Sistema de control y vigilancia ambiental en el proceso de valorización energética de los RU

Dieciocho meses antes de la puesta en funcionamiento de la primera línea de incineración, Zabalgarbi analizó exhaustivamente la situación ambiental del entorno de la planta. Para ello, se hicieron controles y análisis de la calidad del aire, del suelo, de la vegetación, de las aguas superficiales y subterráneas y de los olores

A partir de este análisis inicial, Zabalgarbi ha ido incorporando las tecnologías más avanzadas, tratando de ir más lejos en la adopción de medidas de control y vigilancia medioambiental que las exigidas por la normativa. Ello incluye el proceso completo de los sistemas de control y vigilancia medioambiental, desde la recepción de los residuos urbanos en la planta hasta su transformación en energía.

Sistemas de control de las emisiones en chimenea

Los gases previamente depurados se evacuan a la atmósfera mediante un ventilador de tiro inducido, a través de la chimenea.

La chimenea es una estructura cilíndrica de setenta metros de altura. En su interior se alojan dos conductos por los que se evacuan los gases depurados de la línea de incineración y de los que proceden de la caldera de recuperación.

A media altura se encuentra un anillo donde se ubican las sondas para el control de las emisiones en continuo que se realizan:

  • Antes y después de la depuración.
  • El sistema es redundante.
  • Hay una conexión en continuo con la Autoridad Ambiental (Gobierno Vasco).
  • Hay un sistema de bloqueo a las 4 horas si en algún momento se superasen los máximos de emisiones.

Las emisiones son controladas directamente por el Gobierno Vasco, tanto a través de la conexión en tiempo real con los analizadores en continuo como por los muestreos que se realizan periódicamente en la chimenea.

Las inmisiones se controlan:

  • Estudiando en continuo la calidad del aire del entorno (PM10, O3, NOx, SO2, COV, HCl y datos meteorológicos) desde tres cabinas de control ubicadas en el monte Arraiz (Bilbao), en Alonsotegi y en Larrazabal (Barakaldo).
  • Parámetros en continuo (aire): PM10, O3, NOx, SO2, COV y HCl.
  • Datos meteorológicos.
  • Medidas periódicas: Se miden en agua, suelo, vegetación y aire.
    • En agua, suelo y vegetación: Metales pesados y Dioxinas y furanos.
    • En aire: Fluoruro de Hidrógeno (HF), Metales Pesados y Dioxinas y Furanos.

Otros controles del entorno

Tanto en la planta como en su entorno, empresas homologadas realizan periódicamente estudios olfatométricos. Hasta el momento, los resultados de los estudios, tanto públicos como privados, certifican que la planta no desprende olores que influyan en el entorno. Los únicos olores que se perciben, se concentran en el foso y en la nave de descarga.

Asimismo, desde 2005, un grupo de Investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de País Vasco realizan un Estudio Epidemiológico para conocer si la actividad industrial de la planta incide en el entorno y en las personas.

Tras estos años de funcionamiento, sus conclusiones indican que la incineradora de residuos urbanos de Zabalgarbi “no supondrá un riesgo ecológico ni cancerígeno, ni contribuirá de forma significativa al aumento de la exposición contaminante en la zona, tanto para la población como para los ecosistemas”.