Europa quiere aprobar la nueva directiva de energías renovables antes de final de año
ENERGÉTICA 21
La reciente visita a Madrid del comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, el pasado viernes para participar en una jornada convocada por la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) ha constatado el interés de la Comisión Europea por cerrar 2016 con una nueva directiva de energías renovables aprobada. Nos encontramos ahora en una fase de análisis del futuro texto y todo indica que la directiva no modificará el objetivo del 27% de energía suministrada por fuentes renovables ya fijado para 2030. ¿Es necesario aumentar ese porcentaje tras los acuerdos alcanzados en la COP21 de París? Según Arias Cañete, no. Solo un reducido grupo de 4 países lo han pedido pero el comisario europeo asegura que esa petición es solo una pose. No es lo mismo lo que dicen ante los micrófonos que después en las reuniones en un despacho, confesó el ex ministro español de Agricultura y Medio Ambiente.
Pero ¿cómo está Europa a este respecto? Según datos de 2014, la energía que consume la UE procedente de generación renovable es del 16%. Gracias a esta energía limpia, Europa ha reducido en 3.000 millones de euros anuales la importación de combustibles fósiles. ¿Llegará España al objetivo? Todo el sector renovable apunta a que no hay que mirar a 2030: ni siquiera cumpliremos el objetivo del 20% para 2020 si no empezamos “ya” a construir nuevas instalaciones eólicas, solares, termosolares, de biomasa, etc.
Pero no todo es generación eléctrica. En su discurso en Madrid, Arias Cañete señaló algunos aspectos fundamentales para alcanzar el objetivo del 27%. El comisario europeo puso especial énfasis en señalar que no basta tan solo con crear nuevos parques eólicos o solares, es necesario también poner el foco en algunos sectores a los que se les presta poca atención cuando se habla de energías renovables: los sistemas de calefacción y refrigeración y, por otro lado, el transporte. En el primer apartado, España está a la cola de Europa. El desarrollo en nuestro país de sistemas de climatización basados en generación renovable es todavía muy incipiente. La biomasa térmica comienza a abrirse paso pero queda mucho camino por recorrer. Menos evolucionada todavía se encuentra la implantación de redes de calor y frío con generación renovable. Mientras en buena parte del centro y norte de Europa son una opción extendida gracias a su enorme eficiencia, en España los ejemplos son testimoniales. La futura directiva europea de edificios pretende servir de palanca para impulsar este sector.
Respecto al transporte, el propio comisario reconoció que es “uno de los sectores donde peor está funcionando la introducción de energías renovables”. Tan solo el 6% de la energía utilizada en Europa procede de fuentes renovables en este ámbito. Está previsto que en junio se dé luz verde a una nueva directiva europea de descarbonización del transporte que ayudará a incrementar este exiguo porcentaje.
Un campo de negocio mundial
Lo que está fuera de toda duda es que el desarrollo de las energías renovables en Europa y en todo el mundo consolidará un mercado cuyas previsiones de inversión son ingentes. Así lo subrayó Arias Cañete: “Será un campo de negocio mundial”, dijo. El cumplimiento de los objetivos de reducción de CO2 para 2050, que la UE estima en un descenso del 85 al 90% respecto a las emisiones de 1990, generará 745.000 millones de euros al año. Ese montante económico, además de contar con un fuerte componente de inversión privada, estará respaldado también por unos 100.000 millones de euros procedentes de fondos públicos. La Unión Europea va a invertir 30.000 millones de euros en desarrollar servicios y tecnologías bajos en emisiones de carbono, mientras que los Fondos de Cohesión para el periodo 2014-2019 tienen previsto destinar 38.000 millones para inversiones que apoyen la descarbonización. A estas dos líneas concretas hay que sumar, en lo que se corresponda finalmente con el sector de la energía y el medio ambiente, un importante porcentaje de los 40.000 millones de la UE para investigación y desarrollo; y 33.000 millones más para potenciar la competitividad de las pymes.
Hacia el mercado único de la energía
Para cumplir todas las metas establecidas por la UE en materia energética, Arias Cañete apuntó a una condición fundamental: el verdadero establecimiento de un mercado único de la energía que integre a los 28 Estados miembros. La creación de esa Unión Energética pasa, según el comisario, por las nuevas interconexiones eléctricas y gasistas previstas. El objetivo es alcanzar una tasa del 10% de la potencia instalada europea disponible en interconexiones para 2020. Para ello, España debe desarrollar las 3 nuevas interconexiones eléctricas planificadas con Francia –dos de ellas a través de los Pirineos y una más submarina por el golfo de Vizcaya- así como otra nueva interconexión con Portugal.
Un marco regulatorio estable
Como anfitrión del evento celebrado en Madrid, el presidente de APPA reclamó una vez más “un marco regulatorio estable” para el desarrollo de las energías renovables en España. Para José Miguel Villarig, la política energética debe tener una “orientación estratégica permanente pero revisable”, un factor que ha brillado por su ausencia en los últimos cuatro años. El propio Villarig calificó de “improvisación” cómo afrontó el Gobierno de Rajoy la resolución del problema de déficit de tarifa, una tarifa que el presidente de APPA definió como “interesadamente confusa e ineficaz”.
Villarig dejó claro que el sector renovable “no pide ahora que se cambie otra vez todo sino que se mejora el marco establecido”, pero alertó de que “el mercado actual no funciona”, una circunstancia que “se manifestará más claramente cuando tengamos que ampliar la potencia del sistema”, afirmó el presidente de APPA.