RETEMA

Con motivo de la VIII edición de la Semana Europea de la Prevención de Residuos (RWWR), a celebrar entre los días 19 y 27 del presente mes de noviembre, la Asociación Española de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (AEVERSU), integrada por 10 plantas sitas en España y 1 en Andorra, quiere manifestar su más firme apoyo a la prevención y reducción de la generación de residuos como el cimiento sobre el que debe asentarse todo sistema de gestión de residuos, tal y como estipula la normativa vigente.

La prevención constituye un objetivo que implica a toda la cadena, desde la fabricación hasta la comercialización y el consumo de los productos, pudiendo desempeñar el ecodiseño un importante papel por su capacidad para generar menos desechos. Asimismo, la reutilización de los productos, con la que se pretende alargar la vida útil de los mismos, y el reciclaje, proceso con el que se facilita la transformación de los desechos en nuevos recursos, constituyen elementos esenciales para dotar de mayor sostenibilidad al sistema, que en todo caso debe complementarse y reforzarse con la valorización energética de la parte no reciclable, evitando su vertido.

La concienciación ambiental, una prioridad

Tal y como reza el Paquete Europeo de Economía Circular, los  esfuerzos deben encaminarse  hacia la consecución de formas innovadoras y más eficientes de producir y consumir, estableciendo una serie de actuaciones orientadas hacia la reducción del despilfarro de alimentos, hacia la elaboración de normas de calidad para las materias primas secundarias a fin de reforzar la confianza de los operadores en el mercado interior y hacia la definición de un plan de trabajo sobre diseño ecológico tendente a promover la reparabilidad, durabilidad y reciclabilidad de los productos, además de la eficiencia energética, combatiendo la obsolescencia programada.

En este escenario, la valorización energética se erige en un apoyo fundamental en el tránsito que debemos hacer desde una economía lineal, caracterizada por las malas prácticas de usar y tirar, a una circular en la que los residuos sean concebidos como recursos. De hecho, este sistema cumple una función esencial al permitir extraer la energía contenida en aquella parte de la basura no reciclable que, de no ser sometida a este tratamiento, acabaría su vida útil en un vertedero, con el consiguiente impacto negativo sobre el medio ambiente y la salud.

Pero, más allá de la actividad puramente industrial de las plantas integradas en AEVERSU, que desarrollan de una forma limpia, rigurosa y eficiente,  lo cierto es que, en el marco de sus políticas de comunicación y concienciación social, también llevan a cabo numerosas iniciativas, campañas y estrategias dirigidas hacia la menor producción de basura, destinando a ello importantes y cuantiosos recursos humanos y económicos, conscientes de que el mejor residuo es el que no se produce.

Pautas de consumo responsable, disminución del desperdicio de alimentos, máximo aprovechamiento de los productos y contribución al reciclado a través de una correcta separación de los desechos en origen, constituyen, entre otros, algunos de los aspectos  en los que estas instalaciones trabajan de forma permanente, y en muchos casos silenciosa, para que el residuo final a tratar sea el menor posible, dándole la oportunidad de convertirse en un recurso energético.