instalaciones de la planta de valorización energética de Zabalgarbi reciben, cada año, la visita de, aproximadamente, un millar de personas. Pero, ayer era, sin duda, una jornada muy especial para este equipamiento, puesto que hasta Zabalgarbi acudirían parte de los 225 profesionales que el pasado jueves acudieron al Congreso Cewep de valorización energética. Los visitantes de excepción llegaron pasadas las 09.15 horas en dos autobuses y pisaban la planta vizcaina con el propósito de, por un lado, participar en una charla técnica y, por el otro, conocer el corazón de Zabalgarbi.
Así, tras la realización de la protocolaria fotografía a las puertas de la planta, los visitantes se organizaron en dos grupos: mientras unos visitaban las instalaciones, otros hacían la reunión técnica para, después cambiarse los papeles. Una vez haberse puesto el casco y las gafas de seguridad y el chaleco reflectante, llegaba el instante de iniciar ese tour por Zabalgarbi. Esa visita seguiría, linealmente, el itinerario que llevan los residuos no reciclables en el proceso de valorización energética. La primera parada fue en el foso donde se almacenan y se ponen en condiciones de temperatura y de sequedad óptimas las 720 toneladas de residuos no reciclables que llegan cada día hasta la planta. Al ser un foso en depresión, de allí se coge el oxígeno como aire primario, para hacer de fuelle para avivar el fuego de la combustión. Desde la parte de arriba de este foso, los visitantes ven cómo se preparan los residuos para el proceso de valorización energética. También pueden contemplar el sistema de pantallas que refleja en cifras todo el proceso. En ellas se ve que la creación neta de energía en ese instante es de 84,7 megawatios y que el proceso de valorización energética se realiza a 1062 grados, 214 grados por encima del mínimo para llevar a cabo este proceso. Una vez están los restos en condiciones óptimas, van a un horno, al que caen los residuos al mismo ritmo y en idéntico volumen para que el proceso de valorización sea homogéneo. A ese horno llegan 500 kilos de residuos por minuto.