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La valorización energética de la parte no reciclable de los residuos urbanos se incrementa en Europa en 2 puntos porcentuales. Así se recoge en las estadísticas publicadas recientemente por Eurostat y relativas al año 2013, donde este tratamiento finalista sube del 24 al 26 por ciento, viéndose reducido el uso del vertedero en un 3 por ciento.

Las tres erres: el horizonte

De esta forma, el entorno comunitario avanza en la senda trazada por la normativa vigente, que fomenta en primera instancia el principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje), a las que añade la recuperación de energía contenida en la fracción no reciclable de los residuos, proceso que se lleva a cabo desde las máximas garantías y el pleno respeto al medio ambiente y la salud pública, utilizando para ello tecnologías de última generación que permiten aminorar los niveles de emisiones. El vertedero se reserva como última opción debido a su negativo impacto ambiental.

De hecho, las instalaciones industriales de valorización energética son las más vigiladas en sus aspectos medioambientales, pesando sobre las mismas unas considerables exigencias, muy superiores a las que rigen para otro tipo de infraestructuras.

En este sentido, cabe decir que los parámetros de emisión del complejo medioambiental de Cerceda siguen manteniéndose muy por debajo de los límites legales, tal y como se acredita a través de los datos hechos públicos por la empresa en el año 2014, lo que garantiza una actividad industrial perfectamente compatible con la preservación del medio ambiente y la salud de las personas.

Altas tasas de valorización energética en los países más avanzados

En el caso de Bélgica, Dinamarca y Austria, la incineración con recuperación de energía sube 2 puntos: del 42 al 44 por ciento, del 52 al 54 por ciento y del 35 al 37 por ciento respectivamente. En Noruega lo hace en 1 punto, pasando del 57 al 58 por ciento.

También se incrementa en otros países tales como Francia e Italia (1 punto, escalando desde el 33 y el 20 por ciento, al 34 y 21 por ciento). En Lituania lo hace en 6 puntos (del 1 al 7 por ciento), en Polonia, en 7 puntos (del 1 al 8 por ciento), en Finlandia, en 8 puntos (del 34 al 42 por ciento), en Portugal y Reino Unido, en 4 puntos (del 20 al 24 por ciento y del 17 al 21 por ciento), y en Eslovaquia, en 2 puntos (del 10 al 12 por ciento).

Se mantiene en Holanda (49 por ciento), Alemania (35 por ciento) y España (10 por ciento), lo que explica que en nuestro país se dispare el vertido hasta el 60 por ciento, a pesar de que, respecto al 2012, ha bajado en 3 puntos.

No obstante, cabe decir que en el Estado español se constata un aumento del reciclaje, pasando del 17 al 20 por ciento, al igual que en Suecia, aunque en este último caso sólo lo hace en 1 punto (del 32 al 33 por ciento), manteniéndose en Alemania (47 por ciento) y Holanda (24 por ciento).

En cuanto al vertido, se sigue posicionando en tasas inferiores al 5 por ciento en los países más avanzados y comprometidos con el medio ambiente. Nos referimos a Austria (4 por ciento), Noruega, Holanda y Dinamarca (2 por ciento), y Bélgica y Suecia (1 por ciento).

Respecto al compostaje industrial, éste se mantiene, en la Unión Europea, en un 15 por ciento. No obstante baja 1 punto en Alemania (del 18 al 17 por ciento). En España se perpetúa en el 10 por ciento.

Y en referencia a la generación de residuos, ésta se aminora en 11 puntos como media en el entorno europeo, viéndose reducida desde los 492 kilos por habitante y año a los 481. En España, la producción es menor, pero aún así disminuye en un 3,23 por ciento, pasando de los 464 a los 449 kilos por persona y año.

El caso de Sogama

En el caso de Sogama, y en relación al período 2009-2014, la mayor eficiencia del complejo medioambiental de Cerceda permitió incrementar en un 12,74 por ciento los residuos tratados en el mismo, viéndose reducidas en un 46,60 por ciento las cantidades desviadas al vertedero de Areosa.

Por su parte, la producción de energía en la Planta Termoeléctrica subió en un 11,28 por ciento (de 307.867,09 MWh a 342.597 MWh) y la de Cogeneración en un 18,75 por ciento (de 117.594,83 MWh a 139.643 MWh). En el ámbito gallego, y tal y como se recoge en el plan autonómico de gestión de residuos urbanos 2010-2020, la previsión es que el uso del vertedero baje del 44 al 24 por ciento, vertiendo únicamente aquella parte de la basura que no pueda ser reciclada ni recuperada material y/o energéticamente.