Zabalgarbi valorizó un tercio de los residuos no reciclables de Bizkaia

5 ekaina, 2013 adclick Sin categoría

 

DEIA

Desde su constitución como Sociedad, en 1993, Zabalgarbi tuvo como prioridad que sus plantas complementaran el sistema de gestión de residuos de Bizkaia tendente a reducir el depósito en vertedero, que produjeran energía renovable y que contaran con los sistemas medioambientales más avanzados.

Estos objetivos se cumplen desde la entrada en funcionamiento de su primera planta, en 2005. Zabalgarbi ha conseguido ser complementaria con otros sistemas de gestión de residuos al valorizar energéticamente un tercio de los residuos de Bizkaia, 224.792 toneladas de residuos no reciclables procedentes de más de un centenar de municipios vizcaínos.

En este sentido, en 2012, los vizcaínos redujimos 1,3% la generación de nuestros residuos, incrementamos la reutilización y el reciclaje hasta casi el 40%, valorizamos energéticamente el 34 % y el depósito en vertederos lo hicimos descender hasta el 27%. Estos resultados suponen que el 1 de Enero de 2014 cuando esté a pleno rendimiento la TMB, nos habremos adelantado cuatro años al objetivo establecido en el “II. Plan de Residuos 2005-2016″ en materia de reciclaje y, probablemente, nos acerquemos al vertido 0 en residuos primarios.

Estas cifras, también, indicarán que nuestro Territorio obtendrá resultados parejos a los que obtienen los Estados más avanzados de la Unión Europea y que Zabalgarbi, además de la protección al medioambiente, ha conjugado los objetivos del fomento de las energías renovables utilizando recursos energéticos locales. Durante el pasado año, exportó a la red eléctrica 658 millones de kWh, equivalente al 30% de la energía eléctrica que consumen los hogares vizcaínos.

Zabalgarbi y el medioambiente. Además de tener en cuenta las más modernas tecnologías, uno de los aspectos que desde su constitución tuvo más en cuenta la empresa fue el cumplimiento de las normativas medioambientales más exigentes y avanzadas. Entonces, eran la alemana y la austríaca. Ambas fueron la base de la Directiva 2000/76 de incineración y coincineración y de la Directiva de Residuos 2008/98.

Para lograrlo, Zabalgarbi invirtió más de 40 millones de euros- un tercio del total de las instalaciones industriales-, en los sistemas de depuración de gases y en los de control y vigilancia medioambiental. Ya en fase de proyecto, recibió la máxima subvención del Programa Thermie de la UE por desarrollar e implantar una tecnología que potenciaba el rendimiento y la eficiencia energética y el desimpacto ambiental por kWh que generaba.

Los sistemas de control de la planta se inician desde la entrada de los residuos. Sólo acceden aquellos autorizados por el Gobierno Vasco. Aunque la normativa no lo exige, Zabalgarbi como medida preventiva, instaló en la báscula un arco de control de la radioactividad. También, construyó una nave de descarga cerrada y un foso en depresión del que se absorbe su aire para utilizarlo en la combustión. Con estas medidas, los olores no salen al exterior de la planta.

Así mismo y con objeto de minimizar el impacto ambiental, en la planta hay instalados eficientes sistemas de control de la combustión, de depuración de gases y un con­trol de las emisiones por el Gobierno vasco en tiempo real. Todos los sistemas están monitorizados. Además, existen otros sistemas para minimizar el vertido y el impacto ambiental como la impermeabilización del foso y la recirculación del 20% de los humos depurados. Los residuos de la combustión, por otra parte, son gestionados según la normativa vigente. Las escorias (17,53% en peso) se pueden reutilizar como material árido en obra civil y pública y las chatarras férricas (1,89%) se valorizan en empresas siderúrgicas. Sin embargo, las cenizas (3,27%) una vez inertizadas, son depositadas en un vertedero de inertizados.

Zabagarbi controla las inmisiones estudiando la calidad del aire del entorno en continuo desde tres cabinas de control ubicadas en el monte Arraiz (Bilbao), Alonsotegi y Larrazabal (Barakaldo) y con mediciones periódicas que realizan empresas homologadas en suelo, -vegetación y agua (metales pesados y dioxinas y furanos) y en aire.

Control del entorno y de la salud de las personas. Desde la entrada en funcionamiento de la plan­ta, investigadores del Departamento de Medici­na Preventiva y Salud Pública de la Universidad de País Vasco realizan un estudio epidemiológi­co para conocer si la actividad industrial de Zabalgarbi incide en el entorno y en las personas. Tras seis años, sus conclu­siones indican que la incineradora de residuos urbanos de “Zabalgarbi no supondrá un riesgo ecológico ni cancerígeno ni contribuirá de forma significativa al aumento de la exposi­ción contaminante en la zona, tanto para la población como para los ecosistemas”.

La incineración en la Unión Europea. Eurostat, la oficina estadística europea, en su último balance publicado señala que a finales de 2011 en la UE había más de 400 plantas y que la valorización energética subió un 1% en relación con el año anterior. La media europea llegó al 23%, mientras que el vertido descendió el mismo porcentaje. Actualmente, está en el 37%.

En este sentido, la recuperación de energía de los residuos subió de forma considerable en países punteros como Noruega, paso del 41% al 57% y en Bélgica y Austria, del 37% al 42% en el primer caso, y del 30% al 35% en el segundo. En Suecia, subió menos, del 49% al 51%.

Estas cifras demuestran que países avanzados y comprometidos con el medio ambiente como los señalados, siguen apostando por la valorización energética como el tratamiento más recomendable para los residuos no reciclables. Estos resultados están permitiendo que el vertido se quede entre el 1% y 3% y que se den porcentajes de reciclaje/compostaje entre el 28% y el 36%. En general, Eurostat está demostrando que en la UE los estados que más reciclan son los que más incineran y menos vierten.

Sin embargo, los resultados, en España, están bastante alejados de los de la UE. Se mantienen bajos porcentajes de incineración en la diez plantas existentes (9%) y de reciclaje (15%) y altos de vertido (58%), a pesar de la Directiva de Residuos y su objetivo de vertido 0.

Según se desprende de la Directiva de Residuos y de la normativa de Energías renovables y de acuerdo con la Jerarquía de residuos, la valorización energética debe seguir siendo una opción complementaria al sistema de gestión de residuos, cuyo valor es el de extraer el potencial energético de los residuos no reciclables, el de diversificar las fuentes de energía de la UE y el de mitigar cambio climático ya que consigue en parte reducir la dependencia energética de fuentes fósiles.