Janez Potocnik: “La incineración puede ser una opción de tratamiento de residuos eficaz”

17 martxoa, 2013 adclick Sin categoría

 

DEIA

¿Cuáles son sus directrices en gestión de residuos?
Los Estados miembros deberían centrarse en la prevención, fomentando la reutilización y el reciclaje. Nuestro objetivo es eliminar gradualmente los vertederos y limitar la recuperación energética a la basura que no se pueda ni reutilizar ni reciclar. Tenemos un objetivo de reciclaje del 50% para los residuos municipales, y que los Estados miembros deben lograr para el año 2020, aunque países como Alemania o Austria están ya incluso por encima.

¿Cómo ve las incineradoras?
La incineración, con una media del 23% en la Unión Europea, puede ser una opción de tratamiento de residuos eficaz, especialmente para la fracción resto que queda de otros procesos de gestión de residuos y para la basura que no es reciclable.

¿Cómo valora sus beneficios como planta de generación energética?
Hoy en día las incineradoras que operan en la UE están sometidos a rigurosos requisitos legales, que exigen para funcionar permisos que incluyen valores límite de emisiones basados en las mejores técnicas disponibles. Estos requisitos tienen como objetivo proteger el medioambiente y la salud de cualquier efecto adverso de la incineración. En el caso de las incineradoras que generan electricidad y/o calor de los residuos, los beneficios medioambientales son cuantificables, ya que la basura puede reemplazar parcialmente la utilización de combustibles fósiles que no solo son recursos finitos sino que también tienen un impacto medioambiental negativo.

Según Eurostat, la incineración es el primer método de gestión de los residuos municipales en Dinamarca, Suecia y Bélgica.
Efectivamente, estos tres países junto con Holanda, Alemania y Austria son pioneros en la aplicación de políticas de gestión de desechos, con buenos resultados en reciclaje y con prácticamente cero en vertederos. En estos países la cantidad de basura que se recicla es muy alta, lo que supone una recuperación económica de recursos en línea con el principio de eficiencia. En algunos de estos países, sin embargo, hay un problema de sobrecapacidad de incineración lo que significa que se incinera un porcentaje excesivo de residuos. Esto está dificultando el desarrollo de otras opciones de gestión, particularmente el reciclaje. Pero la incineración es una tecnología segura, que puede traer beneficios a la sociedad en términos de energía y producción de calor así como en términos de recuperación de recursos. En los Estados miembros donde la incineración se ha convertido en una de las principales opciones de gestión está, en general, muy bien aceptada. Aunque la percepción es diferente en otras partes de Europa donde se ve como dañina.

¿Le consta que existan problemas en torno a alguna planta?
Hay dos quejas que están siendo analizadas: una sobre una planta que produce cemento e incinera residuos peligrosos en la República Checa, y otra sobre la incineración de aceites peligrosos y sin tratar en Inglaterra y Gales.

En Euskadi se ha generado una gran controversia entorno a la construcción de una incineradora. El nuevo gobierno paralizó el proyecto, equiparando la incineración con una actividad tóxica y muy dañina para la ciudadanía. ¿Comparte esa apreciación?
Todo lo que puedo decir es que en la Unión Europea el funcionamiento de una incineradora está sujeta a estrictos requisitos legales para proteger la salud humana y el medioambiente y su proceso de obtención de permisos está abierto a la participación del público. Sobre esta cuestión, el País Vasco necesita actuar en consonancia con un plan de gestión de residuos que responda a las necesidades concretas con que se enfrenta actualmente la región autónoma. Compete a las autoridades regionales determinar si la construcción de una nueva planta de incineración es necesaria.

Ese mismo sector político ha impulsado la implantación generalizada del sistema ‘puerta a puerta’. El objetivo es reciclar en siete años el 75% y estabilizar la fracción resto mediante procesos biomecánicos. ¿Es realista?
La Directiva Marco de Residuos establece un objetivo de un 50% de reciclaje a alcanzar para el año 2020. El objetivo del 75% de Gipuzkoa es ciertamente ambicioso. Si se ponen en marcha todas las medidas de apoyo necesarias como la recogida selectiva se puede lograr. La cuestión es, ¿cómo gestionar después los residuos no reciclables (25%) así como los residuos generados en el proceso de reciclaje?

La actual formación de gobierno se está encontrando una gran oposición ciudadana a la hora de implantar sus planes. ¿Qué recomienda para superar este conflicto?
La UE ha desarrollado herramientas legales para facilitar la participación pública en el proceso de toma de decisiones relativas a los planes de gestión de residuos y proyectos concretos. De hecho, la evaluación del medioambiente es un procedimiento que garantiza que las consecuencias ambientales de las decisiones se tomen en cuenta antes de la toma de decisiones. El proceso implica un estudio de impacto, un ejercicio de consulta pública sobre los efectos e informar al público sobre la decisión. Es importante que las posiciones divergentes en Gipuzkoa se reconcilien más allá de los intereses políticos y teniendo en cuenta la postura del interés público general.