La bolsa de basura de los vizcainos pesa 22 kilos menos que hace un año

14 otsaila, 2012 adclick Sin categoría

DEIA

De la misma forma que la energía más limpia es la que no se consume, el residuo que menos contamina es el que no se genera. Es el primer paso hacia un sociedad más sostenible y Bizkaia lo está logrando. El año pasado, cada ciudadano produjo 22 kilos menos de basura, una tendencia que comenzó hace ya cuatro años y que sigue manteniéndose. El territorio reutiliza, además, cada vez más basura. Actualmente, menos de un tercio de los residuos termina en un vertedero; el resto se aprovecha, bien de forma material o energética. “Este balance nos ratifica el éxito de las políticas ambientales de la Diputación”, se felicita el diputado foral de Medio Ambiente, Iosu Madariaga.

Cada vizcaino generó el año pasado 509 kilogramos de basura, 22 kilos menos que en 2010 y casi 90 menos que en el año 2004, cuando se inició el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos. Sumando los residuos domésticos, y los industriales y comerciales, en el territorio se produjeron 25.000 toneladas menos de basura, el equivalente, por ejemplo, a la que, procedente de Gipuzkoa, llega cada año al vertedero de Igorre. La generación de residuos ha caído a niveles de hace 15 años, a pesar de que la población ha crecido en 20.000 habitantes.

Principalmente, este descenso se debe al impacto de la crisis económica que reduce el consumo -se compra menos y se arreglan más cosas antes de tirarlas-, pero también puede haber otras causas, como las políticas de prevención que han hecho que los envasadores reduzcan el sobreembalaje o que los propios consumidores apuestan por compras más respetuosas. Desde la Diputación, además, se promueven actuaciones como incentivar el uso de memorias USB en lugar de CD o DVD, o impulsar el aprovechamiento de los materiales que se utilicen en eventos públicos promovidos por la Diputación. ¿El objetivo? Que cada vizcaino no genere más de 1,3 kilos de basura al día.

Pero si cada vez se generan menos residuos, los ciudadanos también separan cada vez más. Más de un tercio de la basura se deposita en los contenedores correspondientes, una cifra que es mayor en las empresas y comercios (alcanza el 67,56%) que en los hogares (34,17%). Con niveles “equiparables” a los países europeos punteros en la materia, la recogida selectiva ha tocado techo en Bizkaia. “La puesta en marcha de la planta de tratamiento mecánico-biológico el próximo año permitirá alcanzar nuevas metas en cuanto a los índices de recogida selectiva y reciclaje”, explica el diputado de Medio Ambiente.

Menos basura al vertedero Al otro lado de la bolsa de basura, Bizkaia reutiliza cada vez más residuos: vidrio que vuelve a convertirse en botellas o residuos que se utilizan para generar energía eléctrica. Actualmente, solo tres de cada diez toneladas de residuos que se generan en el territorio termina en un vertedero. El resto se aprovecha, bien de forma material o energética.

El objetivo es claro: alcanzar, en 2016, el denominado vertido cero. Esto es, que ninguna basura que se genere en Bizkaia se lleve a un vertedero. Y el territorio avanza en ese camino. Actualmente, menos de un tercio de los residuos se envían a un depósito controlado y la cifra sigue disminuyendo, de las 196.952 toneladas de 2010 a las 170.481 del año pasado (lo que equivale a una disminución del 13,4% en solo un año). De hecho, Bizkaia ya ha cumplido los objetivos que la directiva europea marcaba para dentro de tres años en cuanto a cantidad de materia biodegradable que se envía a los vertederos y que debían reducirse en un 25% respecto a 1995. Estas cifras se irán reduciendo, además, a partir del próximo año, cuando se ponga en marcha la planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB).

¿Qué ocurre con las otras siete de cada diez toneladas? Se aprovechan, bien para producir energía, en la planta de incineración de Zabalgarbi (el 37% de los residuos), o materialmente, reciclando los vidrios, plásticos o papeles y haciendo que tengan una segunda vida (34,17%). Y, aunque todavía son cifras pequeñas -en torno a un 0,35% del total- también aumentan las basuras que se reutilizan: el año pasado crecieron más de un 40%, pasando de 1,4 a 2 toneladas.