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Euskadi recicló 102 envases de vidrio por persona en 2017
NOTICIAS DE GIPUZKOA
Hace pocos días, un informe de la escuela de negocios EAE Business School de Barcelona indicaba que la sociedad vasca gastó en vino un promedio de 41,5 euros en el año 2016, la cifra más alta de todas las comunidades. Ese hecho debería estar acompañado de una consecuencia lógica: el reciclaje de envases de vidrio también debería ser alto. Y así es. Según el balance presentado ayer por Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de este tipo de residuos, cada persona deposita en el contenedor tipo iglú una media de 102 envases, lo que equivale a 26,8 kilogramos de residuos por habitante.
En términos generales, la ciudadanía vasca recicló 58.811 toneladas de residuos de envases de vidrio a través del contenedor verde en 2017, un 1,4% más que en 2016. Los resultados de recogida selectiva del pasado ejercicio confirman la tendencia “ascendente y sostenida” de la CAV, que ha crecido un 7% en los últimos cuatro años y se posiciona como la segunda comunidad en materia de reciclaje de residuos de envases de vidrio. La hostelería genera el 50% de los envases de vidrio de un solo uso que se ponen en el mercado por lo que la contribución del sector es vital para asentar unos principios sólidos de economía circular en la geografía vasca.
En este sentido, la firme apuesta del Gobierno Vasco y de Ecovidrio por la sostenibilidad del sector ha permitido que en la actualidad funcionen en Euskadi cuatro servicios de recogida puerta a puerta para la hostelería con más de 700 establecimientos adheridos -Gasteiz, Bilbao, Mancomunidad de San Markos (Donostia, Hernani, Pasaia, Errenteria) y Mancomunidad de Txingudi (Irun, Hondarribia)-, detalló ayer Iñaki Arriola, consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo vasco.
Gracias a todos esos envases depositados en los contenedores verdes, la ciudadanía vasca ha logrado evitar la emisión de 39.500 toneladas de CO2 equivalentes a retirar 9.600 coches de la circulación durante un año;ahorrar 130.700 megavatios hora de energía, suficiente para iluminar Bilbao durante más de tres meses, y evitar la extracción de 70.600 toneladas de materias primas de la naturaleza, equivalentes a siete veces el peso de la Torre Eiffel. El consejero Arriola destacó que el reciclaje contribuye a reducir “al máximo los impactos que nuestro modo de vida causan en el entorno natural”.
En primer lugar -agregó durante la visita cursada a la planta de Vidrala (en Laudio), que fabrica más de dos millones de envases cada día- evitando la contaminación duradera de los suelos, aguas y paisajes que origina el vertido incontrolado de estos residuos domésticos. Y también porque con su reciclaje “los convertimos otra vez en materias primas y reducimos la extracción de nuevos recursos y el gasto en transporte y energía”. Todo ello, señaló, “ayuda a hacer más sostenible nuestra economía y, al mismo tiempo, a contrarrestar con eficacia el cambio climático producto del calentamiento global”.
La eficiencia, pilar de la transición energética vasca
DEIA
EUSKADI ha realizado un gran esfuerzo a lo largo de las cuatro últimas décadas para transformar su sistema energético y alcanzar las cotas de bienestar y garantía de suministro de las que hoy disfrutamos. No en vano, a principios de los años ochenta dependíamos casi en exclusiva de los combustibles fósiles y a día de hoy contamos con un mix donde se ha abandonado el carbón, se ha reducido en casi veinte puntos el uso de derivados del petróleo y se ha aumentado la participación de energías más limpias como el gas natural y las fuentes renovables.
Esta evolución en la que seguimos inmersos nos lleva a plantearnos cuáles son los retos de futuro a los que debemos hacer frente para transitar hacia un sistema energético seguro, competitivo y de calidad, pero que al mismo tiempo cumpla con la necesidad de una mayor sostenibilidad. Euskadi es un territorio pequeño para una expansión masiva de generación renovable. Aun así, hay margen para aumentar en la medida de nuestras posibilidades este tipo de generación y, más aún, tenemos un gran campo para seguir profundizando en las políticas de ahorro de energía y eficiencia.
En este sentido, la eficiencia energética es, sin lugar a dudas, el pilar fundamental en el que se sustenta la Política Energética del Gobierno vasco y la labor del Ente Vasco de la Energía, ya que tan importante como utilizar fuentes de energía más limpias es consumir solo la energía que necesitamos. El documento Estrategia Energética de Euskadi 2030 -aprobado por el Parlamento Vasco- es la guía básica donde se plasma esta voluntad de realizar una gestión energética planificada a largo plazo, conscientes de que la evolución de un sistema energético no es un elemento de cambio inmediato, sino el resultado de una paulatina estructuración de las infraestructuras y del propio modelo energético de todo un país. Y conscientes también de que el actual marco normativo estatal supone, en muchos casos, un freno al desarrollo de políticas energéticas consideradas prioritarias desde Euskadi.
El ahorro energético resulta clave para la economía vasca y la industria, por lo que estas medidas han incidido con especial atención en acompañar y apoyar al tejido industrial en su tarea de lograr un alto grado de eficiencia en los procesos productivos. Del total del ahorro logrado a lo largo de tres décadas de actuaciones, el 78% corresponde al sector industrial, lo que refleja su capital importancia y la necesidad de seguir compitiendo frente a mercados con costes energéticos más ajustados. Un dato refleja la magnitud de esta tarea: en los últimos 10 años la industria vasca ha invertido más de 350 millones de euros en medidas de eficiencia y el Ente Vasco de la Energía ha destinado un total de 24,6 millones a acompañar a las empresa en este esfuerzo.
Se ha avanzado mucho, pero no todo está hecho. El Gobierno vasco se ha comprometido a liderar y ser referente en el uso de fuentes renovables, ahorro energético y eficiencia, para lo cual ha aprobado el Decreto para la Sostenibilidad Energética en el que la Administración se fija unos objetivos de obligado cumplimiento, realmente ambiciosos, para el año 2025.
Asimismo, el sector del transporte está abriendo nuevas vías para mejorar su situación energética mediante tecnologías de alta eficiencia -como las referentes a la electromovilidad- y la introducción de carburantes alternativos -como el gas natural- que nos permitan minimizar las importaciones energéticas y el uso de derivados del petróleo.
El campo de trabajo para mejorar en la eficiencia energética es amplio en Euskadi. Las bases están asentadas gracias a las acciones realizadas en tres décadas y cada vez hay mayor concienciación sobre la necesidad de un uso responsable de la energía. El calendario viene marcado por la fecha del 5 de marzo, Día Mundial de la Eficiencia Energética, en el que desde Ente Vasco de la Energía queremos insistir en que el hecho energético es responsabilidad de todas y todos, presente no solo en grandes decisiones empresariales, sino también en nuestra vida diaria, en nuestras decisiones cotidianas. Es por ello que elegimos la eficiencia para seguir transitando hacia un sistema energético cada vez más sostenible.
Iñigo Ansola Kareaga. Director general del Ente Vasco de la Energía.
La Unión Europea aprueba nuevas normas sobre gestión y reciclaje de residuos
RETEMA
Hoy, los embajadores de la UE respaldaron el acuerdo provisional sobre las cuatro propuestas legislativas del paquete de residuos alcanzado con el Parlamento Europeo el 18 de diciembre de 2017. El paquete de residuos dará lugar a un mayor reciclaje de residuos y contribuirá a la creación de una economía circular. Mejorará la gestión de los residuos y fomentará la reutilización de material valioso incrustado en los residuos.
Las nuevas reglas establecen objetivos jurídicamente vinculantes para el reciclaje de residuos y la reducción de los vertederos con plazos fijos. Estos objetivos aumentarán la proporción de residuos municipales de residuos y envases que se recicla, con objetivos específicos para el reciclado de materiales utilizados en el envasado. Las reglas también incluyen objetivos para reducir la cantidad de desechos municipales que se depositan en vertederos.
Los estados miembros acordaron los siguientes objetivos para la preparación de la reutilización y el reciclaje de los residuos municipales:
• Residuos urbanos. 55% para 2025, 60% para 2030 y 65% para 2035
Los Estados miembros deberán establecer, antes del 1 de enero de 2025, una recolección separada para textiles y para residuos peligrosos de los hogares. Además, deben asegurarse de que para el 31 de diciembre de 2023, los biorresiduos se recojan por separado o se reciclen en origen (por ejemplo, compostaje doméstico). Esto se suma a la recolección separada que ya existe para papel y cartón, vidrio, metales y plástico.
Los objetivos específicos serán los siguientes:
• All packaging: 65% para 2025, 70% para 2030
• Plastic: 50% para 2025, 55% para 2030
• Wood: 25% para 2025, 30% para 2030
• Ferrous metals: 70% para 2025, 80% para 2030
• Aluminium: 50% para 2025, 60% para 2030
• Glass: 70% para 2025, 75% para 2030
• Paper and cardboard: 75% para 2025, 85% para 2030
Estos objetivos fomentarán el uso de envases reciclables y envases reutilizables.
Este paquete también establece requisitos mínimos para todos los esquemas de responsabilidad extendida del productor. Los productores de productos bajo estos esquemas deben asumir la responsabilidad de la gestión de la etapa de desecho de sus productos. Los productores deberán pagar una contribución financiera para tal fin. Además, en la legislación de la Unión también se han introducido planes obligatorios de responsabilidad ampliada del productor para todos los envases.
El vertido de residuos conduce a la contaminación de las aguas superficiales, subterráneas, del suelo y del aire. Por lo tanto, la legislación también contiene un objetivo específico de reducción de vertederos. Los Estados miembros se esforzarán por garantizar que, a partir de 2030, no se acepten en un vertedero todos los residuos adecuados para su reciclado u otra recuperación, en particular en los residuos municipales. La única excepción se refiere a los desechos por los cuales el vertido arroja el mejor resultado ambiental. Además, los estados miembros se asegurarán de que para el año 2035 la cantidad de desechos municipales en vertederos se reduzca a un 10% o menos de la cantidad total de desechos municipales generados.
En general, los Estados miembros consideran que estos objetivos a nivel de la UE crearán la escala mínima para que la industria de la UE invierta en nuevas técnicas y tecnologías de reciclaje.
Antecedentes y próximos pasos
Esta legislación revisada aborda los problemas ambientales con implicaciones transnacionales, incluidos los impactos de la gestión inadecuada de los desechos en las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del aire y la basura, incluso en el medio marino. Garantiza que el material valioso incrustado en los residuos se reutilice, recicle y reinyecte de manera efectiva en la economía europea, y de ese modo ayude a avanzar hacia una economía circular en la que los residuos se utilicen progresivamente como recurso y se creen nuevas oportunidades económicas. Su objetivo es reducir la dependencia de la UE de la importación de materias primas promoviendo el uso prudente, eficiente y racional de los recursos naturales.
Ahora que los embajadores de la UE han respaldado el acuerdo provisional alcanzado entre la Presidencia de Estonia y el Parlamento Europeo el 18 de diciembre de 2017, la legislación se someterá al Parlamento Europeo para su votación y luego al Consejo para su adopción final. Entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial.
Mikel Huizi: “Zabalgarbi tiene un cometido fundamental: contribuir a la sostenibilidad de Bizkaia”
RETEMA
En una entrevista concedida a Sogama, y que se recoge en la Newsletter del pasado mes, el Director General de Zabalgarbi, Mikel Huizi Leiza, no duda al describir la principal función de una instalación creada por y para Bizkaia. “Nuestro compromiso es ser parte activa de una Bizkaia más moderna, más limpia, más ecológica y más sostenible”.
La economía circular guía la política corporativa de una entidad caracterizada por altos estándares de eficiencia y que logra impregnar de valor a lo aparentemente inservible. Prueba de ello es que cada año logra transformar 225.000 toneladas de residuos no reciclables en energía suficiente para abastecer al 30% de los hogares vizcaínos, un proceso que lleva a cabo con la máxima pulcritud medioambiental. Huizi Leiza lo ejemplifica de forma meridiana: “Producimos cada año la electricidad equivalente al consumo del metro de Bilbao durante 7 años y lo hacemos utilizando desechos no reciclables que, de otra forma, acabarían su vida útil en vertedero y que hubiesen generado un 175% más de emisiones de gases de efecto invernadero”.
Pero su estrategia empresarial va más allá de la protección ambiental, toda vez que su preocupación también se centra en impulsar un modelo de desarrollo que aglutine, de forma equilibrada y armónica, el cuidado del entorno, el crecimiento económico, la cohesión social y la promoción cultural
Primera planta en conseguir la certificación HPR
Se muestra orgulloso de que Zabalgarbi haya sido la primera planta de valorización energética de Europa que recibe la calificación HPR (Highly Protected Risk), un reconocimiento realizado por la mutua norteamericana Factory Mutual Global, y vinculado al ámbito asegurador, que ensalza la mitigación y minimización de los riesgos inherentes a la industria, poniendo en valor la gestión excelente que, en este ámbito, lleva a cabo la planta vasca.
La aseguradora norteamericana, tal y como explicó el Director General de Zabalgarbi, premió, tras un exhaustivo análisis y estudio que dio comienzo en el año 2010, el buen hacer de la instalación desde la gestión ambiental, la prevención de riesgos, así como el cuidado óptimo y extraordinario estado de conservación de sus instalaciones.
Bilbao, sede del próximo Congreso de CEWEP
En este contexto, no es de extrañar que Zabalgarbi, a través de la Asociación de Empresas de Valorización Energética (AEVERSU), fuese designada por la CEWEP (Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética) para colaborar en la organización del próximo congreso que esta organización celebrará en el Estado español, y que tendrá lugar en Bilbao los días 20 y 21 del próximo mes de septiembre.
Huizi es consciente de la gran responsabilidad que ello supone, ya que en esta cita internacional participarán más de 200 profesionales y expertos europeos en la gestión sostenible de los residuos, además de representantes de la Comisión Europea. No obstante, se muestra convencido de que será un gran éxito que quiere compartir con el resto de las plantas que conforman la Asociación Española de Empresas de Valorización Energética, a la que pertenece Zabalgarbi y otras 10 instalaciones más.
Respecto al papel que desempeña la valorización energética en el modelo de desarrollo definido por la economía circular, se muestra taxativo: “Se trata de respetar la normativa europea, que dice que la función de la valorización energética es precisamente convertir en energía la fracción de residuos que no se puede reutilizar ni reciclar”. Y aquí es donde entran en juego las modernas plantas de valorización energética, que operan de forma segura, eficiente e innovadora, extremos estos que resultan, hoy en día, indiscutibles.
Es por ello que pide coherencia a la futura Estrategia Española de Economía Circular porque cada año se entierran en España 13 millones de toneladas de residuos, circunstancia que, además de un negativo impacto ambiental, hipoteca el bienestar y calidad de vida de las futuras generaciones. Apela a la prudencia y reflexión, ya que el planteamiento debe pasar por evaluar si resulta más eficaz utilizar un recurso que contiene energía o enterrar la energía contenida en el mismo.
En este escenario, Mikel Huizi no tiene dudas al afirmar que la valorización energética de los residuos no reciclables “es la verdadera energía de la economía circular”.
Euskadi, segunda comunidad que más disminuye sus emisiones de efecto invernadero
DEIA
Euskadi en este periodo emitió 513.263 toneladas equivalentes de CO2, lo que la situó como la novena comunidad autónoma con más emisiones acumuladas totales.
Además, cada vasco emitió en 2015 un total 7,4 toneladas, una media ligeramente superior a la del conjunto del Estado que fue de 7,2, aunque si se quitan las emisiones difusas, es decir, las provenientes del transporte, la agricultura o el tratamiento de residuos, la media fue de 4,4 toneladas por habitante.
Del total de comunidades autónomas, 14 han aumentado sus emisiones totales y solo 5, entre ellas la vasca, las han disminuido: Castilla y León un 4 %, País Vasco y Ceuta (3 %), Castilla-La Mancha (2%) y Galicia (1 %).
Por el contrario, Extremadura ha incrementado en un 49 % sus emisiones totales de GEI entre 1990 y 2015 (último dato oficial publicado), por encima del incremento medio nacional, que creció el 17 por ciento.
Le siguieron Murcia (48 %), Canarias (46 %), la Comunidad Valenciana (43 %) y Madrid (42 %).
Las denominadas emisiones difusas, las no industriales, fueron en 2015 en Euskadi el 60 % del total de emisiones, un porcentaje ligeramente superior a la media nacional, que fue del 59 por ciento.
El descenso de estas emisiones difusas, entre 2006 y 2015, ha sido liderado por Ceuta (-55 %), la Comunidad Valenciana y Melilla (-31 %), el País Vasco (-29 %) y Canarias (-28 %).
En cuanto a las emisiones fijas, las provenientes de las grandes industrias, en el País Vasco se redujeron entre 2006 y 2015 un 43 %, uno de los descensos más acusados solo por detrás de los de La Rioja, Madrid y Castilla-La Mancha.
En el informe se explica que este fuerte descenso se corresponde a una “comunidad autónoma altamente industrializada pero que hace muchos años inició el cambio de modelo hacia una economía más descarbonizada”.
En total en España se emitieron 9,3 millones de toneladas en el período estudiado y se llegó al pico de emisiones en 2007, un año después que en el País Vasco.
El informe explica que las comunidades que más gases emiten son las que tienen mayor presencia de centrales eléctricas basadas en el carbón y de industrias pesadas.
Los garbigunes examinan sus horarios y tipos de residuos
DEIA
Los garbigunes se someterán a examen. Veinte años después de la puesta en marcha de la primera instalación en Basauri, la Diputación analizará si el horario, las normas de utilización y el tipo de residuos que en ellos se recogen se adecúan a las necesidades de los vizcainos. “Nos debemos a la ciudadanía y tenemos que hacer lo posible para que los servicios que prestamos tengan unos estándares de calidad altos y adecuados a sus necesidades”, declaró ayer la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Elena Unzueta.
La institución foral ha puesto en marcha una prueba piloto para informatizar la actividad de los 23 puntos limpios que funcionan actualmente en el territorio. Esta prueba se desarrollará durante un período de tres meses, de lunes a domingo, en los garbigunes de Durango, Getxo, Markina, Mungia y Santurtzi. Con la ayuda de un dispositivo electrónico, el personal recogerá diferentes datos sobre las personas usuarias -solicitarán para ello el DNI- y los residuos que se depositan en ellos. Con esta prueba se pretende recoger información sobre el tipo de usuario, los horarios más habituales de acceso, y la cantidad y tipología de los residuos recogidos, entre otros. Con los datos obtenidos, se estudiará si los horarios actuales se corresponden con la demanda actual, si es necesario ampliar la lista de los residuos que se admiten actualmente, y si el reglamento se adecúa a las necesidades. Este sistema servirá, además, para llevar un registro inmediato del tipo de residuos que se llevan a las instalaciones así como para conocer el perfil del usuario.
Con toda esa información, se analizará la posibilidad de extender este sistema al resto de la red de garbigunes y se definirán las mejoras a implementar.
La industria europea de valorización energética de residuos rechaza el retraso de los objetivos de reducción del vertido
RESIDUOS PROFESIONAL
La Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética de Residuos (CEWEP) ha hecho un llamamiento a los Estados miembros para que no vean el desvío de residuos del vertedero como una carga, sino como una oportunidad para mejorar sus sistemas de gestión de residuos, con el apoyo de la UE, y para desviar residuos de los basureros que pueden ser reciclados y recuperados tan pronto y tanto lo antes y en la mayor cantidad posible. Y se refieren no sólo para los residuos municipales, sino también a los residuos comerciales e industriales que pueden ser tratados en niveles más altos de la jerarquía de residuos (prevención, reutilización, reciclaje, valorización energética y, por último, vertido).
El acuerdo sobre el Paquete de Economía Circular incluye un objetivo de vertido máximo del 10% de los residuos municipales generados. Para CEWEP, esta sería una buena noticia si no fuera por el extremadamente largo período de transición previsto. El objetivo del 10% tiene que conseguirse en 2035 –cinco años más tarde que en la propuesta original de la Comisión– con otra extensión de cinco años para los Estados miembros que en 2013 enviaban a vertederos el 60% o más de sus residuos urbanos. “Es claramente menos ambicioso que la meta del 5% en 2030 requerida por el Parlamento”, lamenta la organización en un comunicado.
Para CEWEP existe el riesgo de que los residuos se trasladen a Estados más permisivos con el uso de vertederos
Con una transición tan larga CEWEP teme que no se actúe demasiado para reducir el uso de vertederos en el ínterin. El objetivo provisional previsto que permite un 25% máximo de vertido en 2035 para obtener la ampliación hasta 2040 está también muy lejano en el tiempo. Por todo ello, con el fin de asegurar que se tomen las medidas necesarias, la entidad reclama establecer las metas provisionales en 2025 y 2030.
Un período de transición largo puede ser una oportunidad perdida para el tratamiento de los residuos en un nivel más alto de la jerarquía, para luchar eficazmente contra el cambio climático y garantizar la seguridad de la inversión en crecimiento y empleo verde. Para CEWEP esto dará lugar a inversiones mal dirigidas y a un enfoque de economía no circular: “Los inversores se lo pensarán dos veces antes de poner su dinero en un país que permite tasas de vertido altas”.
Reducir el vertido para proteger el clima
Por otra parte, el desvío de residuos del vertedero es esencial para la protección del clima y la aplicación del acuerdo de París. “Teniendo en cuenta que hemos vertido todavía más de 60 millones de toneladas de residuos urbanos en la UE, que contribuyen enormemente al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero (emisores de hasta 100 millones de toneladas de CO2 equivalente), no podemos permitirnos esperar hasta 2040 para reducir el vertido y sus emisiones de metano, con un impacto muy relevante sobre el clima”.
Por ello, el desvío del vertedero de residuos que pueden ser reciclados o recuperados es un prerrequisito para la protección del clima y el desarrollo de una economía circular.
Reciclado de calidad
Pero otra condición indispensable para el éxito de la economía circular es calidad del reciclaje. “Demasiado a menudo, la economía circular se reduce al reciclaje cuantitativo (y de hecho esto perjudica a la prevención de residuos, que está por encima la jerarquía). Solo un reciclado de calidad crea la confianza del mercado necesaria para sustituir a los materiales vírgenes y lograr una economía circular sostenible”.
A ello hay que añadir que China ha restringido las importaciones de residuos y que significativas cantidades de residuos, como plásticos y papel, que se enviaban para su reciclaje al gigante asiático deberán ahora buscar otros destinos. “La UE debería ver esto como una oportunidad para desarrollar un reciclaje de calidad para ahorrar recursos primarios en Europa”, explica el comunicado.
En este sentido, recuerda CEWEP que “la valorización energética de residuos está ahí para apoyar un reciclaje de calidad mediante el tratamiento de las fracciones que no son aptas para el reciclaje”. Al mismo tiempo “los metales presentes en las cenizas resultantes del proceso se reciclan y los minerales restantes se utilizan para la construcción, sustituyendo recursos primarios como grava y arena”.
Además, añade, “las plantas de valorización energética de residuos en Europa producen energía para los hogares y la industria. Pueden suministrar electricidad a 18 millones de habitantes y calor a 15,2 millones, lo que nos hace menos dependientes del uso de combustibles fósiles vírgenes”.
China ya no compra “basura extranjera” y colapsa de plástico los vertederos de España
EL CONFIDENCIAL
El mercado mundial del plástico ha dado un vuelco de consecuencias aún imprevisibles. El pasado 1 de enero, China activó la prohibición de importar “basura extranjera”, principalmente residuos plásticos que, en muchos casos, constituían el extremo final de la cadena del reciclaje en muchos países occidentales.
El mecanismo es el siguiente: usted deposita una botella en el contenedor adecuado, la empresa de gestión vende ese plástico a recicladores privados que lo transforman en píldoras y vuelven a reiniciar el ciclo, ya sea en España o en China, que venía adquiriendo un 50% de los residuos mundiales de plástico para convertirlos en resina con la que fabricar desde botellas a tuberías.
Varias localidades en España han estrenado sistemas de pago por generación de basura. ¿El problema? Los vecinos se marchan al pueblo de al lado a deshacerse de sus residuos. En Europa o Estados Unidos, era la situación ideal, ya que permitía librarse de una enorme cantidad de material y recibir dinero a cambio. Para China también era beneficioso porque su demanda de plástico crecía año tras año. Pero todo tiene un final.
Muchos de los plásticos —por llegar sucios o mal clasificados— requerían de tratamiento extra y por lo tanto eran demasiado caros para el reciclaje, acababan sin embargo en un vertedero. Por ello, en 2013, el país asiático lanzó la operación Valla Verde para mejorar la calidad de la basura que importaba. La primera medida fue restringir la importación de plásticos de baja calidad.
Ahora, desde este año, la restricción a la entrada de plásticos y otros residuos como papel o metal es total. Esto tiene dos consecuencias: primera, que todos esos plásticos que China ya no compra se están acumulando en vertederos del resto del mundo. Segunda, que la industria del reciclaje en Europa o Estados Unidos ha recibido un duro golpe al perder ese incentivo chino, mientras que los productores de plástico como materia prima son ahora quienes se frotan las manos.
No es la única medida que Pekín está tomando en este sentido. En el último año, el país se ha posicionado como un nuevo líder mundial en desarrollo verde, impulsando, por ejemplo, el mercado de emisiones más grande del mundo: 3.500 megatoneladas de CO2 frente a las 1.900 del mercado europeo, hasta ahora el mayor.
“China solamente está empezando”, decía ayer en Madrid el economista William Nordhaus, galardonado con el premio Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático por la Fundación BBVA. “Pero ya ha demostrado que puede hacer las cosas tan bien como otros países desarrollados y además mucho más rápido, debido al tamaño de su economía y la falta de trabas habituales en países democráticos”.
¿Cómo afectará esto a España?
A nivel mundial, la medida afectará principalmente a los países ricos, pero no del mismo modo. En Reino Unido, por ejemplo, ya se habla de una “crisis del plástico”, dado que los índices de reciclaje británicos son tradicionalmente muy bajos porque la exportación resolvía parte del problema.
En España disponemos de mucha información y estadísticas sobre nuestras costumbres con el reciclaje pero, una vez los envases salen de los hogares y llegan al contenedor amarillo, la opacidad va ‘in crescendo’. ¿Adónde van todos esos envases? ¿Cuánto recibe cada recicladora privada, cuánto se exporta a China?
“Indudablemente, las cifras de exportaciones españolas a China de residuos recuperados son importantes”, explica a Teknautas Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje. “Estamos hablando de 1.050.938 toneladas en 2016, de las cuales un 78% corresponde a papel y cartón y un 13% a plásticos, luego ya a gran diferencia se sitúa el cobre (7%) y en menor medida otra serie de chatarras, férricas y no férricas”.
Según ha podido saber El Confidencial a partir de datos de comercio del Ministerio de Economía, en los últimos años la exportación de residuos plásticos a China supuso para las empresas españolas una media de 31 millones de euros al año. El país asiático ha recibido desde 2010 alrededor del 35% de nuestros plásticos usados.
Desde la Federación Española para la Recuperación y el Reciclaje creen que “habrá consecuencias muy negativas para España” a consecuencia de la restricción china. Además, advierten de que Pekín apenas les ha dado tiempo de adaptación, una queja que comparte el Bureau of International Recycling. “Entendemos que el principal objetivo que China quiere alcanzar con los estándares propuestos es identificar qué es ‘basura’, residuos que no se pueden reciclar y cuyo destino es el vertido o la incineración; para que China pueda evitar que este material entre al país”, dice García-Franco.
No son, en definitiva, buenas noticias para España, que se enfrenta a una batalla con diversos frentes para alcanzar la tasa del 50% de reciclaje que exige Europa para dentro de dos años. Uno de esos frentes está en los vertederos, donde según datos de Eurostat termina un tercio de los 21 millones de toneladas anuales de residuos que producimos.
La presión sobre estas instalaciones, en las que durante 2017 se produjeron 57 fuegos intencionados, aumenta con la decisión de China. Entre 25.000 y 40.000 toneladas extra de plástico permanecerán almacenadas en nuestro país si no se encuentra una alternativa, es decir, un país que sustituya a China y se convierta en el nuevo ‘vertedero del mundo’.
Puede sonar temerario, pero hay varias naciones que se están postulando para suceder a China en este sucio pero lucrativo trono: Turquía, India y Nigeria.
Bizkaia. En invierno, continúa la limpieza en las playas: 1.500 toneladas de residuos al año
EL CORREO
Cuenta Unai Gangoiti, el director de Medio Ambiente de la Diputación, que Bizkaia es uno de los pocos lugares donde se recoge la basura en las playas a diario, tanto en verano como en invierno. «Los usuarios valoran muy bien este servicio, según las últimas encuestas, que nos dan un notable alto». Hace un día de perros en Arrietara y un par de trabajadores terminan la recogida diaria de botellas, aparejos de pesca, luces fluorescentes y cualquier cosa imaginable. Las más abiertas, expuestas al oleaje, se llevan la peor parte.
Las cifras de los últimos años se mantienen estables. 1.372 toneladas en 2014, 1.666 en 2015 y 1.567 en 2016. El último ejercicio todavía no está cerrado. Los arenales se limpian todos los días laborables y en verano se actúa también los festivos. En el operativo invernal hay 23 trabajadores: 1 director de servicio, 5 encargados y 17 operarios. Una decena de tractores, 8 cribadoras grandes, 5 pic-ups y 1 Land Rover Defender hacen más fácil su labor.
Aldundiak 1.080.000 euro erabiliko ditu hondakin organikoen bilketa Bizkaian zabaltzeko diru-laguntzetarako
BIZKAIKO FORU ALDUNDIA
Diru-laguntza horiek udal eta mankomunitateentzat izango dira, edukiontzi marroiak, poltsa konpostagarriak, etxeetarako ontziak, giltzak, autokonpostagailuak eta birringailuak eskura ditzaten.
Bizkaiko Foru Aldundiak Gobernu Kontseiluaren bilkuran onetsi ditu bosgarren edukiontzia ezartzeko, eta horrela gure lurraldean hondakin organikoen bilketa zabaltzeko, emango diren diru-laguntzen oinarri arautzaileak eta deialdia. Diru-laguntzek guztira 1.080.000 euroko zenbatekoa osatzen dute eta norgehiagoka araubidearen bidez banatuko dira udal, mankomunitate eta arlo horretan lan egiten duten udal titulartasuneko pertsona juridikoen artean.
Laguntza horietarako erabiliko den diru-partidaren bidez edukiontzi, poltsa konpostagarri, etxeetako ontzi, giltza, autokonpostagailu eta birringailuen eskuraketa finantzatzen lagundu nahi da. Diru-laguntza horien zenbatekoak gehieneko muga bat izango du: 50.000 euro 20.000 biztanle edo gehiago dituzten udalentzat, eta 80.000 euro 20.000 biztanle baino gehiago dituzten udal eta mankomunitateentzat.
Diru-laguntza hauek lortzeko eskabideak aurkezteko epea egutegiko 60 egunekoa izango da, deialdi hau Bizkaiko Aldizkari Ofizialean argitaratu eta biharamunetik aurrera zenbatzen hasita.