DEIA

El 22 de octubre de 2005, Zabalgarbi comenzaba a funcionar a pleno rendimiento. Algunos trabajadores aún recuerdan la emoción de ver el primer camión que llegaba con basura en masa al alto de Artigas. Hoy, diez años después, la planta de valorización energética se ha convertido en un pilar fundamental en la gestión de los residuos en Bizkaia, convirtiendo en electricidad las basuras que no se pueden reciclar y que, de otra formar, irían a parar a un vertedero. De hecho, en esta década Zabalgarbi ha evitado el vertido de 2,5 millones de toneladas de residuos; aquí se genera casi un tercio de la energía eléctrica que consumen los vizcainos en sus hogares.

El lehendakari Iñigo Urkullu; el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, entre numerosas autoridades, acudieron ayer al acto de celebración del décimo aniversario del inicio de actividad de la planta, en el que también estuvieron presentes los 71 trabajadores de la planta, así como la viuda del que fuera su primer presidente, Javier García-Egocheaga. Zabalgarbi S.A., en cuyo accionariado participan Sener, FCC, Kutxabank, Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia y la Mancomunidad de Municipios de la Margen Izquierda, se constituyó en 1993. Actualmente cuenta con 71 trabajadores y presta servicio a más de cien municipios. Su director, Mikel Huizi, destacó que en esta década se ha convertido en un “exponente tecnológico de vanguardia a nivel mundial” y solo este año la han visitado empresas y delegaciones de diez países como Estados Unidos, Holanda o Tailandia.

Iñigo Urkullu destacó el “servicio, la sostenibilidad y la tecnología”, como pilares de la planta de valorización energética, convertida en “referente y ejemplo” en el tratamiento de residuos. “Ofrece un servicio de calidad, desarrolla tecnología propia, es sostenible y aporta un rendimiento en energía”, puso en valor el lehendakari, quien reiteró el apoyo del Gobierno vasco a empresas como Zabalgarbi “porque ofrecen servicios esenciales, generan conocimiento y riqueza y crean empleo. Siempre estaremos con ellas”. Por su parte, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, puso en valor el modelo de gestión de residuos del territorio, del que Zabalgarbi es una pata fundamental al dar una solución a la basura que los ciudadanos no separan. “Este modelo ha permitido que en la última década se haya reducido en 44 kilos la fracción de resto que genera cada vizcaino”, destacó Rementeria, quien situó a Zabalgarbi como “uno de los mejores ejemplos de nuestro modelo de gestión de residuos”.

Finalmente, Juan Mari Aburto abogó por seguir trabajando para que Bilbao “sea una ciudad sostenible” y recordó que el Ayuntamiento está trabajando para aprovechar el calor residual que se genera en Zabalgarbi para dar energía a la zona de Zorrotzaurre.