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25 Mar

Tecnologías limpias para la gestión sostenible de residuos

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RETEMA

A nivel mundial, se espera que la generación de residuos crezca aproximadamente un 60% para 2050. Es por eso que el reconocimiento y la cooperación de todas las partes involucradas (política, investigación, proveedores de tecnología, operadores de plantas, formuladores de políticas y sociedad civil) es esencial para el bien común para el ambiente.

Gracias a las tecnologías avanzadas, la gestión de residuos se está convirtiendo en una lógica integrada de gestión de residuos y recursos, reduciendo así la explotación de materiales a través del reciclaje y transformando los residuos no reciclables en un recurso valioso para toda la sociedad. Para implementar este cambio, la eliminación gradual de los basureros contaminantes es el primer objetivo que se debe perseguir.

Nuestra visión demuestra cómo las tecnologías de conversión de residuos en energía producidas por proveedores europeos están profundamente comprometidas con la eficiencia de los recursos y la mitigación del cambio climático y están listas para contribuir a una mejor gestión de los residuos en la UE y a escala mundial. Muestra cómo, para 2050, las plantas de conversión de residuos en energía contribuirán a los sistemas de energía con bajas emisiones de carbono y a las sociedades circulares y los hitos políticos y reglamentarios necesarios para llegar allí.

Las tecnologías de conversión de residuos en energía tratan los residuos residuales: residuos que no son aptos para su reutilización o reciclaje y que de otro modo serían depositados en vertederos. Por ejemplo, biomasa contaminada como la madera tratada con conservantes de madera. Las plantas de conversión de residuos en energía transforman estos residuos en energía que se utiliza para la generación de electricidad, calefacción y refrigeración y para diversas aplicaciones industriales, entre otras para producir hidrógeno.

Energía renovable

La mitad de la energía recuperada es renovable, ya que proviene de desechos de origen biogénico. Además, a diferencia de la producción variable de energía renovable (como la energía eólica o solar), la energía renovable de Waste-to-Energy es planificable y confiable. Además de esto, Waste-to-Energy recupera materias primas secundarias que se utilizan en una variedad de sectores, como la construcción, el reciclaje de metales o aplicaciones estratégicas como la fabricación de baterías.

Al combinar los efectos de la desviación de los vertederos, los procesos de eficiencia energética y la recuperación mejorada de materiales, Waste-to Energy es un sumidero considerable para las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Las plantas de conversión de residuos en energía permitirán alimentar más energía renovable en el sistema que se utilizará, p. en forma de hidrógeno, para descarbonizar otros sectores.

El futuro de WtE es circular

El futuro de Waste-to-Energy es circular, totalmente sostenible y generalizado a nivel mundial: los camiones alimentados con hidrógeno traerán residuos residuales a la planta; mientras descargan los desechos, repostarán en la estación de hidrógeno, evitando así el uso de combustibles fósiles.

Desde hogares hasta industrias, centros comerciales e invernaderos, la cantidad de instalaciones calentadas y enfriadas por la energía recuperada de los desechos crecerá constantemente. Los procesos integrados de conversión de residuos en agua podrán mejorar la gestión de residuos en áreas desérticas, y la energía recuperada de los residuos impulsará a las plantas de desalinización de agua de mar para producir agua potable de manera sostenible.

Los caminos por los que caminamos y los edificios en los que vivimos se construirán cada vez más con materias primas secundarias de cenizas de fondo, lo que reducirá la explotación de materiales primarios.

Las propias plantas de conversión de residuos en energía se convertirán en centros educativos y deportivos, con pistas de esquí, chimeneas trepadoras y canchas de tenis, restaurantes con puntos de vista y centros educativos para actividades escolares.

Recomendaciones de política

La Unión Europea tiene la capacidad de seguir avanzando y expandir la excelencia de la UE en la gestión de residuos mucho más allá de sus fronteras. Es por esto que las próximas políticas deberían reconocer este potencial al:

• Promover la jerarquía de residuos como habilitador de políticas sólidas de gestión de residuos.
• Promover el papel de Waste-to-Energy como la opción de tratamiento preferida para los residuos residuales.
• Reconocer Waste-to-Energy como una opción sostenible de gestión de residuos.
• Reconocer el valor de Waste-to-Energy para la mitigación del cambio climático.
• Minimizar la cantidad de vertedero a la cantidad estrictamente necesaria.
• Aumento de la confianza en los productos reciclados mediante el establecimiento de criterios de calidad transparentes.
• Permitir la recuperación de residuos para usos específicos.
• Apoyar la exportación de tecnologías sanas de gestión de residuos, incluido Waste-to-Energy.

Como una de las industrias más limpias de Europa, Waste-to-Energy es demasiado valiosa para ser subestimada o dejada de lado. Es una tecnología en constante evolución, abierta a la innovación y vinculada con otros sectores industriales de forma circular y sostenible.

22 Feb

La valorización energética, la solución para evitar que los residuos lleguen a los vertederos

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EL PERIÓDICO DE LA ENERGÍA

España es el país de la Unión Europea donde más toneladas de residuos terminan en el vertedero, según la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (AEVERSU) que apuesta por fomentar la valorización energética junto al reciclaje de residuos.

La organización defiende que de acuerdo con varios informes técnicos las plantas de valorización energética (incinerar los residuos) no aumenta los niveles de contaminación de su entorno e incluso los reduce si se sustituyen por aportación de calor y agua caliente en las ciudades sustituyendo las fuentes convencionales (conocido como Street Heating).

En un encuentro informativo, el presidente de Aeversu, Rafael Guinea, ha manifestado que el «tándem que forman el reciclaje y la valorización energética constituye la alternativa real a los residuos». Guinea ha puesto ejemplos de experiencias de valorización con otros países europeos, al tiempo que ha lamentado la tragedia en el vertedero de Zaldibar (Vizcaya).

En este contexto, ha ofrecido a las instituciones en nombre de Aeversu la posibilidad de abordar la apuesta por la valorización energética en las comunidades que, como Madrid, se detecta una necesidad en el tratamiento de los residuos.

Guinea se ha referido a datos de un informe del Centro Internacional de Tecnología Ambiental de la ONU que destaca el potencial de la valorización energética, por su capacidad de reducir el volumen de los residuos que terminan su ciclo de vida en los vertederos convencionales en un 90 por ciento.

También ha apuntado que en algunas regiones se trata con valorización entre el 25 y el 30 por ciento de los residuos que generan, de acuerdo con las conclusiones de un estudio alemán que analiza el potencial de mitigación de gases de efecto invernadero (GEI) de la gestión de residuos sólidos municipales en países de la OCDE, India y Egipto.

Con respecto a la UE, señala que los objetivos para promover el desvío de los desechos biodegradables de los vertederos y para un mayor desarrollo del reciclaje son «pasos importantes» en la dirección correcta y concluye que «no hay evidencia de que la planta contribuya a aumentar los niveles de contaminación en su entorno más próximo».

En este contexto, Guinea ha puesto de ejemplo a ciudades como París, donde con la valorización energética, 12 municipios disponen de una red de calefacción de 470 kilómetros, con 16 circuitos de agua caliente y que genera 2.400.000 MWh térmicos por año y 200.000 MWh eléctricos por año.

También se ha referido a Londres, donde ha citado que la planta de Edmonyon genera 371 GWh por año que suministra a 72.000 hogares, mientras la de Lewisham lo hace en 48.000 hogares y en Bexley, a 110.000 hogares.

18 Feb

El CSIC asegura que no ha elaborado ningún informe sobre la planta de biomasa de Güeñes (Bizkaia)

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EUROPA PRESS

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha asegurado que no ha elaborado ningún informe sobre la planta de biomasa de Güeñes (Bizkaia).

En un comunicado, el CSIC ha manifestado que el informe que mencionan este martes algunos medios de comunicación sobre la petición del cierre de la planta de biomasa de Güeñes, fue elaborado “a título personal” por un investigador retirado del Consejo Superior “sin experiencia profesional acreditada en la temática, y parece ser que, según se indica por los medios, fue por encargo de la Plataforma Ciudadana interesada en dicha cuestión”.

Por tanto, la Agencia estatal para la investigación científica y el desarrollo tecnológico ha aseverado que “no puede avalar” las conclusiones del estudio.

12 Feb

AEVERSU: «Nuestros vecinos europeos han eliminado los vertederos gracias a la valorización energética de residuos»

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RESIDUOS PROFESIONAL

La valorización energética –o conversión de residuos no reciclables en energía– es una práctica bastante normalizada en muchos países del norte de Europa. Mientras tanto, en España este tratamiento se aplica a alrededor de un 11% de los residuos. Una tasa insuficiente, según la Asociación española de plantas de valorización energética (Aeversu), que en un comunicado lamenta que sigamos «dando crédito a los numerosos mitos que desde hace décadas circulan en torno a la valorización energética y sus supuestos peligros», mientras que «nuestros vecinos europeos han desterrado viejas creencias y han eliminado los vertederos convencionales de sus geografías».

La entidad recuerda que daneses y suecos, entre otros, «conviven con las plantas de valorización energética en el propio centro de las urbes», lo que «les permite disfrutar de los beneficios principales que ofrece emplear la energía procedente de los residuos«.

Y cita casos concretos, como una planta de Copenhague (Dinamarca), que además de proporcionar «calor a 150.000 hogares y electricidad baja en carbono para 550.000 personas», ha sido diseñada para que se pueda esquiar sobre su superficie. O una instalación en Bruselas que suministra energía a un centro comercial y «reduce drásticamente su impacto ambiental al no producir CO2».

Por contra, Aeversu lamenta que «en España las administraciones aún rechazan este tipo de técnicas y dan prioridad al vertido, debido en gran parte al rechazo popular y a la errónea vinculación de las plantas de valorización energética con la contaminación del medioambiente y la afección a la salud pública».

«El reciente apoyo que la sección ambiental de la ONU ha otorgado a las plantas de valorización energética es un factor determinante para Aeversu, no obstante, en nuestro país, este tema aún no suscita el interés que debería, sobre todo, en los regidores municipales y en la clase política en general», explica Rafael Guinea, presidente de Aeversu.

Alternativa a los vertederos

La asociación defiende la conversión de los residuos en energía como «la alternativa a los vertederos convencionales», y lo argumenta con un estudio del Ministerio de Medioambiente Alemán, la según el cual «la valorización energética emite 19 veces menos CO2 que los vertederos».

Por otro lado, Aeversu asegura que no compite con el reciclaje y la reutilización. De hecho, afirma que los países que más reciclan suelen ser tambiém aquellos que más energía recuperan de sus residuos. «Gracias al empleo de las dos técnicas, Dinamarca, Suecia o Países Bajos han conseguido implantar una cota de “residuo cero” y eliminar de sus sistemas los vertederos convencionales con una cota de vertido de residuos anual menor al 1%».

Aunque más del 47% de los residuos municipales en la UE se reciclan o se compostan, todavía son muchos los países que continúan vertiendo grandes cantidades de residuos municipales. En el caso de España, aún enviamos un 54% de los residuos a vertederos.

Exigentes controles ambientales

Aeversu asegura que las plantas de valorización energética «son extremadamente seguras, y no perjudican a la salud de los vecinos, ya que pasan por los controles más exigentes en cuanto a emisiones industriales». Y recuerda que el propio Paquete de Economía Circular aprobado por la Comisión Europea señala que «cuando los residuos no se puedan reutilizar ni reciclar, resulta preferible recuperar su contenido energético en lugar de eliminarlos en vertedero».

Igualmente, la organización que aglutina a este tipo de plantas en España y Andorra recuerda que sus incineradoras «cuentan con procesos de filtrado muy eficaces con exhaustivos controles medioambientales, mediante los que se garantiza unos niveles de emisión controlados y exigentes. Estos sistemas de control hacen que las plantas de valorización energética sean infinitamente más respetuosas con el medioambiente que los vertederos, y por consiguiente con la salud pública». Y alude a dos recientes estudios independientes publicados en este sentido por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y por Madrid Salud.

16 Jan

El crecimiento del WtE está de vuelta en Europa

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FUTUR ENVIRO

A finales de 2018, un número estimado de 2.450 plantas de tratamiento térmico estaban activas en todo el mundo, con una capacidad de tratamiento general de aproximadamente 370 millones de tpa. Solo para 2019, se espera que se comisionen alrededor de 60 plantas en todo el mundo, con una capacidad de 14 millones de tpa.

Para fines de 2028, ecoprog espera un aumento del inventario global de plantas a alrededor de 2.700 unidades, así como instalaciones de tratamiento global que ascienden a unos 530 millones de toneladas por año. En este contexto, China seguirá dominando el volumen del mercado mundial, a pesar de que se puede anticipar una disminución en la acumulación de plantas de incineración de residuos a medio plazo en el contexto de los recientes esfuerzos de China para expandir el reciclaje de materiales y una desaceleración del crecimiento económico. Otros países, como India o Indonesia, probablemente, solo podrán compensar parcialmente la disminución del volumen del mercado chino a partir de 2025 aproximadamente.

En Europa, por el contrario, se prevé un número creciente de comisiones en los próximos años. Durante los próximos 5 años, ecoprog espera que se comisionen alrededor de 50 plantas adicionales con una capacidad de aproximadamente 18 millones de toneladas por año.

La razón principal de este desarrollo radica en la política de residuos de la Unión Europea. Para la implementación de la directiva de vertedero de la UE, Gran Bretaña, por ejemplo, ha incrementado masivamente el impuesto al vertedero en el país de origen. Como consecuencia, las exportaciones de combustibles derivados de desechos aumentaron a 3,4 millones de toneladas en 2018. A partir de 2020, estas exportaciones se verán obstaculizadas significativamente debido a los nuevos impuestos en los países objetivo más importantes, los Países Bajos y Suecia. Posteriormente, aumenta la presión para crear nuevas capacidades en el país de origen. También en Polonia, el aumento del impuesto sobre los vertederos conlleva una necesidad más urgente de eliminación de residuos. Más países como Francia o España han decidido aumentar los impuestos a los vertederos o están en proceso de discutir tales medidas.

Es sobre todo la llamada Economía Circular de la UE que creará una mayor demanda de instalaciones de tratamiento térmico. Para 2035, se supone que el vertedero de residuos municipales se limitará al 10%, lo que cumple con los nuevos cálculos estadísticos basados en el criterio de producción. Esto también ejerce presión sobre aquellos países que ya han invertido ampliamente en el pretratamiento de desechos mixtos dada su alta proporción de plantas de tratamiento mecánico-biológico. Esto incluye, entre otros, España, Francia, Italia o Polonia. Presumiblemente, sus estadísticas de residuos serán bastante diferentes en 2027 cuando el porcentaje de reciclaje en las plantas de tratamiento mecánico-biológico se reduzca en las estadísticas.

Incluso si se alcanzara la cuota de reciclaje de la UE del 65% en 2035, esto implicaría la necesidad de instalaciones adicionales de tratamiento térmico en la UE. La asociación de la industria CEWEP valora este último en aproximadamente 40 millones de tpa. Ecoprog considera que este número es bastante redondeado ya que este cálculo no tiene en cuenta una población en crecimiento. Además de eso, el logro de los objetivos de reciclaje es muy incierto en este momento. A diferencia del caso de los vertederos, actualmente no sabemos a través de qué instrumentos se pueden realizar estas cuotas. Esto también es válido para países como Alemania o Austria.

Por el momento, la incineración de residuos puede beneficiarse de la restricción de los vertederos en Europa, mientras que los esfuerzos de reciclaje solo reducen marginalmente los volúmenes de residuos para la incineración. Por lo tanto, el mayor problema para la industria de WtE en Europa no está tan representado por la situación del mercado; es más bien una cuestión de ubicaciones adecuadas y resistencia política en algunos países. «Esperamos que el aumento de las capacidades de incineración no se mantenga al ritmo de la demanda», como dice Mark Döing, director gerente de ecoprog. «Por supuesto, esta es una buena noticia en general para los operadores de plantas existentes en Europa.»

13 Jan

3,2,1,0…Residuos llega a los centros escolares para sensibilizar al alumnado sobre la necesidad de reducir los desechos

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DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA

La campaña puesta en marcha por la Diputación Foral de Bizkaia recorrerá hasta finales del mes de mayo diferentes centros en los que durante una semana se trabajará sobre la reducción y la reutilización a través de talleres y actividades dirigidas a las y los escolares de entre 6 y 12 años.

La campaña ‘3,2,1,0 …Residuos’ ha llegado hoy a Mimetiz Eskola, de Zalla, el primero de los centros escolares en los que se desarrollarán actividades y talleres dirigidos a sensibilizar al alumnado de Educación Primaria sobre la necesidad de reducir la cantidad de residuos que generamos. El objetivo principal de esta campaña impulsada por la Diputación Foral de Bizkaia es, precisamente, despertar en las y los alumnos la conciencia de que es necesario un cambio de hábitos que propicie la reducción de la generación de residuos y ofrecerles herramientas personales para que interioricen también la reutilización y el reciclaje como maneras de contribuir a esa reducción.

Para lograr ese objetivo, se desarrollarán actividades sencillas, orientadas a que entiendan de otra manera su relación con los objetos cotidianos y sus hábitos de consumo. Estos talleres recorrerán los centros hasta el próximo 31 de mayo y se desarrollan en cada uno de ellos durante una semana lectiva completa, con jornadas de una hora de duración, salvo la inicial, en la que la actividad se realizará durante dos horas.

En esta primera jornada, la del lunes, se mostrará al alumnado la cantidad de residuos que generaron durante la semana anterior en el patio del colegio, como punto de inicio de la reflexión acerca de la necesidad de reducir que estará dirigida por una monitora. Asimismo, se proyectará un vídeo elaborado específicamente para esta actividad que servirá para profundizar en esta cuestión y arrancar un debate que abordará también otros aspectos de la gestión de residuos en general y de Bizkaia en particular. Este primer día, se pedirá igualmente al alumnado que elabore una lista con los residuos que generan y que planteen una alternativa para evitarlos. Este listado se trabajará a lo largo de toda la semana y se expondrá en un lugar visible del centro el viernes, para que los grupos participantes en los talleres compartan su reflexión con el resto del alumnado del centro. Y, finalmente, se propondrá el reto de reducir la cantidad de residuos que se generan en el patio al menos durante la semana en la que se está desarrollando en el centro esta campaña.

De martes a jueves se desarrollarán diferentes talleres que tienen como objetivo dar una nueva vida útil a objetos y que persiguen que quienes participan interioricen que el de los residuos es un problema que afecta y atañe a todas las personas por igual.

La última de las jornadas, la del viernes, se dedicará a evaluar el reto de la reducción de residuos en el patio del centro, a exponer el listado de residuos y sus alternativas elaborado durante toda la semana y a disfrutar de un concierto con instrumentos creados a partir de residuos.

Toda la información referida a la campaña a desarrollar en los centros escolares está a disposición del personal docente en la página web de la sociedad pública foral Garbiker, encargada de la gestión de los residuos en Bizkaia (http://garbiker.bizkaia.eus/es/talleres-didacticos).

23 Dec

El proyecto LOWCO2 aborda la captura y valorización de CO2 para uso industrial

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RESIDUOS PROFESIONAL

Una de las vías para la disminución del CO2 en la atmósfera es su captación y su posterior conversión en compuestos de alto valor añadido, como combustibles o productos químicos, que ofrece una opción para reducir emisiones de dióxido de carbono y generar a su vez beneficios directos de la venta de estos compuestos. Con el objetivo de investigar y desarrollar tecnologías innovadoras y competitivas de captura y valorización de CO2 industrial, se pone en marcha en Euskadi el proyecto de I+D LOWCO2.

Impulsado por un consorcio de 11 entidades que apuestan por la innovación sostenible (ecoinnovación) como clave para mejorar su competitividad, en el transcurso del proyecto se perseguirá un doble objetivo: disponer de nuevos equipos y procesos que permitan reducir las emisiones de CO2, y propiciar la generación de nuevas cadenas de valor basadas en el aprovechamiento del CO2 capturado.

Se contemplan varios ámbitos de innovación estratégicos, como la creación de nuevos materiales y procesos para la captura del CO2, la producción de metano y metanol a partir de CO2 mediante el empleo de reactores miliestructurados con sistemas catalíticos de alto rendimiento, y el desarrollo de tecnologías para la carbonatación de residuos (incorporación del CO2 en los materiales residuales) que permitan mejorar sus prestaciones como materia prima para la fabricación de materiales de construcción.

Mediante la carbonatación se mejoran las propiedades de los residuos alcalinos y se facilita su valorización como materia prima secundaria para el sector de la construcción

Los procesos de captura de CO2 en estudio están centrados en el empleo de nuevos materiales que se aplicarán en tecnologías de adsorción por oscilación de presión (PSA-Pressure Swing Adsorption) y membranas con el objetivo de reducir los costes de operación actuales.

En el caso de la producción de metano, las tecnologías que se desarrollarán permitirán generar un gas valorizable energéticamente en el mismo emplazamiento de las emisiones de CO2, mejorando así la eficiencia energética de las industrias, e incluso habilitando la posibilidad de vender este gas natural sintético aprovechando la actual infraestructura gasista.

El metanol es una materia prima utilizada en la fabricación numerosos productos de consumo, textiles sintéticos, plásticos, pinturas, adhesivos o espumas, y cuenta con un mercado en crecimiento. Su generación a partir de CO2 permitirá disminuir la huella de carbono tanto en emisiones como en procesos de fabricación industriales.

Otra de las vías de valorización del CO2 es su incorporación a residuos alcalinos (escorias de plantas de valorización energética, escorias de acería, cenizas volantes de incineración, residuos de construcción y demolición), que actualmente se generan en gran cantidad en Euskadi. Mediante la carbonatación se mejoran sus propiedades y se facilita su valorización como materia prima secundaria para el sector de la construcción, generando productos de menor huella de carbono, con una posición más competitiva en el mercado.

Reducción de la huella de carbono y mejora de la competitividad

El proyecto LOWCO2 da respuesta a los retos que plantea el calentamiento global desde un punto de vista de sostenibilidad y de competitividad empresarial. La Comisión Europea ha establecido estrictos y ambiciosos objetivos para alcanzar una reducción del de 80-95% de las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2050; Euskadi, por su parte, ha definido la estrategia de Cambio Climático KLIMA 2050, donde se fija un objetivo de reducción, no menos ambicioso, de un 40% para el año 2030, y del 80% para el año 2050.

Este horizonte va a restringir progresivamente los límites de emisión de CO2, penalizando económicamente a las industrias con una mayor tasa de emisión de este tipo de gases. Actualmente ya estamos contemplando este impacto en las regiones europeas basadas en la economía del carbón, añadiendo un impacto social y económico a los impactos ambientales de las emisiones de GEI.

Para cumplir los objetivos climáticos establecidos en el reciente acuerdo de París, se deberían capturar y almacenar aproximadamente 12 Gigatoneladas de CO2 (GtCO2) entre 2015 y 2030 y más de 100 GtCO2 a nivel global en el período 2030-2050. Actualmente, solo el 1% del CO2 emitido es reutilizado y valorizado.

En este escenario, el proyecto LOWCO2 contribuirá a dar una respuesta desde la industria vasca a este reto global, consiguiendo además incorporarlo como un elemento de posicionamiento competitivo en el mercado generando nuevas oportunidades de negocio sostenible.

Con un presupuesto de más de 4,9 millones de euros y una duración de 3 años, LOWCO2 ha recibido el respaldo del Programa Hazitek 2019 del Gobierno Vasco, recibiendo la mejor calificación de todos los proyectos de carácter estratégico presentados.

El consorcio está liderado por Lointek, y cuenta con la participación de referentes industriales como Calcinor, Cementos Lemona, Petronor, Prefabricados Etxeberria, Sader, Tamoin y Zabalgarbi, además del centro tecnológico Tecnalia, la Escuela de Ingeniería de Bilbao (UPV-EHU), Aclima, Basque Environment Cluster, y la colaboración de la consultora Bantec.

02 Nov

Aprovechamiento energético: objetivo residuos cero

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iAMBIENTE

Cuando un residuo ya no puede ser reciclado o reutilizado más veces, todavía queda una última solución. Puede convertirse en energía. Y el fin último de ese aprovechamiento energético es reducir los residuos a la mínima expresión. “Si los países del norte de Europa lo han conseguido, ¿por qué no íbamos a hacerlo nosotros?”, sentencia Antonio Gallardo.

Es catedrático de la Universitat Jaume I (UJI ) de Castellón y uno de los autores del libro Aprovechamiento energético de residuos sólidos. La publicación forma parte de la colección Medio Ambiente que dirige el profesor Ignacio Morell. En este último título, el décimo, coeditado por la universidad y el Centro de Educación Superior Tecnológico de Costa Rica (TEC), participan también otros profesores de la UJI como Francisco José Colomer, Rooel Campos y Dagoberto Arias.

Esta iniciativa se realiza en el marco de la Red Iberoameticana de Saneamiento Ambiental (Redisa), estando subvencionada por la Agencia de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED). La publicación muestra diversos casos prácticos con los que se ha conseguido lo que parecía imposible. Que los residuos que ya no pueden ser reciclados ni reutilizados de ninguna forma, desaparezcan.

“En esta red iberoamericana participamos 114 profesores y veinte centros de investigación de diez países distintos”, detalla Gallardo. Alrededor de una docena personas de diferentes países decidieron hacer esta publicación sobre aprovechamiento energético para dar visibilidad a las diferentes soluciones que ya existen. “El objetivo es presentar una serie de experiencias que se han desarrollado en nuestros países“, explica. Procedimientos que todavía no se están explotando al máximo y que podrían ser una solución para la consecución del objetivo de eliminación total de residuos.Visibilizar la solución

Jerarquía de la gestión de residuos

En la gestión de residuos se sigue una escala jerárquica. En primer lugar, lo más importante es tratar de reducir los residuos que generamos. Después, se procede a la reutilización o el reciclado de aquellos que no se haya podido evitar generar. Posteriormente entra en juego su valorización, en el último nivel, si es que no se han podido reutilizar ni reciclar. Aquí es cuando se trata de crear con ellos un combustible a través de su descomposición y, en último caso, energía eléctrica a través de su combustión.

Energía eléctrica y combustibles sólidos recuperados

Es preferible que esos rechazos procedentes de las plantas de tratamiento mecánico-biológico de los residuos sólidos urbanos no vayan al vertedero. Así, se convierten en combustibles sólidos recuperados o CSR. Esos residuos se llevan a otras plantas donde se secan, se trituran y se convierten en una especie de pellet o pastillas que pueden ser empleados como combustible de caldera. De esta forma, los residuos no desaparecen por arte de magia, sino que aportan un nuevo beneficio: energía.

El pellet habitual, creado con residuos forestales o procedentes del sector agrícola se emplea en calderas pequeñas de casas particulares. Pero en este caso, el pellet creado con residuos sólidos urbanos se emplea en calderas de gran tamaño que se utilizan en plantas de gasificación o de incineración.  “Varias plantas de tratamientos de residuos de la provincia de Castellón ya lo están realizando“, afirma Gallardo.

Crean un pellet que después es enviado a la cementera de Bunyol, entre otros sitios, para que sea utilizado como energía para su producción. Sin embargo, también podría utilizarse para generar energía que se incorpore después a la red eléctrica. En la Comunitat Valenciana no hay ninguna planta o empresa pública que realice esta actividad, sino que son privadas y posteriormente comercializan la energía generada. “A veces las instalaciones son públicas, pero se crean concesiones a empresas privadas”, explica.

Biometanización

En el libro se presentan otros casos de valorización de residuos como la creación de compost a partir de residuos agrícolas. También otras experiencias sobre biometanización a través de la materia orgánica de los residuos para generar biogás. Un recurso que, en Méjico se está consiguiendo obtener a partir de la utilización de pañales usados. Otro de esos ejemplos prácticos que se detallan en la publicación.

31 Oct

La nueva vida ecológica de los residuos gracias al gas renovable

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EL ECONOMISTA

La Unión Europea cuenta con más de medio millón de vertederos que solo podrán acoger el 10 por ciento de los residuos municipales a partir de 2035, según la nueva Directiva de Residuos que entrará en vigor en 2020. Más información en la nueva edición de el Economista Energía.

Alcanzar este objetivo no será un problema para los países nórdicos y del centro de Europa como Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria o Finlandia, donde la cota de vertido alcanza el 1 por ciento y reciclan, de media, el 50 por ciento de sus residuos. Todo lo contrario de lo que sucede en una docena de países del este y sur de Europa, donde más de la mitad de los residuos acaban en vertederos.

España es uno de estos últimos países. De los 462 kilos anuales de residuos municipales que se generan por habitante, el 54% va a vertedero y solo un 34% se destina a reciclado y compostaje, lo que nos distancia 16 puntos porcentuales de cumplir el objetivo europeo de reciclaje para este tipo de residuos, fijado en el 50% en 2020, y 44 puntos por encima del objetivo del 10% sólo a vertedero. Una situación preocupante, que requiere de soluciones inmediatas, y que ha llevado a la Comisión Europea a abrir varios procedimientos de infracción contra nuestro país por instalaciones ilegales de vertido de residuos o no conformes con la normativa. El Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado por su parte que está preparando un Real Decreto sobre la eliminación de residuos mediante depósito en vertederos.

Una de las soluciones más eficientes para acabar con el problema de los residuos que no se puedan reutilizar ni reciclar es la valorización energética, capaz de recuperar el contenido energético de los mismos en lugar de eliminarlos en vertederos, lo que comporta importantes beneficios económicos y medioambientales, ya que las plantas de valorización energética emiten 19 veces menos CO2 que los vertederos convencionales.

En Europa existen unas 600 instalaciones de este tipo, de las que solo una docena se encuentran en España. Aunque la mayoría de las plantas europeas se han instalado en antiguos vertederos, en los últimos diez años se están ubicando en el centro de las ciudades, “ya que mucha de la energía que producen se utiliza para alimentar las redes de calefacción urbana o district heating”, apunta Rafael Guinea, presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu).

Otra de las soluciones más eficientes a partir del reciclaje de diferentes tipos de residuos -urbanos, aguas residuales, agrícolas, ganaderos y forestales- es el gas renovable, concretamente la revalorización del biogás en biometano como sustituto renovable del gas natural para su inyección en la red gasista o como combustible vehicular, entre otros usos.

Se trata de una solución implementada en muchos países de Europa, como Alemania, Reino Unido, Suecia, Francia y Dinamarca, donde existen más de 500 plantas de producción de biometano. La futura comisaria europea de energía, Kadri Simson, ha señalado que el uso de gas renovable en las infraestructuras gasistas existentes, combinado con electricidad renovable, reduciría drásticamente el coste de la transición energética, ya que por cada bcm de biometano recuperado e inyectado a la red se evitaría la emisión a la atmósfera de unos 20 Mt de CO2, que equivaldrían al 33% del objetivo de reducción de CO2 de los sectores difusos.

En España no se está sacando partido al gas renovable como se debería, ya que su presencia en nuestro país se encuentra por debajo del potencial disponible de biometano, definido por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el pasado año, cuyo rango superior alcanza las 2.963 kilotoneladas equivalentes de petróleo, correspondiente a 2,95 bcm o 34.460 gigavatios hora. A día de hoy solo existe una planta que produce gas renovable a partir de residuos urbanos (Valdemingómez en Madrid) y una segunda planta habilitada en Butarque (también en la capital) para la producción de gas renovable a partir de aguas residuales, que se ha puesto en marcha en octubre de este año.

Con el objetivo de fomentar el uso del gas renovable, desde Sedigás están trabajando en “el diseño de un Hub de información que incorpore una web para que se convierta en el portal de referencia del gas renovable en España, con toda la información de calidad para todos los actores de la cadena de valor, productores, operadores, clientes finales y administraciones públicas”, apuntan desde la asociación.

Otra de las líneas de trabajo en la que Sedigás tiene puesto el foco es el desarrollo de un esquema de certificación de garantías de origen basado en un documento técnico de referencia consensuado por todos los agentes involucrados. Estos sistemas, señalan desde la asociación del gas, “suponen un mecanismo de incentivos del mercado donde los usuarios interesados puedan adquirir gas renovable de calidad para su uso energético y medioambiental”.

Proyectos en línea con la economía circular

Empresas como Naturgy llevan varios años trabajando en distintos proyectos para trasformar los residuos en gas renovable y ponerlo a disposición de todos los usuarios a través de la red gasista española para su uso a nivel doméstico, industrial y vehicular.

Uno de los proyectos que está a punto de ver la luz es Elena. Se trata de un vertedero clausurado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) que aprovechará el biogás procedente del proceso natural de descomposición de la materia orgánica para obtener biometano que se inyectará en la red de media presión de gas natural. Está previsto que la planta entre en operación a finales de este año con una producción estimada de 199 gigavatios hora en 20 años.

Otro de los proyectos en ejecución es Life Methamorphosis. Liderado por Aqualia, y participado por Área Metropolitana de Barcelona (AMB), el Instituto Catalán de Energía (ICAEN), Naturgy, FCC y Seat, pretende demostrar, a escala industrial, dos sistemas innovadores de tratamiento de residuos: el prototipo Umbrela, donde el biometano obtenido de la planta de tratamiento de residuos municipales Ecoparc de Montcada i Reixac se utilizará para uso vehicular, y el prototipo Methagro para la producción de biometano de alta calidad a partir de residuos agroindustriales y otros residuos orgánicos.

Seat también participa en el proyecto Life Landfill Biofuel, aprobado recientemente por la Comisión Europea, cuyo objetivo es la obtención de gas renovable a partir de vertederos municipales. El proyecto se desarrollará durante los próximos cuatro años en colaboración con la Universidad de Granada, Fundación Cartif, Sysadvance, Gasnam, Iveo y FCC.

Naturgy también participa en varios proyectos relacionados con la depuración de aguas residuales. Es el caso de la Unidad Mixta de Gas Renovable, un proyecto pionero de investigación de procesos de producción de biometano para inyección a red de gas y aplicación a movilidad urbana en depuradoras urbanas e industriales.

En esta misma línea está Arazuri, un proyecto piloto que finalizó con éxito en 2017 para la producción de biometano en la estación depuradora de aguas en el municipio navarro del mismo nombre. Con el combustible generado se han alimentado tres autobuses de la red comarcal de Pamplona y dos camiones de recogida de residuos.

También merece la pena nombrar el proyecto Smart Green Gas, instalado en la EDAR de Jerez de la Frontera (Cádiz) para estudiar la depuración del biogás obtenido y su conversión en biometano de alta calidad para ser inyectado en la red de gas y utilizado como combustible de automoción.

Incentivos al gas renovable en Europa

Frente al apoyo directo por parte de los gobiernos de otros países, España solo cuenta con el apoyo indirecto a la generación de electricidad renovable para las instalaciones acogidas al Régimen Especial del RD 661/2007.

Según datos aportados por Sedigás, Francia tiene incentivos a la inversión para algunos proyectos ‘ad hoc’ asignados por el gobierno. También cuenta con Certificados de Garantías de Origen de gas renovable para el biometano inyectado e incentivos al comercializador para la venta de biometano en el sector del transporte.

Asimismo, el país galo cuenta con una tarifa que corresponde al productor (‘Feed-in Tariff’) por la generación de electricidad con biogás a partir de residuos para plantas menores de 500 kW, una bonificación por encima de la tarifa vigente (‘Feed-in Premium’) para la electricidad a partir de biogás para plantas entre 500 kW y 12 MW y una tarifa para la inyección de biometano a la red.

Alemania, por su parte, cuenta, entre otras medidas, con un descuento en los pagos de peajes de red por inyectar el biometano en la red de distribución sin usar la red de transporte de gas natural.

30 Sep

AEVERSU: «La valorización energética es clave para mitigar el impacto climático y económico de los residuos»

Zabalgarbi Zabalgarbi Noticias EN

RESIDUOS PROFESIONAL

España vuelve a quedarse atrás en cuanto a gestión de residuos se refiere, con un gran porcentaje de desechos que se acumula en vertederos, en línea con otros países de la UE como Hungría, República Checa o Portugal. Todos ellos, destinan más de la mitad de sus residuos a vertederos convencionales, una opción anticuada y perjudicial para el medio ambiente, para la que ya existen modernas y seguras alternativas más sostenibles.

Por el contrario, son los países del norte de la UE, como Alemania o los escandinavos, Austria u Holanda, los que casi han dado por extintos sus vertederos gracias a un mejor y mayor reciclado, pero también al uso generalizado de la valorización energética.

Estas y otras conclusiones han sido analizadas por parte de los representantes del sector de gestión de residuos y energía, así como las representaciones permanentes del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los Estados miembros, reunidos en Bruselas para debatir el futuro de la valorización energética y sus implicaciones en la sociedad europea.

Durante el transcurso de los debates, organizados conjuntamente por Eswet (asociación europea de proveedores de tecnología Waste-to-Energy) y Cewep (Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética), se ha analizado el Estudio del Parlamento Europeo sobre residuos, en el que se refleja la importancia de implementar modelos de gestión de residuos sostenibles que incluyan a la valorización energética.

Desde Aeversu, Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos, miembro de Cewep y presente en las reuniones de trabajo en Bruselas, se destaca la valorización energética como «una práctica clave para mitigar y frenar el impacto climático y económico de los residuos no reciclables, que inevitablemente generamos día tras día».

Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar

En la Unión Europea se generan más de 2.500 millones de toneladas de residuos anuales, cerca de 500 kg/año por persona. Esta problemática, ocasionada por el modelo consumista de “usar y tirar”, es un asunto por el que políticos y administradores no toman medidas concretas y eficaces en el conjunto de los países, sino que cada uno imprime un ritmo propio.

Según el Estudio del Parlamento Europeo sobre Residuos, evitar la creación de deshechos sería la opción más conveniente para el medio ambiente, pero los objetos y productos que necesitamos para llevar a cabo nuestra vida diaria terminan, tarde o temprano, por llegan al fin de su ciclo de vida. “Cuando esto ocurre, la valorización energética se convierte en un aliado vital para gestionar los residuos y darles una última vida en forma de electricidad, calor o vapor”, asegura Rafael Guinea, presidente de Aeversu.

La jerarquía de gestión de residuos prioriza la prevención, la reutilización y el reciclaje, pero además, tal y como recoge el Paquete de Economía Circular aprobado por la Comisión Europea, cuando los residuos no se puedan reutilizar ni reciclar, resulta preferible recuperar su contenido energético en lugar de eliminarlos en vertedero, en la mayoría de los casos, tanto en términos medioambientales como económicos. Es decir, emplear la valorización energética, la cual, según un estudio del Gobierno alemán, emite 19 veces menos de CO2 que los vertederos convencionales.

Reciclaje y Valorización Energética

Las prácticas de gestión de residuos varían muchísimo entre los miembros de la Unión Europea. Muchos países siguen vertiendo ingentes cantidades de residuos en los vertederos, pero, mientras tanto, con una cota de vertido del 1%, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Suecia o Bélgica (países modelo en reciclaje) casi han eliminado por completo los vertederos y apuestan por complementar el reciclaje y la valorización energética de los residuos, obteniendo energía para abastecer viviendas e industria.

Por el contrario, los vertederos siguen siendo una alternativa perenne, pese a ser un desastre medioambiental, en el este y sur de Europa, en al menos doce países, entre los que se encuentra España, donde más de la mitad de los residuos acaba en un vertedero.

«La valorización energética tiene un gran potencial que no está siendo aprovechado en nuestro país», lamenta Aeversu en un comunicado, y argumenta que «en Europa hay 598 plantas, pero sólo 11 se encuentran en España y Andorra».